Análisis de Space Invaders Forever

La clásica y reconocida saga de Taito regresa con una recopilación de tres juegos que harán las delicias de los aficionados en Space Invaders Forever.

Space Invaders Forever es una colección que incluye tres versiones actuales del clásico shooter: Space Invaders Extreme, Space Invaders Gigamax 4 SE y Arkanoid vs Space Invaders. Desarrollado por Taito, en colaboración con ININ Games, esta recopilación para PlayStation 4 y Nintendo Switch os permite disfrutar tanto en solitario como en compañía de otros jugadores, así como conocer algunas de las novedades que se han ido añadiendo a lo largo de estos años, incorporando estas nuevas versiones ciertos ajustes y mejoras que os detallaremos en nuestro análisis.

En primer lugar os hablaremos de Space Invaders Extreme, que se lanzó por primera vez en 2008 en PSP y Nintendo DS para conmemorar el 30 aniversario de la franquicia. Se trata de una versión moderna del clásico para un jugador, incluyendo controles mejorados, todo tipo de potenciadores, gráficos estilizados y una banda sonora muy cañera que se adapta a todo lo que sucede en pantalla. La incluida en esta colección es la que se lanzó en Steam en 2018, ganando definición en su apartado gráfico y otros pequeños detalles actualizados.

Como siempre, sus controles son muy básicos y sencillos, pudiendo desplazar nuestra nave hacia la izquierda o la derecha, disparar, utilizar el disparo rápido o cambiar entre los diferentes potenciadores que consigáis, teniendo estos una duración limitada. Los hay de todo tipo, desde unos que aumentan el número de proyectiles que salen de nuestra nave hasta otros con explosivos o rayos láser, siendo cada uno ideales para determinadas situaciones.

Pero claro, esto no iba a ser un viaje sencillo, así que encontraréis a enemigos variados que os pondrán las cosas difíciles. Los hay que se ponen de perfil para que sea complicado acertar con nuestros disparos, que explotan, con escudo, con barreras en los que rebotan los proyectiles o que se lanzan contra nosotros, entre muchos otros. También aparecen de vez en cuando naves que ofrecen más puntuación si les acertamos, otras que dejan enemigos mientras no las derrotemos o unas especiales de colores que nos llevan hasta fases de bonus que, al completarlas, desbloquean el modo Fever para aumentar considerablemente la puntuación. Todo ello, por supuesto, mientras los rivales van descendiendo poco a poco para intentar llegar a nuestra nave y aumentando su velocidad cuanto menor es su número.

Dichos niveles de bonificación cuentan con objetivos especiales, como acabar con una nave específica o cierto número de enemigos, todo ello con algunas reglas especiales como que nuestra nave no deje de deslizarse o que los rivales se lancen en picado. Son bastante desafiantes, si bien no se puede morir en ellas y la recompensa merece mucho la pena.

El objetivo principal no es otro que ir acabando con todas las oleadas de enemigos que salen a nuestro paso, intentando siempre hacer cadenas acertando con los disparos, mejorar nuestra calificación y el nivel de disparo para conseguir la mejor puntuación posible. Una vez acabado con el número de oleadas que se nos indica a la izquierda aparece un poderoso jefe a derrotar que cuenta con ciertos puntos débiles a descubrir y, una vez lo conseguimos, se nos califica según los enemigos derrotados o las cadenas máximas, entre otros. Esto hará que en el modo arcade podamos ir por un camino más sencillo o difícil según nuestra habilidad.

Cuenta con un total de 16 fases a superar, con algunas de ellas realmente difíciles de alcanzar. Puede no ser demasiado largo, con la posibilidad incluso de continuar una partida si nos quedamos sin vidas a cambio de perder nuestra puntuación, pero ofrece mucha rejugabilidad al tratarse de un juego de estilo arcade en el que siempre intentar superar nuestra puntuación. Además incluye el modo Juego Libre para practicar los diferentes niveles y mejorar nuestros resultados e intentar alcanzar los niveles más complicados del Modo Arcade.

Audiovisualmente es uno de los más llamativos al utilizar gráficos psicodélicos y montones de efectos, si bien es algo que en ocasiones puede incluso afectar a nuestra visión de los proyectiles. Lo mejor es que cuenta con una música que se va adaptando a todo lo que sucede en pantalla y le aporta frenetismo a la acción.

Por otro lado está Space Invaders Gigamax 4 SE, que está claramente más orientado al cooperativo y se basa en la recreativa del mismo nombre, donde incluso tendréis que “echar monedas” para comenzar una partida. Aquí pueden participar hasta cuatro jugadores de manera local para enfrentarse a multitud de enemigos simultáneos y viajar a través de niveles clásicos con características modernas. Es quizás el que más se asemeja al juego original, si bien cuenta con ciertas mecánicas nuevas que lo hacen más interesante y música compuesta por ZUNTATA que le aporta emoción.

