Vídeo análisis de Omno

Jonas Manke, creador del estudio de desarrollo Studio Inkyfox, nos presenta su nueva aventura en tercera persona para un jugador, Omno.

Un viaje de descubrimiento os espera con Omno, la nueva creación de Jonas Manke, fundador y único miembro del estudio de desarrollo Studio Inkyfox. Se trata de una aventura en tercera persona en la que nos toca recorrer un mundo dividido en grandes zonas a explorar cargadas de puzles, secretos y momentos de plataformeo, todo mientras descubrimos los secretos de una civilización perdida e interactuamos con criaturas únicas. Es un título relajante en el que no hay peligros a la vista más allá de las caídas en ciertas zonas con saltos, por lo que puede ser disfrutado por cualquier jugador.

Su historia nos pone en el papel de una especie de peregrino, que tiene que seguir la luz para encontrar una fuente de poder. Pero a lo largo del camino encontrará varios obstáculos en forma de puzles que tendrá que resolver para avanzar e inesperados aliados que le ayudarán con su travesía. Se trata de una trama sencilla y de autodescubrimiento, donde la mayoría de la historia es contada mediante unos documentos que encontramos repartidos por su mundo y ciertos monumentos al comienzo de cada nivel. Es muy asequible y nos habla de valores como el respeto y la amistad, todo con textos en castellano que os permitirán seguirla sin demasiados problemas.

Pasando a las mecánicas de Omno, estamos ante una aventura de exploración que se desarrolla desde una perspectiva en tercera persona y nos invita a resolver los puzles y superar las zonas de plataformeo de su mundo para conseguir orbes. Al principio solo podemos desplazarnos libremente en cualquier dirección, saltar e interactuar con determinados objetos y criaturas, pero poco a poco aprenderéis otras habilidades como esprintar, deslizarse, teletransportarse o planear, que van añadiendo nuevas opciones a la hora de explorar o plantear los puzles. Como ayuda, contamos con la compañía de una criatura que nos irá indicando los puntos de interés de los escenarios.

Los puzles están bien planteados, resultan lógicos y nunca estaréis demasiado tiempo para encontrar su solución. Los más interesantes vienen dados por unas esferas de luz que debemos transportar de unos pilares a otros sin poder utilizar ningún tipo de habilidad mientras las llevamos encima y teniendo que activar diversos artilugios. En ellos también juegan un papel importante los escenarios, los cuales son muy amplios y ofrecen diferentes alturas que explorar.

El objetivo principal en Omno es muy sencillo: obtener tres orbes para activar un dispositivo con su propio puzle y, al resolverlo, avanzar hasta la siguiente zona. Pero se trata de un título que siempre sabe como llamar nuestra atención para que queramos conseguir el 100% de cada lugar. En cada una de estas áreas encontraréis tres cubos con documentos sobre la historia, una columna que nos otorga un orbe al rellenarla con fragmentos de luz que obtenemos al interactuar con las criaturas del mundo o ciertos objetos, y varios orbes más escondidos que suelen requerir resolver un puzle o superar obstáculos.

Lo que más suele costar localizar son los bloques de documentos, ya que para saber dónde están los orbes sólo tenemos que visitar unas zonas de meditación que desbloquean una especie de mapa de la zona. Después podemos activarlo en cualquier momento con nuestro bastón para ir localizando la posición de cada uno. Además de esto también encontraréis puntos de control para afrontar las zonas de plataformeo, no siendo, como os hemos contado un título donde encontraréis peligros más allá de un pequeño dispositivo cerca del final de la aventura.

La duración total ronda las cuatro horas, tiempo que incluye conseguir todos los coleccionables y rellenar el bestiario al completo para desbloquear todos sus logros/trofeos. Como extra se incluye en el menú principal un minijuego en el que, deslizándonos por un escenario, tenemos que llegar a la meta lo antes posible para ir superando nuestras marcas, consiguiendo luces para aumentar la velocidad del personaje y objetos que restan tiempo del marcador. Es un añadido que se agradece a pesar de ser algo simple. También hay un modo contrarreloj en el que completar el juego en el menor tiempo posible, algo pensado para los speedrunners.

El apartado gráfico es uno de los elementos más destacados de todo el juego, y no porque sea técnicamente muy bueno, sino por la cuidada dirección artística. Estamos ante un mundo que juega con el minimalismo, con seres bien diseñados y animados en unos escenarios preciosos que nos llevan por bosques, desiertos, tundras o incluso las nubes. Los efectos hacen que resulte mucho más llamativo, jugando siempre con una iluminación que le aporta más vistosidad. Además funciona con fluidez en todo momento.

Lo mismo ocurre con el sonoro, con melodías oníricas que inducen a la relajación y nos invitan a explorar sin preocuparnos de lo que sucede a nuestro alrededor. A esto también hay que sumarle su cuidada ambientación, dejándonos llevar por el sonido del viento o de las criaturas que habitan su mundo. El juego no cuenta con voces, aunque los textos que encontraréis están en castellano.

En definitiva, Omno se inspira claramente en otros juegos del género, aunque cuenta con la suficiente personalidad como para diferenciarse del resto. Es una aventura centrada en la exploración, la resolución de puzles y superar ciertos obstáculos de plataformas, con un ritmo lento que invita a relajarse. Además cuenta con un apartado audiovisual muy bueno que llamará la atención de los jugadores. Como única pega diremos que es algo corto, pero se trata de un trabajo encomiable para haberlo hecho una sola persona.

Quienes busquen un título sencillo con el que pasar un buen rato encontrarán en Omno una opción más que recomendable, llegando a precio reducido y estando de lanzamiento disponible en Xbox Game Pass, por lo que merece al menos una oportunidad por parte de los jugadores.

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