Thunderful y la desarrolladora independiente Wishfully nos traen una encantadora aventura de puzles y plataformas de desplazamiento lateral que nos lleva a un viaje de otro mundo, Planet of Lana. Disponible el próximo 23 de mayo para Xbox One, Xbox Series X|S y PC, así como a través de Game Pass desde el primer día, descubre este apasionante título en profundidad con nuestro análisis.
Su historia nos pone en el papel de Lana, un joven que se encontraba jugando tranquilamente junto con su hermana Lilo hasta la aparición de unas peligrosas máquinas que empiezan a secuestrar a toda la población. Tras escapar, Lana se embarca en un peligroso viaje por un mundo alienígena para intentar recuperar a su hermana. Aunque, por suerte, no estará solo en esta odisea, ya que una pequeña, adorable y misteriosa criatura conocida como Mui le echará una mano contra los diversos retos y peligros que le esperan.
La trama de Planet of Lana está genialmente narrada mediante elementos visuales que vamos descubriendo a medida que exploramos los escenarios, con personajes bien elaborados y un guion que, si bien a veces es un tanto previsible, se guarda algunos giros y sorpresas que sabrán cómo llamar la atención de los jugadores y mantener su interés. A diferencia de otros juegos del mismo género, este argumento no deja demasiado lugar a las interpretaciones, sino que todo lo que ocurre está bien explicado a poco que os fijéis en los detalles.
Pasando a las mecánicas, Planet of Lana es una aventura cinemática de desplazamiento lateral que mezcla elementos tridimensionales con otros en 2D para darle un aspecto único, teniendo que recorrer sus preciosos parajes superando zonas de plataformeo y resolviendo los rompecabezas que nos proponen. Es un juego que, como suele suceder en otros títulos similares, se basa en el ensayo y error, con puntos de control en cada zona para que no tardéis demasiado en dar con la solución.
Al principio sólo podemos correr, mover objetos, saltar, escalar por algunos salientes, nadar y agacharnos para pasar por lugares estrechos o ser sigilosos ocultándonos entre la hierba alta. Pero todas estas acciones se ven ampliadas cuando Mui se une al viaje. Es una criatura muy ágil a la que podemos darle órdenes para que nos baje alguna cuerda, crear distracciones o incluso interactuar con ciertos dispositivos. Aunque es muy útil, Mui también tiene debilidades, como su temor al agua, por lo que debemos echarle una mano de vez en cuando.
Llegado el momento, tanto Lana como Mui adquieren otra serie de habilidades que le aportan mucha profundidad a los puzles, haciendo que sean muy divertidos de resolver al tener una amplia gama de posibilidades a nuestra disposición. No hablaremos más de ellas para evitar los spoilers, pero sí diremos que, en general, han sido muy bien aprovechadas. Por si fuera poco, en determinados puntos de la aventura también hay quick time events que han sido genialmente integrados para aportarle intensidad a la aventura.
Todos estos añadidos se van explicando poco a poco a medida que progresamos, haciendo que se sumen a otros movimientos de manera muy natural. Siempre empiezan por algún que otro puzle sencillo para luego integrarlo perfectamente en otros más complejos que requerirán la combinación de muchas de las habilidades de Lana y Mui, así como observar el comportamiento de nuestros enemigos y hacer que sus propias destrezas se vuelvan en su contra.
El plataformeo está presente en muchos momentos de nuestro viaje, ya sea con saltos al límite para alcanzar alguna cornisa o en momentos de sigilo en los que nos toca actuar con rapidez para evitar llamar la atención de cierta criatura o robot. Al ser el control del personaje preciso, no tendréis demasiados problemas para superar estas zonas. Lo que sí nos ha costado un poco es balancearnos en las cuerdas, algo que se nota especialmente cuando nos situamos en la parte más cercana del enganche.
Las localizaciones de Planet of Lana nos han gustado mucho, pero más por lo variadas y vistosas que son que por la complejidad de sus escenarios. Estos pecan de ser muy lineales, algo que también tiene sentido por la naturaleza de los rompecabezas. No esperéis grandes bifurcaciones o perderos por ellos, ya que siempre hay una ruta clara a seguir para poder avanzar. Eso no quita que haya algunos secretos en ellos en forma de santuarios, unos grabados en piedra que, además de darnos más detalles sobre la trama, sirven como coleccionables y le aportan algo de rejugabilidad.
El punto débil de esta aventura, tal y como suele suceder en otros títulos similares del género, es su duración. El juego puede completarse en unas cuatro horas, no encontrando demasiados alicientes para rejugarlo más allá de descubrir los coleccionables en forma de santuarios. Eso sí, localizar algunos de ellos es bastante complicado al estar bien ocultos. Al menos se agradece el poder seleccionar el capítulo que queremos jugar tras completar la aventura.
Del apartado gráfico poco podemos decir que no hayáis podido ver en los tráilers, siendo un título precioso que hace una genial combinación de elementos tridimensionales con otros en 2D. Los personajes, criaturas y robots están genialmente modelados y animados, mientras que los escenarios son muy variados y cuentan con diferentes planos en los que van sucediendo cosas. Encontraréis frondosos bosques, pantanos, cuevas, fábricas o desiertos áridos, entre otros, lo que, junto a unos efectos trabajados, hacen que este apartado sea muy bueno.
Tampoco se queda atrás el sonoro, donde encontraréis una amplia cantidad de melodías creadas por D.I.C.E. y el compositor Takeshi Furukawa que se adaptan a lo que va sucediendo en pantalla, destacando en este sentido una canción con voz que nos ha parecido entrañable. Los personajes hablan en una especie de idioma inventado, siempre acompañados de buenos efectos y textos en español, aunque no abundan más allá de ciertos menús e indicaciones en los tutoriales.
En definitiva, Planet of Lana sigue el estilo marcado por otras aventuras cinemáticas, donde vamos avanzando por zonas con diversos puntos de control, ya sea superando zonas de plataformeo, momentos de sigilo o resolviendo los diversos puzles que nos proponen. La historia es entretenida, los controles responden perfectamente y el apartado audiovisual es una delicia. Donde más destaca es a la hora de resolver rompecabezas en los que tanto Lana como Mui deben colaborar utilizando sus habilidades únicas.
A pesar de ser un título corto, poco rejugable y cuya fórmula vemos en otros juegos del género, hemos disfrutado cada minuto que hemos pasado con él, por lo que se lo recomendamos a todos aquellos que lo pasen en grande con este tipo de aventuras. Una odisea que no os podéis perder y que, además, está disponible desde el primer día a través de Game Pass.