Vídeo análisis de Like a Dragon: Ishin!

Lucha para derrocar la dictadura militar mientras buscas tu propia venganza y esclarecer lo sucedido en Like a Dragon: Ishin!

SEGA y Ryu Ga Gotoku Studio recuperan un clásico spin-off de la franquicia Yakuza, lo rehacen y añaden nuevos contenidos y mejoras para su debut en occidente con el lanzamiento de Like a Dragon: Ishin! Ya disponible para PC, consolas PlayStation y Xbox, este título conserva todo lo que hace grande a la saga, con una trama muy trabajada, combates divertidos, muchos minijuegos y variedad en su desarrollo, pudiendo descubrirlo en profundidad con nuestro análisis:

Su historia nos lleva hasta 1867, donde la paz está llegando a su fin al congregarse diversas facciones a lo largo de la nación para prepararse para una guerra civil. Los conservadores del imperio se unen bajo la causa del Sonno Joui, que se basa en el respeto al emperador y la expulsión de los bárbaros, mientras luchan por derrocar la dictadura militar de Japón y cerrar sus fronteras a la influencia externa. Por otro lado, el bakufu, gobierno vigente, ha asignado fuerzas policiales especiales para mantener el orden, siempre que colaboren sin desenvainar las espadas unos contra otros.

Aquí entra en juego nuestro protagonista, Sakamoto Ryoma, quien es acusado de asesinar a un ser querido y se ve obligado a huir y renunciar a su nombre para pasar inadvertido. Para descubrir la verdadera identidad del asesino, decide infiltrarse en el infame grupo de los Shinsengumi adoptando el alias de Saito Hajime, comenzando aquí un viaje de justicia y venganza que cambiará el panorama del país.

Este argumento, como suele ser habitual en la franquicia, está genialmente narrado, contando con multitud de conversaciones que nos hablan de la situación actual del país y nos ayudan a profundizar en su mundo, todo con unos personajes que desprenden mucho carisma. Aunque se basa en una historia real, no esperéis una adaptación totalmente fiel, tomándose algunas libertades para ofrecer momentos de tensión, drama e incluso el humor que siempre ha caracterizado algunas de las partes de la saga. Para los seguidores de la franquicia muchos de los rostros les serán familiares, ya que simplemente se han dedicado a adaptarlos a la época.

Pasando a sus mecánicas, estamos nuevamente ante un RPG de acción tridimensional con un pequeño mundo abierto dividido en zonas que podemos recorrer libremente, donde encontraréis multitud de establecimientos en los que comprar, vender o crear útiles, muchos minijuegos y, sobre todo, peleas por doquier tanto con enemigos normales como contra algunos jefes poderosos.

Estos combates siguen una tónica muy similar a lo visto en el resto de la franquicia, comenzando tras encontrarnos a un grupo que se nos encara o una serie de sucesos. Aquí contamos con cuatro estilos de lucha entre los que podemos cambiar rápidamente: Camorrista, que se centra en atacar con los puños, los agarres y la posibilidad de utilizar ciertos objetos del escenario; Espadachín, donde se utilizan movimientos ágiles de katana para atacar y desviar acometidas a cambio de dejar desprotegida la espalda; Pistolero, ideal para mantener las distancias a pesar de su escasa potencia; y Bailarín salvaje, un estilo que combina una katana y una pistola para enfrentarnos rápidamente a grandes grupos a cambio de una defensa baja.

Como es habitual, cada uno de estos estilos cuenta con su propio árbol de habilidades, ganando orbes al utilizarlos que podemos gastar en sus respectivas ramas o bien conseguir otras de entrenamiento a invertir en cualquiera de ellos. Hay incluso algunas ranuras que aparecen bloqueadas a las que sólo tendréis acceso tras cumplir una serie de requisitos.

No podían faltar las acciones de Furor, que se pueden activar tras rellenar su respectivo medidor y al darse ciertas condiciones. Estos movimientos son muy poderosos y causan un gran daño a los rivales, pudiendo usar objetos, nuestras armas o incluso el propio escenario en sí para sacar ventaja.

