La desarrolladora The Gentlebros y la editorial Kepler Interactive nos traen una nueva entrega de su RPG de acción 2,5D de mundo abierto, estando protagonizado en esta ocasión por gatos corsarios que buscan tesoros: Cat Quest III. Disponible el próximo 8 de agosto (Día Internacional del Gato) para PC, PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox Series X|S, Xbox One y Nintendo Switch, descubre lo que te espera en este peligroso viaje con nuestro análisis.
Su historia nos habla del tesoro más legendario de todos los tiempos, la Estrella Polar, la cual cayó de los cielos y, según se dice, es capaz de conceder los deseos de aquel que logre ponerle sus patas encima. A aquellos que se embarcaron en su búsqueda se les conoció como Buscantes, los cuales se encargaron de esconderla temiendo lo que podría pasar si cayera en malas zarpas. Pasaron los años y las historias se convirtieron en mitos, y los mitos en leyendas. Ahora, un nuevo grupo de bucaneros se embarca en busca de este legendario tesoro por el Gatoribe, entre los que se encuentra nuestro protagonista.
Esta trama, dentro de su sencillez, nos ha gustado mucho, estando siempre llevada con mucho humor, simpatía y utilizando el tono gatuno al que nos tiene acostumbrados la franquicia. Además hay alguna que otra sorpresa a lo largo del desarrollo que sabe mantener nuestro interés y que hace que todo resulte más ameno.
En cuanto a mecánicas, Cat Quest III es un RPG de acción 2,5D de mundo abierto que podemos jugar tanto en solitario como con la compañía de otro jugador para enfrentarnos a pirratas. Nada más comenzar os dará a elegir entre dos aspectos, aunque no tendrá demasiada importancia más allá de su estética, apareciendo un gato blanco cuando juguemos en cooperativo.
Sus controles son muy accesibles, pudiendo atacar, esquivar rodando, cambiar entre un arma de ataque cuerpo a cuerpo o a distancia y utilizar hechizos llegado el momento. Para viajar por el agua con rapidez contamos con un barco, el cual puede impulsarse para esquivar proyectiles, disparar a los rivales (incluso a los que se encuentran en tierra firme) y ejecutar otros ataques más potentes a medida que los conseguimos. También podemos recorrer el agua sobre un flotador, aunque es menos aconsejable al ser más lento y quedar expuestos a los ataques rivales sin poder contraatacar.
Si optáis por jugar en cooperativo, debéis saber que todo el equipamiento que consigáis es compartido. Además, cuando nuestro compañero cae en combate, siempre podemos intentar resucitarlo colocándonos junto a él, lo que nos deja expuestos a los rivales. ¿Hace esto que el juego sea más sencillo? En principio sí, pero las peleas también resultan algo más caóticas.
Desde un primer momento hay mucha libertad para recorrer su mundo como queramos, si bien es aconsejable seguir un determinado orden por tener los enemigos un nivel demasiado alto en ciertas zonas. Para poder aumentar el nuestro, como siempre, podemos acabar con enemigos de tierra, del agua o bien completar ciertas tareas secundarias, recibiendo entonces puntos de experiencia que nos harán subir de nivel y, en consecuencia, aumentar las estadísticas de nuestro personaje.
Tan importante como nuestro nivel es el equipamiento. Hay muchos tipos de armas cuerpo a cuerpo y a distancia con propiedades únicas que se adaptarán al estilo de juego de cada uno, ya sean con efectos elementales, potencia bruta o proporcionando un impulso potente, por poner algunos ejemplos. También hay partes a equipar como sombreros, trajes e incluso joyas que mejoran las estadísticas y añaden otros efectos, pudiendo equipar más de estas últimas según subimos de nivel, así como hechizos muy poderosos que están limitados por unos indicadores que se rellenan al atacar a los rivales, consiguiendo más piedras para ejecutarlas al encontrar a unos “seres especiales”.
