Tras su lanzamiento en Mega Drive en 1994, Wonder Boy IV regresa como una remasterización en la que participan nada menos que algunos de sus creadores originales, siendo el director Ryuichi Nishizawa, los diseños de personajes de Maki Ōzora y la música y efectos de Shinichi Sakamoto. Wonder Boy: Asha in Monster World es el nombre de esta nueva versión creada por G Choice, un título de plataformas de corte clásico que ha recibido un lavado de cara visual, ciertos ajustes y añadidos, siendo además la primera vez que debuta el juego en nuestra región.
Comentar que la versión digital del juego es distribuida por STUDIOARTDINK, mientras que la física corre a cargo de ININ Games (Tesura Games en nuestra región). Como gran extra de la versión física se incluye un código del Wonder Boy IV original, lo que os permitirá disfrutar del juego y ver la evolución hasta la entrega que nos ocupa, conservando incluso sus textos en inglés.
Su historia es la misma en ambos casos, con nuestra protagonista, Asha, tratando de acabar con los monstruos que están asolando su mundo, para lo que tendrá que liberar a los cuatro espíritus confinados por las fuerzas del mal, cuyo origen descubre a lo largo de su viaje. Por suerte, en esta aventura no está sola, conociendo al poco tiempo de comenzar a su nuevo compañero, un Pepelogoo azul especial.
Al igual que ocurre con la mayoría de juegos de plataformas de su época, la trama resulta bastante sencilla y se basa simplemente en un darnos un motivo para comenzar nuestro viaje. Se agradece, eso sí, que esté narrada con mucha simpatía para hacerla accesible a todos los públicos, contando además con ciertos añadidos para darle un mejor sentido y textos en castellano.
En cuanto a mecánicas, en Wonder Boy: Asha in Monster World no encontraréis grandes cambios respecto a lo visto en el juego original, pudiendo atacar con nuestra espada, defendernos con el escudo o saltar, con un ataque especial que se recarga en más o menos tiempo según la espada. No esperéis nada demasiado complejo, ya que desde la aldea Rapadagna, que sirve como eje central, vamos viajando por portales a diferentes lugares según conseguimos los medallones para desbloquearlos, explorando sus laberínticos escenarios, superando zonas de plataformeo con trampas, resolviendo puzles y acabando con montones de enemigos.
Por supuesto, tampoco podía faltar la inestimable ayuda de nuestro compañero Pepelogoo, quien tiene una gran influencia a la hora de superar ciertas zonas plataformeras y algunos puzles. Podemos lanzarlo para activar interruptores, agarrarnos a él para llegar más lejos, realizar un doble salto o congelarlo para usarlo como base, entre otros muchos usos. Es un personaje que da mucho juego y al que se le acaba cogiendo cariño, teniendo que silbarle para que acuda en nuestra ayuda.
Por otro lado, a lo largo de la aventura podemos comprar nuevo equipamiento en forma de espadas y escudos con características especiales o pulseras que aumentan la vitalidad, para lo que necesitamos gastar las monedas que conseguimos. Poco a poco van apareciendo nuevos objetos en las tiendas, así que recomendamos echarles un ojo tras cada mazmorra. También hay cristales azules ocultos en los escenarios que, al conseguir diez, nos permiten obtener un corazón extra muy útil.
Los escenarios son amplios, cuentan con muchas rutas y están bien diferenciados con varios biomas. Al principio son sencillos, pero según avancéis descubriréis que algunos cuentan con un diseño laberíntico que os hará recurrir a un mapa. En ellos encontraréis enemigos variados y con movimientos simples que poco a poco aumentan el desafío. También hay minijefes fáciles de derrotar y jefes que en ciertas ocasiones pueden poneros en un aprieto.
Como veis se trata de una aventura sencilla, que apuesta por un estilo de plataformas clásico y resulta muy accesible para los jugadores. No esperéis mucha dificultad más allá de un par de puntos concretos, ni puzles demasiado complejos. Al final lo que prima es la diversión y, dentro de esa sencillez, es un juego entretenido de principio a fin.
Pero hay un pequeño problema en este sentido, algo que ya ocurría en el juego original, y es que su duración es bastante breve. Puede completarse en unas cuatro o cinco horas, todo dependiendo de si os dedicáis a explorar mucho los escenarios en busca de sus secretos, no ofreciendo demasiados incentivos que inviten a rejugarlo. Pero tranquilos, es de esos juegos a los que siempre apetece volver para revivir la experiencia. Otro punto negativo es que el guardado no se hace automáticamente, teniendo que acceder al menú en cualquier momento para ello. Es algo muy importante, ya que sino os tocará empezar el juego desde el principio al morir.
En el apartado gráfico hemos pasado de un diseño pixelado en 2D a una aventura tridimensional de desarrollo lateral, donde los personajes y enemigos están bien modelados y animados, las localizaciones bastante cuidadas y los efectos resultan llamativos, todo con una gama de colores muy viva que hace que entre rápidamente por los ojos. Quizás no está a la altura de otras remasterizaciones, pero cumple sobradamente y siempre funciona con mucha fluidez.
El sonoro también está a un buen nivel gracias a unas melodías que han sido adaptadas a la actualidad, efectos de sonido que quizás se queden un poco por detrás y un doblaje en japonés bien interpretado, siempre acompañado por textos en español que os ayudarán a comprender sus mecánicas y la historia.
Wonder Boy: Asha in Monster World es, en definitiva, una aventura que sin muchas pretensiones sabe como divertir de principio a fin gracias a unas mecánicas cuidadas que siguen funcionando a día de hoy, un desarrollo variado y un apartado audiovisual actualizado que le sienta realmente bien. El mayor problema lo encontramos en su duración, que resulta demasiado breve incluso si intentamos descubrir todos sus secretos. Pero no os preocupéis, es un título al que apetece volver cada cierto tiempo.
Si os gusta la saga Wonder Boy, Wonder Boy: Asha in Monster World es un juego que no os deberíais perder a pesar de sus carencias, recomendando nosotros además la edición física al incluir el Monster World IV original.