Square Enix y Luminous Productions nos traen un nuevo RPG de acción narrativo en tercera persona en el que nos toca rescatar el mundo de Athia usando todo tipo de poderes mágicos y un sistema de desplazamiento muy ágil, Forspoken. Ya disponible para PlayStation 5 y PC, el juego cuenta con una demo disponible para probar todas sus cualidades, las cuales os contamos además en nuestro análisis.

La historia de Forspoken nos pone en el papel de Frey Holland, una joven neoyorkina que, tras una serie de sucesos derivados por su desafortunado estilo de vida, se ve arrastrada a vivir en la calle. Poco tiempo después encuentra un misterioso brazalete que, al cogerlo, desprende una luz cegadora, transportándola entonces hasta un mundo fantástico conocido como Athia. Sin saber cómo llegó allí, ahora tendrá que viajar por este lugar devastado por una misteriosa fuerza conocida como el Desgarro y sobrevivir. Equipada con un brazalete parlante al que llama Cepo, que le proporciona inmunidad a este fenómeno, Frey se convierte en la última esperanza de Athia y debe valerse de sus nuevas dotes mágicas para salvar este mundo, encontrar respuestas y el camino de vuelta a casa.

Es una trama bien narrada que trata sobre el crecimiento personal de Frey, donde destaca el trasfondo de un mundo que descubrimos mediante multitud de documentos y ciertas sorpresas que nos aguardan en la parte final de la aventura. Peca de ser algo simplón y de caer en algunos clichés del género, sobre todo con ciertos diálogos prescindibles, pero en general es entretenido y sabrá como despertar vuestro interés en determinados puntos de la aventura.

En sus mecánicas, Forspoken es una aventura de rol y acción en tercera persona que se desarrolla en un enorme mundo abierto. Además de movimientos básicos como andar, correr o saltar, nuestra protagonista puede utilizar un parkour mágico que le permite viajar a toda velocidad por su mundo, escalar con fluidez o, llegado el momento, usar una especie de gancho para alcanzar grandes alturas o distancias. Hemos de decir que este parkour mágico gasta porciones de un indicador, aunque se recupera con el tiempo y podemos evolucionarlo para que desplazarse por los escenarios sea una delicia.

El brazal, el cual nos proporciona estos poderes, también nos ayuda en combate, pudiendo utilizar hechizos y destrezas para enfrentarnos a todo tipo de criaturas. Cada mano de Frey cuenta con una serie de hechizos de diferente índole, ya sean ofensivos o defensivos, necesitando según su poder más o menos tiempo de espera para que se recuperen. También contamos con un indicador de sobrecarga con el que desatar un poderoso ataque, así como la posibilidad de utilizar el parkour para esquivar las acometidas rivales y el poder de Cepo para protegernos ligeramente.

Al principio no hay mucha variedad de hechizos, pero poco a poco conseguiréis maná al subir de nivel o recogerlo de los escenarios para desbloquear otros nuevos en un completo árbol de habilidades. Además, todos ellos se pueden mejorar aún más al cumplir una serie de objetivos secundarios. Por si fuera poco, al avanzar en la aventura conseguiréis otros poderes elementales, desbloqueando nuevos árboles de habilidades que serán más o menos útiles según el enemigo al que os enfrentéis.

Los controles de Forspoken, aunque en los primeros compases pueden parecer algo confusos, son muy intuitivos y nos permiten desatar todo tipo de combinaciones mágicas sin mucho esfuerzo, haciendo que las batallas resulten ágiles, entretenidas y con muchas posibilidades. Como decimos, las novedades en sus mecánicas se van introduciendo poco a poco en la aventura, lo que hace que el aprendizaje sea muy llevadero. Además, en el caso de PS5, el DualSense ha sido bastante aprovechado para sentir en nuestras manos el poder de Frey a través de la vibración háptica y los gatillos adaptativos, así como el altavoz para las conversaciones con Cepo.

