La editorial Team17 y la desarrolladora Wonderscope Games nos traen su nuevo simulador de comunidad en el que nos toca realizar diversas tareas para mejorar el aspecto y la calidad de vida de un pueblo e invitar a otros personajes a que se muden allí, Hokko Life. Con muchos lugares a visitar, residentes con diferentes peticiones y nuevas opciones que aparecen según la hora, el clima y a estación del año, tenemos una aventura de larga duración que podéis descubrir en nuestro análisis.
Su historia nos pone en el papel de un personaje que creamos a nuestro gusto y al que le ponemos un nombre nada más comenzar la aventura. Este decide coger el tren y embarcarse en una nueva vida desde cero en un poblado conocido como Hokko. Cuando llega allí descubre que apenas hay habitantes y que el lugar no es demasiado acogedor, por lo que comienza a buscar materiales para arreglar algunos aspectos del mismo. Al descubrir su habilidad, los residentes le piden a nuestro protagonista que se quede y les ayude a darle un mejor aspecto al pueblo, comenzando así una aventura en la que recolectar materiales, crear diferentes útiles, hacer que el lugar sea más acogedor y que la comunidad crezca poco a poco.
No es una trama demasiado original, si bien nos pone en situación y nos permite conocer a personajes bastante simpáticos. Además las conversaciones no son muy extensas, haciendo que el ritmo no decaiga más allá de los primeros compases, cuando se nos dan todas las explicaciones del funcionamiento del juego.
Como hemos dicho, nada más empezar nos toca crear a nuestro personaje, eligiendo su color de piel, ojos, pelo y diferentes colores para el mismo. No os preocupéis demasiado por su aspecto, ya que podrá modificarse a lo largo de la aventura, ya sea su estilo de pelo, color o la ropa y accesorios que lleva encima, la cual llegado el momento incluso podréis fabricar a vuestro gusto con diferentes patrones de tela y colores.
Una vez hecho a nuestro gusto, empieza la aventura, pudiendo desplazar al personaje en cualquier dirección, correr, saludar e interactuar con determinados objetos, añadiendo nuevas acciones al avanzar, además de tener una bolsa de espacio limitado para los objetos. Poco después nos toca elegir nuestra casa, pero tranquilos, puede no ser la definitiva. Llegado el momento Rosa abre una agencia inmobiliaria donde podemos crear nueva casas para los residentes, destruir las existentes, recolocarlas, elegir quien queremos que viva allí o decorarlas a nuestro gusto, pudiendo crear así la población de nuestros sueños.
Hokko Life es un simulador de comunidad y, como tal, nos toca cumplir con las exigencias de otros residentes. Para ello contamos con diferentes herramientas a nuestra disposición. Aunque al principio solo tenemos un hacha, poco a poco se van sumando nuevas herramientas que amplían las posibilidades de interactuar con el entorno, como una pala para cavar, un pico para extraer minerales, una caña para pescar, una red para insectos o un rastrillo y una regadera para cuidar de nuestros cultivos, entre otros.
A medida que vamos obteniendo materiales, estos se pueden usar en el taller de Sally para crear nuevos útiles, como herramientas mejoradas, muebles e incluso estructuras a nuestro gusto para que todo quede más personalizado, siendo el creador uno de los elementos más destacados del juego y pudiendo compartir nuestras creaciones con otros jugadores. Eso sí, para poder utilizar ciertas estructuras, patrones y colores antes tendréis que desbloquearlos comprándole a Sally sus fórmulas.
Para poder avanzar en el juego no solo tendréis que dejar que los días pasen o completar las tareas que nos encomiendan los residentes, sino también ganar méritos municipales. Estos son una serie de desafíos divididos por categorías que, al cumplirlos, nos otorgan recompensas como dinero, nuevos planos o habilidades, siendo el sistema de progresión más destacado de la aventura.
No queremos olvidar que hay varias instalaciones interesantes, como un hotel en el que consultar lo que podemos hacer y cambiar nuestro nombre, la inmobiliaria para crear casas y hacernos con decoración exterior, una tienda en la que comprar nuevos útiles y elementos de decoración, el taller donde crear objetos o una tienda de estética en la que cambiar nuestro aspecto y comprar prendas y accesorios, entre otras.
Algo que nos ha gustado mucho es el sistema de progresión. Al principio apenas hay localizaciones a visitar, pero poco a poco vamos construyendo puentes, escaleras e incorporando iluminación a zonas oscuras para llegar a nuevas localizaciones. Otras, sin embargo, se desbloquean al realizar ciertas tareas o dejando que pase el tiempo, como la zona de cultivo en las que comprar semillas y árboles o una pequeña isla en la que buscar nuevos recursos y objetos para la arqueología con un detector de metales.
Como no podía ser menos, el juego incluye un componente online, donde tenemos que coger el tren para llegar al Centro de la ciudad en el que nos encontramos las creaciones de otros jugadores que podemos descargar y hacer que nos las manden a nuestro buzón, pudiendo incluso utilizar códigos para encontrar los objetos de un jugador en concreto. En este lugar se celebra el Desafío de los creadores, una serie de retos con una determinada temática que hará que las mejores creaciones sean expuestas.
Tal y como se espera de un juego de estas características, Hokko Life os durará tanto como os atraiga su propuesta. No solo hay montones de insectos, peces y objetos arqueológicos a descubrir, sino que al haber tantas tareas a realizar, ropa y accesorios a comprar y cambiar los contenidos con los horarios y las estaciones, hace que su duración sea casi infinita. A ello hay que sumarle que las tiendas adaptan sus contenidos a las diferentes festividades, así como las creaciones de otros jugadores.
Pero no es oro todo lo que reluce, y es que nos hemos encontrado algunos pequeños problemas que afean el resultado final, aunque esperamos que sean solucionados en un futuro. Hay bugs que nos han bloqueado al personaje en ciertos lugares o que han impedido cortar algún árbol, por poner ejemplos, así como una cámara fija que a veces impide que coloquemos bien objetos o localicemos otros. Esto hace que, aunque el sistema de creación y colocación de útiles sea muy completo, no siempre resulte todo lo cómodo que nos gustaría.
El apartado gráfico en general nos ha gustado, con escenarios amplios y variados, personajes de estilo cartoon bastante simpáticos y bien animados, buenos efectos de iluminación o diseños cuidados para los objetos. Hay algún que otro aspecto mejorable, como las sombras, pero en general nos ha gustado y es apto para toda la familia.
En el sonoro tenemos una buena selección de melodías que acompañan bien cada una de las situaciones que vivimos en el juego, con efectos trabajados y ese toque de simpatía que buscan. Los personajes no tienen voz, apareciendo lo que dicen que en bocadillos. Los textos se encuentran en varios idiomas, entre ellos el español con alguna que otra errata.
Como conclusión, Hokko Life es un título relajante en el que pasar multitud de horas ayudando a los residentes, capturando peces e insectos, buscando secretos, creando útiles o mejorando el aspecto del pueblo, con transición entre el día y la noche y cambios estacionales que hacen que muchas cosas cambien. Hay aspectos mejorables, como la colocación de algunos objetos o ciertos bugs, pero nada que no se pueda solucionar mediante parches. Lo que si nos hubiera gustado ver es algo diferenciador, ya que se limita a imitar ideas vistas en otros juegos.
Si os gustan los simuladores comunitarios encontraréis en Hokko Life un juego bastante completo, en el que destacan la gran cantidad de tareas disponibles y su creador.