SEGA, el Sonic Team y Arzest nos traen una nueva aventura de plataformas protagonizada por el Relámpago Azul y sus amigos, que se inspira en los clásicos de la franquicia para ofrecernos un viaje en 3D de desplazamiento lateral lleno de velocidad y peligros, Sonic Superstars. Ya disponible para PlayStation 5, PlayStation 4, Xbox Series X|S, Xbox One, Nintendo Switch y PC, descubre con nuestro análisis esta experiencia reinventada, que se muestra fiel a sus orígenes pero a su vez incorporando novedades.
Su historia nos lleva esta vez hasta Northstar Islands, donde el malvado Eggman se ha compinchado con Fang para capturar a los animales gigantes y convertirlos en badniks robóticos que cumplan sus órdenes, pudiendo usarlos después para llevar a cabo su plan de dominación mundial. En el papel de Sonic y sus compañeros nos toca liberar a estas criaturas a lo largo de los diferentes niveles, proteger las Chaos Emeralds y poner fin a los deseos de Eggman, todo mientras descubrimos los misterios que rodean a un nuevo personaje, Trip.
Esta trama no es demasiado especial, pero se agradece que todo esté contado mediante elementos visuales, entre los que se incluyen unas impresionantes escenas de animación en 2D. Lo mejor es las continuas referencias a la saga, volver a ver a algunos de los personajes y conocer a otros completamente nuevos, entre los que destacamos a Trip, un personaje diseñado por Naoto Ohshima que nos ha encantado y al cual rodean muchos secretos.
En sus mecánicas nos encontramos un título que claramente está inspirado por los primeros juegos de la saga, donde el control sobre Sonic y sus amigos es muy similar y ofrece unas físicas bastante satisfactorias. Aquí podemos desplazarnos lateralmente, saltar, rodar o recargar un impulso si nos agachamos, además de poder utilizar las habilidades únicas de cada personaje.
Hay un total de cuatro (así como otro que se desbloquea al completar el juego) entre los que elegir: Sonic, que es muy veloz y puede realizar una caída torbellino; Tails, capaz de volar temporalmente gracias a sus colas; Knuckles, quien puede planear y escalar ciertas paredes con sus nudillos; y Amy, con la habilidad de realizar saltos dobles y utilizar su martillo para acabar con enemigos imposibles para otros. Las diferencias no son demasiado grandes entre ellos, pero según el personaje elegido algunas zonas pueden resultaros más difíciles o sencillas.
Otra de las novedades viene dada por las Chaos Emeralds, proporcionando éstas diferentes poderes como Avatar, que invoca clones para atacar a los enemigos, Bala, con el que impulsarnos en cualquier dirección por el aire, o Visión, que revela objetos y plataformas ocultos, por poner algunos ejemplos. Estos tienen un uso limitado, aunque se recuperan al llegar a los puntos de control. Además, como es habitual, al conseguir todas las Emeralds podemos transformar a los personajes en sus respectivas versiones Súper temporalmente.
Sonic Superstars se desarrolla en un mundo completamente nuevo, Northstar Islands, que a su vez se divide en 11 zonas con dos actos cada una, así como una fase extra a la que accedemos utilizando una fruta para obtener más medallas. Estas localizaciones son muy diferentes entre sí, pero no solo en ambientación, sino también ofreciendo nuevas formas de jugar como tener que detener constantemente una explosión localizando interruptores o manejar una nave para destruir enemigos al más puro estilo de Fantasy Zone, por poner algunos ejemplos.
Para aquellos que hayan jugado a otros juegos de Sonic, pronto descubriréis que muchas de estas localizaciones son similares visualmente a las vistas en los clásicos de la franquicia, si bien difieren en cuanto a diseño. Por desgracia no funciona bien en todos los casos, con zonas demasiado automatizadas para ganar en espectáculo con velocidad pero que a su vez se ven entorpecidas por alguna trampa o enemigo, los cuales muchas veces apenas podemos esquivar por la cercanía de la cámara. Esto no significa que no haya lugares de plataformeo, al contrario, pero nos gustaría que estuviera mejor equilibrado.