Al avanzar lo suficiente en la aventura conseguimos también cartas de tropas que se asignan a las diferentes direcciones de la cruceta y que podemos usar una vez se rellene su indicador. Estas unidades, que se dividen por rarezas y tipos, se pueden conseguir invirtiendo dinero o al reclutarlas por el mapeado, contando cada una con su propio nivel que irá subiendo al acumular experiencia. Son muy útiles y le aportan un toque más surrealista al juego.

Por supuesto, tan importante como todo esto es el equipamiento. Encontraréis todo tipo de katanas, pistolas o piezas de armadura de diferente categoría, las cuales se pueden conseguir de misiones, al comprarlas, crearlas con los materiales requeridos en la herrería e incluso mejorarlas si la situación lo permite. Para ello deberéis haceros con unas esferas que se les pueden acoplar a ciertas partes.

Uno de los aspectos más destacados de la franquicia son las tareas secundarias, y en Like a Dragon: Ishin! no podrían ser menos. Al desarrollarse el juego en la antigüedad, era lógico que no encontráramos las clásicas recreativas, pero eso no impide que podamos tener otras opciones como cantar, bailar, carreras de pollos, arenas en las que combatir, shogi, mahjong o incluso lugares en los que ligar, por poner algunos ejemplos.

Junto a ellas encontraréis todo tipo de misiones optativas la mar de divertidas, que además de mejorar nuestra relación con los personajes otorgan generosas recompensas. Las más destacadas en este sentido tienen que ver con el Shinsengumi, que nos llevan a liderar a nuestro grupo a través de diversas misiones en mazmorras cargadas de enemigos y muchos útiles a conseguir.

La novedad más grande aquí la tenemos en unos puntos de virtud que se consiguen al realizar todo tipo de misiones, los cuales se pueden invertir al visitar los santuarios en mejorar nuestra resistencia al correr, el nivel de cocina, desbloquear las verduras que podemos plantar en un huerto o decoración para la casa, entre muchos otros extras.

En cuanto a duración, la campaña de Like a Dragon: Ishin!, que se divide en 13 capítulos y un epílogo, puede completarse en poco más de 20 horas, tiempo que se más que duplicado si nos dedicamos a hacer todas las tareas secundarias disponibles, que no son pocas. Además, estas misiones optativas están muy trabajadas, invitándonos siempre a recorrer cada rincón de los escenarios para descubrirlas.

El apartado gráfico, aunque cumple sobradamente, cuenta con algunas luces y sombras. Por un lado tenemos nuevos modelados para los personajes principales y algunos efectos que han sido mejorados desde su lanzamiento en PS3, aunque por otro hay secundarios y ciertas animaciones que se han conservado o pequeñas cargas entre zonas que chocan con el resto de novedades. El escenario tiene su atractivo y está lleno de detalles para darnos una genial ambientación, diferenciándose este de otros títulos de la saga Yakuza para evitar la sensación de reciclaje. Además veréis que hay un modo foto para poder capturar los momentos más interesantes del juego.

En el sonoro encontraréis todo tipo de melodías de corte oriental que le sientan genial a la ambientación junto con buenos efectos y voces en japonés muy bien interpretadas, si bien no están disponibles en todos los diálogos. Pero lo mejor de todo es que en esta ocasión nos llega con textos en castellano de gran calidad, haciendo que sea más sencillo seguir la historia y comprender sus mecánicas.

Como conclusión, Like a Dragon: Ishin! trae a occidente un spin-off de Yakuza de gran calidad y que sabrán disfrutar sus aficionados, gracias a su elaborada historia, los divertidos combates o la gran cantidad de tareas optativas a realizar, todo aderezado con una ambientación que le aporta algo de diversidad a la saga. Es cierto que hay detalles mejorables que proceden de su versión de PlayStation 3, pero en general cumple con creces.

Lo que podemos decir, sin duda alguna, es que es un título que sus seguidores no deberían perderse, conservando todo lo que hace grande a la franquicia para ofrecer diversión a cada paso que damos.

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