Los controles se basan prácticamente en desplazarnos lateralmente y disparar, utilizando en ocasiones coberturas para evitar los proyectiles rivales. La mayor novedad está en que ahora las naves se pueden acoplar entre sí para ir potenciando nuestros disparos y así dañar más a los jefes, no siendo tan necesario contra los enemigos normales. También aparecen de vez en cuando ciertos artilugios que son de mucha ayuda.

Aquí el objetivo es acabar con un determinado número de enemigos (esto depende de la cantidad de jugadores disponibles) antes de que ellos nos derriben a nosotros o se acabe el tiempo, llevándonos entonces hasta un poderoso jefe con patrones de movimiento únicos que debemos estudiar para encontrar sus puntos débiles. Es un juego entretenido aunque muy orientado al multijugador, algo que se nota especialmente cuando nos enfrentamos a estos jefes.

Su apartado gráfico es quizás el más conservador, utilizando los diseños en sprites pero incorporando algunos efectos que lo hacen más vistoso. Eso sí, al menos tiene la música de ZUNTATA para darle algo más de ritmo a las partidas.

Para finalizar tenemos Arkanoid vs Space Invaders, una fusión entre ambos clásicos que se lanzó originalmente en 2016 para dispositivos iOS y Android. Ahora esta versión ha sido adaptada a consolas con gráficos actualizados y un sistema de manejo bastante original que lo hace realmente divertido y único, aunque con alguna que otra pega que os detallaremos más adelante.

El funcionamiento de sus controles es sencillo de comprender y quizás tardéis un rato en acostumbraros. Aquí contaréis con un espacio por el que podréis mover a la nave Vaus para intentar devolver los proyectiles enemigos contra ellos, todo utilizando el panel táctil del DualShock 4. Desconocemos su funcionamiento en Switch, ya que la versión que hemos jugado es la de PS4, aunque es de suponer que utilizará la pantalla táctil de la consola o alguna de sus otras capacidades. El problema es que con el paso de las horas la posición en la que tenemos que coger el mando se vuelve algo incómoda a pesar de su buen funcionamiento, no encontrando otras opciones para su manejo. Comentar también que encontraréis todo tipo de habilidades especiales que se pueden activar de forma automática o manual, ciertos objetos a comprar con el dinero conseguido antes de comenzar cada nivel y movimientos únicos que descubriréis al avanzar.

No queremos olvidar que, al rellenar un medidor que se encuentra en los laterales, la nave se convierte en un arco que nos permite lanzar una bola que rebotará hasta que se vacíe dicho indicador, siendo en este sentido muy similar a lo visto en la saga Arkanoid. Además hay personajes entre los que seleccionar que cuentan con habilidades especiales. Están sacados de las diferentes sagas de Taito y tendréis que desbloquearlos avanzando en la aventura, comprarlos o bien conseguirlos cumpliendo una serie de requisitos. En total hay 40 disponibles.

El objetivo de cada fase es acabar con todos los enemigos que hay en pantalla antes de que se acabe el tiempo. Al principio es bastante sencillo, pero poco a poco la situación se complica. Cada 15 niveles encontraréis un jefe a derrotar con puntos débiles a explotar y, una vez acabéis con él, desbloquearéis el modo difícil de esas fases, con un menor tiempo para completarlas y una reducción en el mismo cada vez que un proyectil llega a la parte inferior de la pantalla.

La duración es bastante extensa, con 150 niveles a completar para conseguir la medalla de plata y estos mismos 150 en difícil para conseguir la de oro. A ello hay que sumarle los diferentes desbloqueables y toda la rejugabilidad que ofrece por su estilo arcade.

El apartado audiovisual, al tratarse de un título más actual, es bastante llamativo, visitando diferentes zonas en las que encontraréis varios tipos de enemigos, bloques y jefes, con efectos que hacen que sea más llamativo y una banda sonora que le añade más ritmo. Al venir de la versión de móvil la pantalla se muestra en vertical y los laterales son rellenados con fondos sencillos.

En definitiva, Space Invaders Forever es una colección muy completa que hará las delicias de los aficionados a este clásico, encontrando aventuras para disfrutar en solitario, en compañía o de una forma completamente diferente a la que nos tienen acostumbrados. Son largos, entretenidos y muy rejugables, aunque hay pequeños defectos que hacen que no sea del todo perfecto, como proyectiles que no siempre son visibles entre tantos efectos o, en el caso de Arkanoid vs Space Invaders, un sistema de control que puede resultar incómodo con el paso de las horas.

Aún con todo ello, se trata de una recopilación muy buena que sabrá daros montones de horas de diversión si os atrae el universo de Space Invaders, con experiencias tan variadas como únicas.

Vídeo análisis de SCHiM

Intenta reunirte con tu personaje en SCHiM, un juego de puzles y plataformas en el que te moverás por las sombras.

Salir de tu cuenta
Accede a tu cuenta