Vídeo análisis de It Takes Two

Los creadores de Brothers: A Tale of Two Sons y A Way Out, Hazelight, nos traen junto a EA una nueva aventura cooperativa, It Takes Two.

Hazelight, un estudio de desarrollo que se especializa en contar historias a través de juegos cooperativos y con mecánicas únicas, nos presenta junto a Electronic Arts una nueva aventura, It Takes Two. Se trata una vez más de un título divertidísimo que se centra en la cooperación de los jugadores para resolver los puzles que nos plantean mientras superamos zonas de plataformeo y a algunos enemigos, todo con montones de herramientas que irán ampliando sus posibilidades a lo largo del desarrollo. Debido a su naturaleza, sólo podrán participar dos jugadores, ya sea a través del cooperativo local o del online con el pase de amigo.

Su historia se centra en el mal momento al que se enfrenta la pareja de Cody y May, cuya relación está al borde del divorcio y está afectando seriamente a su hija Rose. Esto hace que la joven lo pase mal y, tras derramar unas lágrimas, se lance un hechizo que convierte a sus padres en muñecos, comenzando a partir de aquí un peligroso y fantástico viaje en el que intentarán volver a la normalidad mientras que el Dr. Hakim, un libro gurú del amor, los reta a salvar a regañadientes su estropeada relación.

Esta trama nos ha encantado por estar contada con un tono desenfadado y emotivo, todo con una gran narrativa que permite seguir a la perfección su argumento. Aquí poco a poco vamos conociendo todos los detalles que han llevado a que la relación se estropee y que su hija se haya visto afectada, viendo los personajes a lo largo del desarrollo los errores que cometieron. Es una historia emotiva y única en la que también encontraréis muchos momentos divertidos que utilizan la fantasía para aportarle más espectacularidad y situaciones inesperadas. Por supuesto, los textos del juego nos llegan en perfecto castellano.

Sus mecánicas son muy sencillas, eligiendo al principio de la aventura cada jugador a un personaje: Cody o May. A partir de este momento, la pantalla se divide en dos para que cada uno tenga libertad a la hora de manejar la cámara y a su protagonista. Podemos desplazarnos en cualquier dirección, agacharnos, correr, impulsarnos, realizar un salto doble, un golpe en caída o interactuar con diversos objetos, aprovechando estas habilidades a lo largo de la aventura para intentar solucionar los diferentes puzles que nos proponen. Estos controles funcionan de manera muy precisa para hacer que su jugabilidad sea una delicia.

Pero si algo nos ha sorprendido de esta aventura es la variedad de situaciones que encontramos a lo largo de su desarrollo, para lo que nos dan nuevas herramientas a cada momento. Tenemos clavos que podemos lanzar para crear un camino que nuestro compañero tendrá que superar usando su martillo para balancearse, cuerdas con las que aferrarnos a ciertos lugares para alcanzar nuevas distancias, railes por los que deslizarnos esquivando obstáculos, botas gravitacionales o la posibilidad de cambiar el tamaño de nuestro personaje, siendo estas solo algunos ejemplos.

No es un juego en el que se pueda morir fácilmente, encontrando siempre puntos de control cercanos que nos invitan al ensayo y error. Esto cambia un poco cuando nos enfrentamos a los enemigos, donde aparece vitalidad para nuestros personajes y, si ambos mueren, toca empezar desde el principio. Pero no os preocupéis, son tramos bastante sencillos de superar. Sin embargo, también encontraréis desafiantes jefes con una barra de vitalidad más amplia que os obligarán a estudiar vuestras herramientas y el escenario para intentar encontrar sus puntos débiles.

Los escenarios son bastante grandes, muy variados y cuentan con muchos secretos que merece la pena descubrir, haciendo que la exploración sea una delicia. Como os decimos, uno de sus puntos fuertes es que no deja de sorprender en ningún momento, utilizando la pequeña escala de nuestros personajes para ofrecernos situaciones realmente únicas llenas de ideas originales que consiguen que en ningún momento se vuelva aburrido y queramos seguir avanzando. Tanto es así que no solo tenemos que colaborar con nuestro compañero de viaje, sino que a veces incluso podemos enfrentarnos a él en uno de sus diversos minijuegos escondidos por los rincones de su mundo, encontrando un total de 25 a lo largo de la aventura.

Quizás, por poner alguna pega, diremos que al ofrecer tantas situaciones diferentes al final no se acaba de profundizar y sacarles provecho a algunas de sus mecánicas, las cuales, por otra parte, nos han parecido que funcionan perfectamente. Otro punto negativo es que se trata de una aventura bastante sencilla para aquellos jugadores que estén acostumbrados a los juegos de plataformas, aunque entendemos que esté pensado para llegar a un público más amplio al ser más accesible.

La duración de It Takes Two es de aproximadamente doce horas. No esperéis coleccionables de ningún tipo, aunque sí que hay montones de objetos con los que interactuar que ofrecen aún más sorpresas y algunos homenajes a otros juegos de la industria, lo que le aporta mucha rejugabilidad a la aventura.

Su apartado gráfico nos ha parecido espectacular, con una cuidadísima dirección artística y un acabado técnico muy bueno. Los personajes utilizan un estilo cartoon muy llamativo y cuentan con animaciones trabajadas, mientras que los escenarios son amplios, muy variados,  están plagados de detalles y cuentan con una gran distancia de dibujado. Si a todo ello le sumamos unos efectos cuidadísimos como la iluminación o las físicas, tenemos un producto redondo y que además funciona con mucha fluidez en todo momento.

En el sonoro encontraréis melodías que normalmente se quedan en un segundo plano para dejar el protagonismo a su ambientación, con grandes efectos y un doblaje en inglés de una calidad excelente que capta a la perfección los sentimientos de los personajes. Los textos, como os hemos avanzado, están en perfecto castellano, si bien nos hubiera gustado que el juego se hubiera doblado a nuestro idioma.

It Takes Two es, en definitiva, una de las primeras grandes sorpresas de este año, con una narrativa muy cuidada, mecánicas que funcionan perfectamente y que van añadiendo nuevos utensilios a lo largo de la aventura, una apartado audiovisual de lujo y un desarrollo tremendamente variado y divertido que no decae ni un momento. Quizás sea bastante fácil para aquellos que estén acostumbrados a los plataformas, pero aún así lo pasarán en grande intentando descubrir todos sus secretos.

Aquellos que busquen un título cooperativo para disfrutar en familia o con un amigo a través del online, encontrarán en It Takes Two un juego imprescindible e inolvidable.

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