Análisis de Narita Boy

Narita Boy es una aventura de estilo metroidvania inspirada por la cultura pop de los 80 que ofrece mucha diversión y un estilo visual único.

Tras traeros nuestras impresiones de los primeros compases de Narita Boy, os hablamos en profundidad del videojuego español desarrollado por Studio Koba y distribuido por Team17, que se lanzará mañana, 30 de Marzo, en PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC, siendo un juego de lanzamiento para Game Pass en PC y consola. Este título, que consiguió un gran éxito en su campaña de financiación en Kickstarter, ofrece una aventura metroidvania cargada de acción y plataformeo, todo ello inspirado por la cultura pop electrónica de los 80 con gráficos pixelados cuyos efectos le aportan un toque único y una banda sonora retro futurista para hacer que su ambientación sea excelente.

Su historia, como ya os avanzamos, nos lleva hasta los 80. Aquí El Creador, un genio de su época, crea Narita One, una consola de videojuegos que destaca por el título Narita Boy. Siendo todo un éxito, empieza a desaparecer de todos los estantes y se convierte en el videojuego más vendido de todos los tiempos al ser aclamado por su claro homenaje a los 80 y su banda sonora. Nuestro protagonista es un simple jugador que se ha comprado Narita Boy y se dispone a jugar, siendo entonces absorbido por su televisor. Convertido en Narita Boy y con la ayuda de la Tecnoespada, le toca enfrentarse a la corrupción maligna de Him y sus secuaces, recuperar los recuerdos de El Creador y ser el héroe que salvará el Reino Digital.

A pesar de lo que pueda parecer en un principio, esta trama es bastante interesante, conociendo a lo largo de la misma la infancia de El Creador a través de los recuerdos que conseguimos en la aventura y otros elementos ficticios que a veces nos hacen dudar de lo que es real y lo que no. Hay montones de homenajes a la cultura pop de los 80 que los jugadores más veteranos sabrán apreciar, además de montones de personajes con los que conversar que nos aportan detalles interesantes sobre su mundo y que se comunican de una forma un tanto extraña en los primeros compases. Para no perdernos ningún detalle, los textos del juego están en castellano, si bien hay ciertas frases que no han sido traducidas.

Las mecánicas de este título ofrecen mucha variedad a lo largo del desarrollo, encontrando momentos de acción, plataformeo, quick time events, puzles, exploración o conversaciones, todo ello muy bien planteado para aportarle diversión. Lo que no nos ha gustado tanto es que para avanzar el objetivo final sea siempre encontrar una llave que nos permita abrir una puerta en la que enfrentarnos a un poderoso jefe, todo ello para después pasar a la siguiente zona. Este progreso se vuelve  un tanto repetitivo con el paso de las horas y pensamos que podría haber dado más de sí.

En cuanto a controles, el protagonista es muy ágil y, si bien hay algo de imput lag, en general se controla bien. Como ya os contamos, puede correr, saltar, trepar, agacharse, esquivar y utilizar la Tecnoespada para atacar, aprendiendo otros movimientos a medida que obtiene unos disquetes que funcionan como potenciadores. Por supuesto, no podían faltar habilidades especiales que hacen uso de unos bloques para activarse y que se recargan al atacar a los enemigos.

Uno de los aspectos más destacados en este sentido son los combates, que nos obligan a utilizar diferentes tácticas según el tipo de enemigo al que nos enfrentamos. Cada uno de ellos tiene un punto débil a ser explotado y cuentan con patrones de ataque bien diferenciados que nos obligan a actuar con cautela. No son peleas difíciles, aunque los grupos numerosos requieren un buen uso de los ataques a corta y larga distancia, las habilidades y las esquivas. Pero tranquilos, si el personaje muere el punto de control suele estar en esa misma zona.

Y hablando de enemigos, estos son muy variados a lo largo de la aventura para hacer que los combates no caigan en la monotonía. Mención especial merecen los jefes, que al principio parecen muy sencillos pero poco a poco van ganando en dificultad y tamaño para hacer que nuestro avance sea más complicado.

Los escenarios, por otra parte, son amplios y tendréis que dar muchas vueltas por ellos para ir desbloqueando nuevos caminos al recoger ciertos objetos o conseguir habilidades. A veces nos hemos sentido un tanto perdidos, pero hay señales visuales y personajes que nos ayudan a orientarnos. Hay montones de puzles, zonas de plataformeo y trampas a superar, personajes con los que conversar y algunos secretos, encontrando incluso un lugar donde ver los recuerdos que hemos desbloqueado de El Creador.

Pero sin duda alguna, lo que más nos ha gustado de este juego es su peculiar estilo gráfico, que utiliza un estilo pixelado y ciertos efectos para asemejarse a los títulos de los 80, como un monitor con flitro CTR. Esto no quiere decir que no se sienta actual, ya que hay elementos como diferentes profundidades o una iluminación trabajada que hace que se sienta más actual. Lo que no nos ha convencido tanto es que a veces cuesta distinguir el camino correcto por este mismo motivo, pero en general nos ha parecido muy bueno en cuanto a diseños.

La banda sonora también se encuentra a un gran nivel al utilizar elementos sintetizados que le sientan de maravilla a la estética del juego, siempre acompañada de geniales efectos de sonido y, como ya os hemos avanzado, textos en castellano para no perdernos ningún detalle de su historia.

En definitiva, Narita Boy es un título que sabe como encandilar a los jugadores veteranos gracias a un atractivo apartado audio visual de estilo retro, combates divertidos, exploración, puzles interesantes, zonas de plataformeo y un universo muy trabajado, con NPCs que no dejan de sorprendernos. Quizás el control no sea demasiado preciso o el tener que conseguir llaves para avanzar pueda hacerse repetitivo, pero en general nos ha gustado el conjunto. Aquellos que conozcan la tecnología de la época disfrutarán mucho con sus continuas referencias al mundillo, con una trama mucho más profunda de lo que en un principio pudiera parecer.

Si os atrae todo lo que hemos comentado no dudéis darle una oportunidad a Narita Boy, ya que ofrece una gran relación calidad-precio que invita a probarlo, sobre todo si sois subscriptores del servicio Game Pass.

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