En cuanto al mundo, Athia es gigantesco y está lleno de objetos a recoger, enemigos poderosos y todo tipo de tareas optativas que ofrecen extras muy útiles para avanzar, como laberintos sellados, encontrar gatos mágicos, monumentos de diferentes tipos, puntos a fotografiar o visitar templos caídos lleno de enemigos, por poner algunos ejemplos. Por supuesto, también encontraréis unos mapas y torres con las que localizar lugares importantes de los escenarios, o refugios donde descansar, mejorar el equipamiento mediante materiales, las capacidades de las bolsas, obtener ciertos beneficios con los gatos o crear objetos, entre otros. El problema viene dado por unas misiones secundarias que se repiten hasta la extenuación, donde apenas vemos evolución a lo largo de la aventura y llegan a hacerse pesadas con el paso de las horas.

Algo similar nos ocurre con los enemigos, de los cuales no hay mucha variedad y que suelen repetirse en exceso, cambiando ligeramente su aspecto y poder para que se sientan diferentes en el desarrollo. Si bien los jefes de la historia principal nos han gustado mucho, así como algunos poderosos que aparecen por el mundo cuando acecha el Desgarro, muchos de los que enfrentamos en las tareas optativas también tienden a repetirse, consiguiendo que al final sea sencillo acabar con ellos por conocer sus puntos débiles.

Por otro lado, derrotar enemigos y completar misiones nos proporciona experiencia y diferente equipamiento, como capas, diseños de uñas y collares que podemos ponernos para mejorar las estadísticas de Frey y aplicarle diferentes habilidades pasivas, bebidas revitalizantes para recuperar salud o incluso materiales que podemos utilizar para mejorar y aplicarle efectos a dicho equipo. Normalmente estos objetos se encuentran esparcidos por el mapa o se dan como recompensas de las misiones, aunque también aparecerán dentro de cofres, algunos de los cuales cuentan con puzles sencillitos a resolver para conseguirlos.

En cuanto a duración, la campaña principal de Forspoken puede dar para unas 15 horas de juego, divididas entre 13 capítulos. Este tiempo variará en función de lo que os dediquéis a explorar su mapa, cuyas tareas secundarias harán que el juego pueda irse fácilmente por encima de las 40 si queréis descubrir todos los secretos que oculta.

El apartado gráfico del juego es muy vistoso gracias a lo enorme que es su mundo, lo detallado que está y la velocidad a la que podemos recorrerlo, estando sus texturas muy cuidadas y con algunas zonas realmente buenas. Los personajes no están nada mal, especialmente los principales, si bien nos hubiera gustado que sus expresiones se hubieran cuidado más. Peca de tener en ocasiones un aspecto demasiado genérico, problemas con la iluminación en lugares muy concretos o una cámara un tanto caótica en los espacios cerrados, pero en general cumple. Destacar en este sentido los efectos causados por el poder de Frey, que resultan muy espectaculares. Contar también que cuenta con tres modos gráficos en el caso de PS5: Calidad, Seguimiento de Rayos y Rendimiento, adaptándose a las preferencias de cada jugador.

En el sonoro encontraréis muchas melodías de gran calidad que se adaptan a la perfección a los diferentes momentos que vivimos en la aventura, con unos efectos de sonido de soberbios, doblaje en inglés muy cuidado y subtítulos en castellano para que sea más sencillo seguir la historia y comprender su funcionamiento.

Como conclusión, Forspoken nos ha gustado mucho, siendo impresionante recorrer Athia a toda velocidad gracias a los movimientos ágiles de Frey y con unos combates muy fluidos y llenos de posibilidades. La historia es interesante a pesar de haber algún que otro diálogo prescindible, donde encontraréis un tramo final realmente intenso y lleno de sorpresas. En lo negativo encontramos tareas optativas que, si bien en los primeros compases resultan divertidas, acaban repitiéndose con el paso de las horas en exceso y unos diseños de escenarios que a veces pecan de genéricos.

Por lo demás, Forspoken es un título que intenta diferenciarse del resto en su estilo de combate y a la hora de viajar por el mundo, estando en este sentido a la altura y sabiendo como atraparnos de principio a fin gracias a lo espectaculares que resultan sus batallas.