Astral Pixel, un equipo de desarrollo español formado por los hermanos Guzmán, y la editorial Team17 nos traen un juego de plataformas 2D repleto de puzles a resolver, Super Magbot. Aquí encontraréis una peculiaridad y es que, aunque se trata de un título de plataformas, no podréis saltar. Para poder superar sus desafiantes rompecabezas tendréis que utilizar los poderes magnéticos del protagonista y actuar con rapidez y precisión, recogiendo coleccionables de los escenarios e intentando alcanzar lo más alto en la clasificación global superando los tiempos de otros jugadores.
Su historia nos lleva hasta un universo que, al igualar sus fuerzas magnéticas, dió lugar a la Estrella Magnetia para iluminar su oscuridad, cayendo en los planetas cercanos los imanes meteóricos que se desprendieron de ella. Al llegar a la superficie estos adquirieron diferentes formas y propiedades, mientras que los que alcanzaron el núcleo de cada planeta se convirtieron en fragmentos planetarios de gran poder. Por ello Magsteroide, un malvado y enorme asteroide, puso rumbo a Magnetia para consumir su poder. Decididos a poner fin a sus fechorías, los habitantes de Magtek mandan al héroe magnético Magbot, que tendrá que recoger todos los fragmentos planetarios para desviar la trayectoria de Magsteroide y así salvar la galaxia.
Esta trama es muy sencilla, pero está genialmente narrada, con mucha simpatía y además le da un sentido al universo del juego, siempre acompañada de personajes bastante carismáticos. No esperéis muchos diálogos, si bien encontraréis algunas escenas al principio y al final de cada mundo que le aportan variedad al desarrollo. Todo ello, por supuesto, con textos en varios idiomas, entre los que se encuentra el castellano.
Las mecánicas son sencillas de entender, pero dominarlas os llevará bastante tiempo. Aquí podemos desplazar a Magbot lateralmente, apuntar con nuestro arma y disparar un rayo rojo o azul contra superficies de esos colores para que atraigan o repelan a nuestro personaje por sus propiedades magnéticas. Aunque suena sencillo, es un título que requiere mucha precisión al tener ciertas limitaciones, como no poder saltar o solo disparar dos veces con cada color antes de aterrizar en las superficies para que se recuperen. También cuenta con ciertas opciones de accesibilidad como cargas de colores infinitas, poder permanecer en el aire sin limitaciones o encontrar puntos de control a mitad de un nivel, si bien pensamos que le quita gran parte de la diversión al juego.
Como no podía ser menos y para evitar que caiga en la monotonía, a lo largo de cada mundo también encontraréis nuevas formas de imanes, como plataformas que se derrumban, otras que nos repelen con mucha potencia, las que permiten rebotar o burbujas en las que nos podemos meter por tiempo limitado, entre otras. Estudiar las funciones de cada imán es esencial para superar cada nivel al tener que aprovechar al milímetro cada una de sus características.
Y hablando de niveles, los escenarios juegan un papel fundamental a la hora de plantear los puzles, con “saltos” que requieren mucha precisión para evitar las trampas y caídas. Suena fácil, pero cada mundo cuenta con una serie de propiedades que los hace únicos y cada vez más desafiantes, como superficies de hielo en las que nuestro personaje se desliza, trampas de fuego que se activan al pisarlas y nos obligar a actuar con rapidez o incluso explosivos que reaccionan al tocarlos, entre otros. Está todo perfectamente medido para que cada error se pague caro, comenzando el nivel desde cero cada vez que fallamos. Pero tranquilos, son fases cortas que invitan al ensayo y error para descubrir sus secretos.
Al final de cada planeta nos espera un jefe que, sin ser desafiante, le aporta un desarrollo más variado a la aventura ofreciendo un planteamiento algo distinto a lo visto en los niveles normales, como persecuciones o tener que esquivar sus acometidas hasta que caiga rendido. No son las fases más complicadas del juego, pero sí las más distintivas.
El mayor reto del juego lo proponen los coleccionables en forma de Fragmentos de Estrella, que en ocasiones están colocados en puntos de los escenarios en los que la precisión debe ser milimétrica a la hora de calcular un salto. A excepción de los jefes y los primeros niveles, que sirven como tutorial, el resto de fases cuentan con dos partes a conseguir. También hay otros niveles extra que se desbloquean al cumplir ciertos requisitos y ofrecen un desafío a la altura, pero preferimos que los jugadores los descubran por sí mismos.
En cuanto a duración, estamos ante un título con más de cien niveles a superar divididos en cuatro mundos, que incluyen otras nuevas fases que se van desbloqueando. Sí, completarlas puede no llevar mucho tiempo con cierto nivel de habilidad, pero conseguir todos los extras y superar los niveles adicionales aumenta mucho su rejugabilidad. Comentar también que todos los niveles cuentan con cronómetro para calcular el tiempo que tardamos en superarlos y subir los resultados a las tablas de clasificación online, siendo un añadido que agradecerán mucho los speedrunners.
El apartado gráfico utiliza diseños en 2D pixelados y coloridos de bastante calidad, con personajes bien recreados y animados (especialmente Magbot), escenarios que, si bien repiten algunos elementos por zonas, están cuidados y cuentan con diferentes biomas según los diferentes planetas, y efectos llamativos que le dan un toque más actual. Se agradece también las vistosas escenas y que los elementos que forman parte de los puzles tengan un color más llamativo que el resto para que en todo momento sepamos con qué partes hay que interactuar.
Por otro lado, el sonoro cuenta con melodías que concuerdan a la perfección con el estilo retro del juego, con temas chiptune creados por Rafael Langoni que le aportan mucha frescura y simpatía a los diferentes retos. No hay mucha variedad, pero son lo suficientemente buenas como para hacer destacar el conjunto. Además, siempre van acompañadas de buenos efectos y, como ya os avanzamos, textos en castellano.
En definitiva, Super Magbot es una aventura que ofrece unos puzles basados en plataformas muy bien diseñados, montones de niveles a superar y un nivel de desafío alto si se quieren conseguir todos los coleccionables, todo acompañado de mucha rejugabilidad por intentar superar las marcas de tiempo de otros jugadores. Además cuenta con un apartado audiovisual atractivo gracias a su colorido estilo pixelado y las melodías chiptune. Quizás hemos echado en falta que hubiera menos fases por planeta y más mundos diferentes con sus respectivos jefes, pero en general el resultado es muy bueno.
Aquellos que busquen un desafío plataformero, encontrarán en Super Magbot un producto muy completo con puzles basados en el magnetismo, siendo además ideal si lo vuestro es competir por obtener las mejores marcas de tiempo.