Vídeo análisis de The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel IV

La cuarta entrega de la saga Trails of Cold Steel llega para poner punto y final a la historia de Rean Schwarzer y la Clase VII.

NIS America trae a occidente The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel IV, la nueva entrega de la saga de JRPGs con combates por turnos, para PlayStation 4, Nintendo Switch y PC, que cierra la trama de Trails of Cold Steel. Se trata de un título muy similar a lo visto en anteriores entregas, especialmente a la tercera, aunque cuenta con ciertos ajustes y añadidos de los que os hablaremos más adelante.

Su historia tiene lugar poco después de los hechos acaecidos en la anterior entrega, donde el Imperio está a punto de empezar una nueva guerra con la República de Calvard. Con el fin de parar el Gran Crepúsculo, un fenómeno capaz de acabar con el mundo, los héroes de la Clase VII deben detener los intentos de dominación total del Imperio. Pero hay un problema, el héroe de la Guerra Civil de Erebonia e instructor de la Clase VII, Rean Schawarzer, ha desaparecido. Esto hace que el resto de estudiantes, tanto nuevos como antiguos alumnos, deban localizar a su líder y unir fuerzas con héroes de todo el continente de Erebonia para aprovechar la única posibilidad que tienen de evitar la destrucción total.

Este argumento resulta muy interesante, siendo uno de los aspectos más destacados del juego a pesar de tener muchas partes que se alejan de la trama principal. Está bien narrado y cuenta con personajes bien diferenciados, encontrando montones de referencias a las pasadas entregas de la franquicia que gustarán a los aficionados. Además deja algunas pistas de lo que nos depara el futuro de la saga, si bien no daremos más detalles para evitar spoilers. Eso sí, tenemos que comentar que una vez más el juego nos llega únicamente en inglés, con algunas expresiones que quizás os cueste comprender si no domináis el idioma, y es muy recomendable haber jugado a pasadas entregas para comprender lo que sucede.

Por otra parte, las mecánicas no han variado mucho respecto a lo visto en el anterior juego. Aquí podemos desplazarnos libremente por escenarios que son bastante amplios, cambiando al líder siempre que queramos para explorar, recoger útiles y enfrentarnos a los enemigos en combates por turnos cuando entramos en contacto con ellos. Lo más curioso es que a lo largo de la aventura vamos cambiando entre distintos grupos de personajes, encontrándose estos en diferentes localizaciones y pudiendo formar ciertos vínculos. Además os tocará tomar algunas decisiones que tendrán cierta relevancia en el futuro.

Las batallas, que como hemos comentado comienzan al entrar en contacto con los enemigos y si golpeamos al rival antes podemos obtener una pequeña ventaja, se desarrollan por turnos, manejando a un grupo de hasta cuatro personajes que podemos sustituir por otros. Aquí podemos movernos por los escenarios, atacar, utilizar objetos, Arts (similares a las magias) que requieren un tiempo de espera, movimientos especiales conocidos como Crafts, dar órdenes que confieren mejoras temporales a cambio de Brave Points e incluso enlazar personajes para que se ayuden en determinadas situaciones del combate.

Uno de los aspectos más importantes de todo el juego vuelve a ser los Link Attacks, los cuales se activan al romper la defensa enemiga localizando sus puntos débiles y permiten formar una cadena de ataques en la que pueden participar todos los personajes de nuestro grupo. Es muy útil y esencial para acabar con los jefes más poderosos, especialmente cuando la dificultad elegida es alta. Tampoco podían faltar los S-Crafts, que son movimientos muy potentes de cada personaje y causan un gran daño a costa de muchos CP, la invocación de poderosos mechas al combate al avanzar en el juego y las queridas Lost Arts.

Al ganar combates obtenemos experiencia con la que subir de nivel y mejorar las estadísticas de los personajes. Esto es quizás uno de los puntos que más choque a los jugadores. Hay tantos personajes disponibles que puede llegar a abrumar (un total de 39 sacados de los arcos de Liberl y Crossbell, así como los de la Clase VII) y llevar a la confusión si no sois seguidores de la franquicia. Pero tranquilos, su sistema es sencillo de entender y todos ellos están bien diferenciados.

Otro aspecto que regresa es la elaboración, pudiendo crear Crafts a cambio de los sephits que conseguimos o incluso cambiar unas por otras. No es que las habilidades que confieren sean muy útiles, que también, sino que mejoran las estadísticas de cara a los combates para que resulten más sencillos. El mayor cambio en este sentido lo encontraréis en los cuarzos secundarios, que no disponen de un límite de usos como en el tercer juego.

Los escenarios son amplios y cuentan con varias rutas a explorar, aunque no esperéis un gran mundo abierto. Estos ofrecen muchos secretos en forma de cofres, objetos que podemos romper e incluso poderosos jefes ocultos que dan jugosas recompensas. Por supuesto hay tanto tareas principales como otras secundarias a realizar, así como diversos minijuegos como la pesca, el casino para jugar al póker y el blackjack, las batallas de cartas Vantage Master, el juego de puzles competitivo Pom! Pom! Party! o la galería de tiro Horror Coaster. Todo lo que vayamos haciendo quedará registrado en el diario para que podamos consultarlo en cualquier momento, incluidas las recetas.

Como veis, hay mucho por hacer en Trails of Cold Steel IV, pero las sorpresas no acaban aquí. También hay eventos de amistad en los que toca tomar decisiones para ir mejorando las relaciones e incluso poder llegar a algo más en el tramo final de la aventura. Todo ello nos da una duración bastante extensa (unas 40 de historia y más de 100 para descubrir todos los secretos), con varios finales disponibles y muchos secretos que le aportan rejugabilidad, si bien es cierto que es algo más corto que la tercera entrega.

En cuanto al apartado gráfico, se muestra muy continuista con la tercera entrega, con personajes bien animados y expresivos, aunque con movimientos un tanto ortopédicos en las escenas, escenarios variados de gran amplitud y efectos llamativos, sobre todo con los movimientos especiales de los protagonistas. No esperéis nada demasiado espectacular, ya que hay muchas texturas planas, está dividido por zonas y hay detalles mejorables, pero sabe como llegar al jugador a través de una cuidada dirección artística. Además funciona con bastante fluidez en todo momento.

El sonoro nos ha gustado mucho más, con melodías sacadas de anteriores entregas y otras nuevas creadas para la ocasión que ofrecen mucha variedad a lo largo de la aventura para que nunca se vuelvan repetitivas. Las hay relajadas, más animadas con un toque de rock e incluso vocales de gran calidad. Por otro lado, cuenta con selector de voces tanto en inglés como en japonés, estando el doblaje bastante cuidado y siempre acomapañado de buenos efectos. Los textos, como ya avanzamos, nos llegan únicamente en inglés.

Como conclusión, The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel IV es una aventura entretenida, variada y bastante continuista en cuanto a mecánicas que pone fin a la historia de Rean tras cuatro juegos, abriendo nuevas incógnitas que dejan entrever el futuro de la saga. Lo mejor es que está lleno de referencias a pasados juegos, lo que incluye a montones de personajes controlables. Aunque es un título que cualquiera podrá disfrutar, serán los verdaderos aficionados los que comprendan todo lo que sucede en pantalla y quienes mejor lo pasarán a pesar de tener ciertas partes enrevesadas.

Los que hayan seguido Trails of Cold Steel desde sus inicios no deberían perderse esta última entrega, con un final bastante épico que merecerá la pena descubrir.

Salir de tu cuenta
Accede a tu cuenta