Como siempre, hay muchas rutas a descubrir, con las zonas más altas pensadas para viajar velozmente y las bajas con más plataformeo y enemigos, así como fases especiales en forma de anillas gigantes y otras de bonus similares a portales. Las fases especiales, en las que podemos obtener las Chaos Emeralds, se basan en columpiarse por escenarios tridimensionales para llegar hasta la esmeralda antes de que se acabe el tiempo, pudiendo coger anillas para aumentar dicho tiempo y plataformas de impulso. Las fases de bonus están inspiradas en un minijuego clásico, donde el escenario gira y tenemos que llegar hasta las diferentes medallas esquivando las salidas que nos sacarán de lugar, todo mientras resolvemos pequeños puzles.
Los enemigos, por otra parte, nos han gustado bastante. Hay mucha variedad, tanto nuevos como algunos conocidos, teniendo que buscar sus puntos débiles para derrotarlos. Esto mismo también sucede con los jefes, cuyas batallas suelen ser más largas y desafiantes que lo visto en otros juegos de la saga. No siempre es algo bueno, puesto que su calidad es algo dispar y ciertos combates se pueden hacer un tanto pesados.
Para hacer que sea un tanto más accesible, ahora no existe una cantidad limitada de vidas, sino que cada vez que muere un personaje reaparece en el último punto de control hasta conseguir superar la fase. También cabe recordad que para sobrevivir nos basta con llevar una anilla encima, perdiendo todas cada vez que nos golpean y con un tiempo limitado para recuperar algunas. Esto no se aplica a todas las situaciones, ya que podemos morir al instante si caemos al vacío o somos aplastados.
Una de las grandes novedades de Sonic Superstars es que podemos jugar tanto en solitario como en cooperativo con hasta otros tres jugadores. Si bien siempre es divertido jugar con amigos, es cierto que no es una fórmula que se adapte cómodamente a este título, ya que se desarrolla a gran velocidad y a veces la cámara puede causar estragos.
Por otro lado tenemos un modo competitivo llamado Modo Batalla, en el que hasta ocho jugadores se enfrentan entre sí para obtener la mejor puntuación y ganar tras varias rondas. No es demasiado entretenido, pero se agradece como extra. Además podéis usar las medallas que ganáis en la historia para conseguir nuevos elementos de personalización para los personajes de este modo en la Tienda, desbloqueándose nuevas partes cuanto más jugamos.
En cuanto a duración, la campaña de Sonic Superstars da para unas 6 horas, tiempo que se ve ampliado por la rejugabilidad que ofrece gracias a sus coleccionables, las múltiples rutas a recorrer de los escenarios, lo diferente que se siente al jugar con otros personajes o los modos de juego, que además de la historia incluyen el modo batalla, el cooperativo o el modo Crono, pensado para que los speedrunners compitan. Pero eso no es todo, tras completar la historia se desbloquean ciertos extras muy interesantes, aunque no daremos detalles para evitar los spoilers.
El apartado gráfico es uno de los puntos destacados. A nuestro parecer, capta perfectamente el estilo de los primeros juegos de la franquicia en 2D, con personajes genialmente recreados y animados, muy similares a sus diseños iniciales, buenas físicas, unos escenarios variados llenos de encanto y unos efectos que aprovechan bastante bien el paso a las 3D. Además funciona con fluidez, algo esencial cuando es un juego que ofrece muchos momentos de frenetismo.
El sonoro tampoco se queda atrás, con una genial selección de melodías que cuenta con canciones nuevas y otras que nos recuerdan a tiempos pasados, todo acompañado de buenos efectos en los que se utilizan incluso algunos sonidos ya conocidos. Esta vez han prescindido de utilizar voces para asemejarse más a los clásicos, pero los pocos textos que encontraréis están en español.
Como conclusión, Sonic Superstars es un buen paso para la saga en cuanto a juegos de plataformas de desplazamiento lateral se refiere. El sistema de control responde perfectamente, los diferentes personajes ofrecen distintas maneras de superar y explorar los niveles, y las fases son lo suficientemente variadas como para no caer en la monotonía, siendo además todo un homenaje a los clásicos. En lo negativo tenemos un diseño de niveles un tanto injusto por la cercanía de la cámara, un multijugador que no termina de funcionar bien o unos poderes a los que no se les acaba de sacar mucho provecho.
Incluso con estos problemas, creemos que Sonic Superstars sabrá hacerse un hueco entre los fans de la franquicia, especialmente por la cantidad de guiños que encontraréis a la misma.