Todo el equipamiento se puede mejorar invirtiendo dinero en el herrero, lo que hará que poco a poco el juego se vuelva más sencillo y accesible sin importar el nivel de habilidad del jugador, así como al encontrar piezas duplicadas. Junto a él hay una maga con la que mejorar hasta tres niveles los hechizos aprendidos gastando los cristales mágicos que encontraréis por su mundo. Por si fuera poco, también hay una taberna en la que podréis ver los carteles de “Se busca” de infames piratas, consiguiendo jugosas recompensas por ellos si los derrotamos.
Por otro lado, nuestro barco puede equipar más potenciadores y armas a medida que alcanzamos ciertos niveles. Aunque al principio apenas lo notaréis, se vuelve tremendamente importante en los tramos finales y al enfrentarnos a ciertos enemigos. De hecho, los combates más complicados los hemos tenido sobre él. Eso sí, si lo destruyen, siempre podemos intentar repararlo permaneciendo a su lado. También podemos invocarlo visitando los diferentes puertos repartidos por el mundo.
Hay enemigos de muchos tipos, ya sean terrestres, acuáticos o voladores, cada uno con patrones diferentes de ataque que deberéis estudiar bien si no queréis ser derrotados. Por supuesto, encontraréis jefes a derrotar, mucho más poderosos que el resto de rivales y con movimientos más complejos, ofreciendo éstos mejores recompensas. Es cierto que llegado el momento, y tras descubrir ciertas armas y hechizos, todo se vuelve muy sencillo, pero al principio os costará un poco derrotarlos.
En el caso de que nuestro personaje muera, reapareceremos desde el último punto de control, que normalmente es una zona de guardado con un loro desde la cual podemos recuperar la vitalidad, los puntos de hechizo y también invocar a un segundo jugador.
Su mundo es bastante amplio y está cargado de mazmorras, algunas tareas secundarias, puzles y montones de secretos a descubrir. Contamos con un mapa para ver las distintas localizaciones a visitar, indicándose en todo momento el número de cosas que nos faltan por descubrir para que sean más sencillas de localizar. Hay incluso fases que cambian la perspectiva aérea a una lateral que solo nos deja desplazarnos de lado, haciendo que las peleas sean más intensas y desafiantes.
En cuanto a duración, Cat Quest III da para cuatro o cinco horas de juego, con muchos secretos a descubrir por su mundo, tales como equipamiento poderoso, jefes secundarios, varios finales distintos, una torre con combates infinitos o tesoros ocultos. Además, al completar la aventura se desbloquea la nueva partida +, ofreciendo enemigos más poderosos y, a su vez, permitiendo mejorar aún más nuestro equipo y personaje cada vez que la finalizamos.
El apartado gráfico nos ha gustado mucho, siguiendo el estilo de dibujos animados coloridos de la saga con escenarios tridimensionales y otros elementos y personajes en 2D, todo desde una perspectiva aérea. Está genialmente recreado, funcionando con mucha fluidez y con algunos efectos que traen sorpresas a lo largo de la aventura, aportándole mucha personalidad.
En el sonoro encontramos una amplia variedad de melodías, todas con un toque caribeño muy animado que nos hace sentirnos parte de su mundo pirata, buenos efectos de sonido y, como no podía ser menos, los ruidos de cada criatura. No hay voces, pero los textos están disponibles en varios idiomas, entre ellos el español.
Cat Quest III es, en definitiva, un título que gustará tanto a los seguidores de la franquicia como a aquellos que disfruten explorando en busca de sorpresas, siendo bastante conservador en este sentido y con un mundo grande y trabajado que os mantendrá enganchados hasta conseguirlo todo. Los controles son muy sencillos y accesibles, al igual que todo el tema del equipamiento, lo que lo hace apto para todo tipo de público. Como única pega diremos que se nos ha antojado un tanto corto a pesar de sus diferentes sorpresas, pero lo hemos disfrutado de principio a fin y se lanza a un precio que lo hace más atractivo.
Así que no lo dudes más y ponte a los mandos para viajar por el Gatoribe en busca de sus secretos, siendo tan adictivo como el resto de la saga.