Impresiones de Narita Boy

Probamos los primeros episodios de Narita Boy para traeros nuestras impresiones de este divertido título con un trabajado estilo retro.

El equipo independiente Studio Koba nos presenta su primer proyecto, Narita Boy, una aventura de estilo metroidvania inspirada por la cultura pop electrónica de los 80, con una estética retro, una banda sonora sintetizada de gran calidad y elementos que le aportan un toque más actual. Distribuido por Team17, conocidos por sus grandes títulos (en los que destaca la saga Worms), este juego ofrece grandes dosis de acción, plataformeo y exploración, con montones de enemigos y jefes a derrotar. Nosotros hemos tenido la oportunidad de probar los primeros episodios, los cuales nos han permitido hacernos una idea de lo que nos espera en esta aventura de ciencia ficción.

Su historia nos lleva hasta los 80, donde El Creador, un genio de su época, diseña una consola de videojuegos llamada Narita One, cuyo título más destacado es Narita Boy. El juego pronto se convierte en un éxito y empieza a desaparecer de los estantes, convirtiéndose en el videojuego más vendido de todos los tiempos y siendo aclamado por su homenaje a la cultura pop de los 80 y su espectacular banda sonora. Sin embargo, dentro del código binario, el reino digital se conecta con la realidad. Him ha vuelto y ha borrado los recuerdos del creador. El programa del supervisor, Motherboard y sus agentes han activado el protocolo Narita Boy en vista de la llegada de los Hackernautas, dando lugar a un héroe que intentará rescatar el Reino Digital.

Lo poco que hemos visto de este argumento nos ha gustado bastante, con muchas referencias a la cultura pop electrónica de la época, montones de personajes con los que conversar para profundizar más en él y algunos elementos visuales que nos ayudan a entenderlo mejor. Todavía nos falta seguir avanzando para ver como progresa, aunque por lo pronto nos está dejando buenas sensaciones. Además, ayuda que la mayoría de los textos estén traducidos en nuestro idioma, si bien hemos encontrado algunos que han permanecido en inglés.

Sus mecánicas son variadas y funcionan realmente bien. Contamos con escenarios amplios a recorrer con zonas cerradas a las que volver cuando tengamos el objeto necesario, momentos de plataformeo, pequeños puzles a resolver, algún que otro quick time event y, sobre todo, grandes dosis de acción. Nuestro personaje puede correr, saltar, trepar, agacharse, esquivar y atacar con la techno-espada, así como utilizar otros movimientos avanzados según consigue disquetes que funcionan como potenciadores. También cuenta con habilidades especiales a utilizar que hacen uso de unos bloques que se recargan al atacar a los enemigos.

Estos controles responden de forma correcta y enfrentarse a la gran variedad de enemigos que nos hemos encontrado en estos primeros compases ha sido una experiencia muy grata. Habrá que ver como evolucionan a lo largo del juego, pero por lo pronto nos han parecido muy bien diseñados y ofrecen un reto a la altura. Además nuestro personaje tiene una barra de vitalidad dividida en secciones que, cuando se agota, nos lleva al comienzo de esa misma pantalla, evitando así largos tramos que podrían hacerse repetitivos.

Lo que quizás no nos ha convencido tanto han sido los jefes, cuyos patrones de movimiento nos han resultado bastante sencillos y, en ocasiones, más fáciles de derrotar que algunos grupos de enemigos normales. Por ahora sólo hemos podido enfrentarnos a tres, por lo que habrá que esperar a ver lo que nos depara el resto de la aventura para sacar unas conclusiones más claras.

Un aspecto que nos está encantado es el diseño de los escenarios, donde a pesar de no contar con un mapa como tal, es fácil orientarse por sus muchas señales y por los avisos que nos dan sus personajes secundarios. Otro aspecto que ayuda mucho son las pistas visuales, que hacen que encontrar el camino correcto sea más sencillo de lo que en un principio pudiera parecer. Eso sí, a veces hay alguna zona que os costará ver por su estilo visual, pero no os llevará demasiado tiempo.

En cuanto al apartado gráfico, nos está sorprendiendo muy gratamente el estilo utilizado. Hace uso de elementos pixelados muy cuidados, estando las localizaciones cargadas de detalles y siendo muy variadas, mientras que los personajes y criaturas cuentan con un buen modelado y animaciones. Además todo se desarrolla como su estuviera dentro de un televisor de tubo, utilizando un aspecto retro futurista que le sienta realmente bien y nos recuerda a clásicos como Another World. Para darle un toque más actual, cuenta con diversos efectos gráficos, diferentes capas de objetos o movimientos de cámara para destacar algún que otro detalle, funcionando en todo momento con mucha fluidez.

En el sonoro tenemos melodías sintetizadas que le sientan genial a la estética retro futurista de la aventura, acompañando bien cada una de las situaciones que estamos viviendo en nuestro viaje. Los efectos están cuidados y los textos, como ya os hemos avanzado, se encuentran en castellano con algunos elementos en inglés, aunque esto no os impedirá seguir avanzando en el juego y comprender su historia.

Lo que llevamos de Narita Boy nos está gustando mucho, con una jugabilidad simple pero efectiva, muchos potenciadores a conseguir, dosis de exploración, plataformeo y puzles, una apartado audiovisual muy atractivo y variedad tanto de entornos como de enemigos. Todavía es muy pronto para sacar unas conclusiones, pero os podemos asegurar que se trata de un título que tiene pinta de ser muy adictivo y contar con muchas referencias a la época de los 80.

Solo nos queda seguir avanzando para descubrir lo que nos depara esta estupenda aventura retro futurista, la cual además estará disponible desde su lanzamiento el 30 de Marzo a través de Xbox Game Pass en PC y consola.

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