Vídeo análisis de Born of Bread

Vive una encantadora y divertida aventura junto a Pan y sus amigos en el RPG de dibujos animados Born of Bread.

La desarrolladora WildArts, en asociación con Dear Villagers, nos lleva a un viaje lleno de diversión con un nuevo RPG con combates por turnos que se inspira en sagas como Paper Mario, aunque con un toque especial que le aporta su propia personalidad, Born of Bread. Ya disponible para PlayStation 5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC, podréis descubrir los principales detalles de esta alocada aventura con nuestro análisis.

Su historia, como ya os avanzamos en nuestras impresiones, nos habla sobre un grupo de investigadores que, tras descubrir unas ruinas en las que se encuentra un ataúd milenario, despiertan involuntariamente a un grupo de malhechores conocidos como Embers. Estos buscan hacerse con unos fragmentos de Piedra Solar para llevar a cabo sus malévolos planes. Mientras tanto, en el castillo, a su Majestad le apetecía para cenar un delicioso pan, por lo que uno de sus guardias le encarga al panadero que cree uno especial utilizando una misteriosa receta. Esto dio lugar al nacimiento de nuestro héroe, Pan, quien pronto ve su destino entrelazado con los Embers y tiene que emprender una aventura para intentar detenerlos.

Esta trama no solo es muy divertida, sino que está llena de multitud de giros que saben cómo captar la atención de los jugadores. Sus personajes están muy bien diferenciados y cuentan con mucha personalidad, haciendo que rápidamente nos encariñemos con ellos. Pero lo mejor de todo es que hay multitud de referencias al mundo del cine, los videojuegos, las series e incluso a los mangas y animes, siendo perfectamente reconocibles por los aficionados.

Pasando a sus mecánicas, Born of Bread es un RPG con combates por turnos de estilo clásico, que se centra en la exploración de escenarios, conversar con los diversos personajes, buscar secretos, luchar con rivales visibles que deambulan por la zona e ir mejorando a nuestro grupo mediante experiencia y equipamiento. Aunque todos los personajes son en 2D, los escenarios son tridimensionales, pudiendo recorrerlos libremente con la posibilidad de saltar para superar ciertas zonas de plataformeo, resolver pequeños puzles y utilizar la cuchara de Pan para romper objetos y ganar una pequeña ventaja en combate si conseguimos golpear a los enemigos antes de entrar en contacto con ellos.

Una vez comienzan las batallas, aquí podemos llevar hasta a dos personajes que cuentan con sus propios puntos de salud y unas barras compartidas de puntos de voluntad para realizar movimientos poderosos y de resolución para los movimientos especiales. Éstas se desarrollan por turnos, indicándose normalmente bajo los enemigos las debilidades y fortalezas a ciertos tipos de armas, elementos y destrezas. Cada uno de los personajes de nuestro grupo cuenta con movimientos únicos, por lo que tendréis que saber cuándo utilizar a unos u otros y tener en cuenta el posicionamiento de los enemigos, pudiendo incluso cambiar al acompañante de Pan durante el combate.

Los comandos son básicamente los que vemos en otros RPG, como atacar, defendernos, utilizar objetos, realizar especiales o huir. Al ejecutar los distintos movimientos, se activa un minijuego que, dependiendo de nuestra precisión, puede realizar más o menos daño. Cuando vamos a recibir un golpe, por otra parte, debemos pulsar el botón en el momento preciso para intentar reducir el daño recibido. Todo esto hace que tengamos unos combates muy dinámicos, divertidos y que rara vez llegan a aburrir.

Como curiosidad, Dub, quien se une al avanzar un poco en el viaje, retransmitirá nuestras batallas, recibiendo comentarios de la audiencia y ciertas recomendaciones. Si les hacemos caso nos proporcionarán diversos beneficios durante los combates y a su vez aumentará los índices, facilitando cada vez más las cosas. Dub también será el encargado de dejarnos guardar la partida, algo que recomendamos cada vez que lo veáis, ya que no hay guardado automático, ironizando sobre ello el propio juego.

Al ganar conseguimos experiencia con la que ir subiendo de nivel y obtener sellos, los cuales podemos invertir en mejorar la salud, la voluntad o la resolución, así como aumentar las ranuras de la mochila o de las bendiciones al conseguir cierta cantidad. Dichas bendiciones nos permiten mejorar diferentes parámetros y conseguir beneficios, siendo muy importantes a la hora de combatir.

Más valiosos aún son los espacios de la mochila, ya que estos nos permiten equipar las diferentes armas que conseguimos a lo largo del viaje y que otorgan nuevos movimientos a Pan. No sucede lo mismo con el resto de personajes, para los que tenemos que localizar salamandras que, al entregarlas, nos dan puntos para desbloquear nuevas habilidades en sus respectivos árboles. Por otro lado, también hay unos tréboles que funcionan como moneda en el juego para adquirir diversos útiles en las tiendas.

Y si los combates nos han gustado, lo ha hecho mucho más la exploración. Los escenarios son variados, amplios y tienen mucha verticalidad, escondiendo multitud de secretos en ellos. Para localizarlos, a veces necesitaréis de las habilidades únicas de cada personaje, lo que os hará regresar en un futuro para ver qué os dejasteis atrás. Además la cámara se mueve automáticamente, haciendo que algunas partes sean más complicadas de localizar. Lo único que nos ha resultado tedioso es tener que volver andando de una punta a otra del mapa para volver a realizar algunas tareas pendientes, echando de menos los puntos de viaje rápido.

Tampoco nos han terminado de convencer las partes de plataformeo, ya que a veces cuesta precisar los saltos y esto puede llevar a la pérdida de vitalidad, aunque por suerte hay una opción que permite evitar que esto suceda. Junto a estas zonas también encontraréis sencillos puzles a resolver que normalmente se basan en activar palancas o hacer uso de las habilidades únicas de cada personaje.

En cuanto a duración, Born of Bread no solo da para muchas horas de juego, sino que ofrece un montón de rejugabilidad a la hora de buscar coleccionables, secretos e incluso tener que completar tareas secundarias que, en muchas ocasiones, ofrecen recompensas que merecen la pena y permiten conocer mejor a algunos de sus personajes.

El apartado gráfico es uno de los puntos destacados de la aventura. Los personajes en 2D cuentan con un genial diseño, sus animaciones están muy cuidadas y resultan muy expresivos, estando además bien diferenciados entre sí. Los escenarios están modelados en 3D, con un estilo de dibujo animado que le sienta genial a la ambientación del juego y mucha diversidad de localizaciones. A ello hay que sumarle unos efectos muy cuidados. Por ponerle una pega, diremos que la interfaz y navegar por los menús no es todo lo cómodo que nos gustaría.

En el sonoro hay bastante variedad de melodías que conservan el toque alegre y animado del resto de la aventura, siempre acompañadas de buenos efectos de sonido. Como ya os avanzamos, los personajes no cuentan con voz, pero todos los textos nos llegan en español, con una genial localización de los mismos, si bien hemos encontrado alguna que otra frase sin traducir.

Born of Bread es, en definitiva, un RPG con combates por turnos muy divertido, que destaca por unas batallas muy interactivas, su estupendo sentido del humor, las continuas referencias al mundo del cine, los videojuegos o los manga, y la exploración, con montones de secretos por descubrir. Hay aspectos mejorables, como unos menús poco cómodos, la falta de un viaje rápido en determinados puntos o pequeños detalles de las batallas, pero en general resulta muy entretenido.

Si os atrae el género seguro que disfrutaréis mucho de este título, con risas aseguradas a cada paso que consiguen evitar la monotonía.

Vídeo análisis de SCHiM

Intenta reunirte con tu personaje en SCHiM, un juego de puzles y plataformas en el que te moverás por las sombras.

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