El desarrollador Stormteller Games y la editorial Thunderful Publishing nos traen un spin-off de Lost in Random, un nuevo roguelite cargado de acción dinámica que da un giro radical a la fórmula del título original con Lost in Random: The Eternal Die. Disponible el próximo 15 de junio para PlayStation 5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC, con demo ya disponible en PS5 y Steam, en nuestro análisis descubrirás las principales características y detalles sobre esta interesante aventura.
Su historia nos lleva nuevamente hasta el reino de Azar, donde todo el mundo vivía feliz al reinar el orden y la prosperidad. Esto era posible gracias a la gran reina Alejandra, que usaba el poder del antiguo Nigrodado para gobernar con justicia. Pero el Nigrodado era un aliado con muchas caras. La corrupción se extendió y propició la traición, y el reino no tardó en desmoronarse como un castillo de naipes. En medio del caos, una hermana murió… pero una amiga que llevaba mucho tiempo perdida volvió. Con sed de venganza, la pareja reunida desafió al mal que la aguarda. Pero la suerte no estaba de su parte, y nuestras heroínas acabaron cayendo en los retorcidos reinos del Nigrodado. Es aquí donde comienza nuestra aventura, con Alejandra y Fortunata intentando escapar de los reinos del Nigrodado.

Esta trama nos narra el punto de vista de la reina Alejandra y las dificultades que tuvo que pasar para escapar del fatal destino que le deparaba al final del anterior título, volviendo a ver a algunos de los personajes del juego original y conociendo más detalles del pasado de la misma. Si bien no es tan profundo como el primer juego al centrarse más en la jugabilidad, nos ha gustado ver cómo era la relación con su hermana y descubrir sus motivaciones personales, además del vínculo formado con Fortunata.

Nada más comenzar, Lost in Random: The Eternal Die nos da a elegir entre dos dificultades: Normal, que ofrece una experiencia equilibrada y desafiante, y Fácil, donde se es más indulgente y Alejandra recibe menos daño con cada intento fallido. Ambas están muy cuidadas, haciendo que sea accesible para cualquier tipo de jugador sin importar su habilidad.

Sus mecánicas son muy diferentes a lo visto en el título original, desarrollándose todo ahora desde una perspectiva isométrica y siendo un título de acción roguelite. Aquí podemos desplazarnos en cualquier dirección, impulsarnos, atacar y lanzar nuestro dado para causar daños y otros efectos que dependerán del número sacado y los extras desbloqueados. Como ayuda, contamos con unas Cartas del Tarot que nos permiten lanzar poderosos hechizos, aunque solo podemos llevar equipada una y nos toca rellenar sus cargas de energía mediante partículas que sueltan los enemigos para poder ejecutarlos. Estos hechizos, al igual que los ataques, pueden potenciarse apretando su respectivo botón un tiempo determinado.

Aquí encontraréis enemigos de todo tipo, cada uno con características únicas y movimientos que debéis estudiar para encontrar sus debilidades. Al principio os costará un poco derrotarlos, pero poco a poco iréis comprendiendo el funcionamiento de todo para que sea más sencillo avanzar. También os cruzaréis con desafíos, zonas de trampas y subjefes que, si bien no son demasiado complejos, pueden hacer que un pequeño descuido os lleve a reiniciar la partida.

Al completar una zona aparecerán ayudas, tales como curas, ascuas, puntículas o cofres que contienen reliquias y perlas que podemos equipar en un tablero para obtener extras. Todos los tesoros están impregnados de una magia latente representada por un color y, al combinar tres o más del mismo color en línea recta, conseguimos potenciar aspectos como las armas, las cartas, el dado, los conjuros o la suerte. Las perlas se destruyen tras juntar tres o más, mientras que las reliquias ofrecen poderes pasivos únicos y no se rompen, aunque siempre podemos cambiar las del tablero por otras que consigamos. En caso de no interesaros el contenido del cofre, siempre podéis cambiarlo por dinero. Las mejoras de los cofres solo están disponibles durante dicha partida, perdiendo todo al morir.

A lo largo de nuestro viaje también conseguimos dinero que podemos invertir en comprar mejoras, como curas, aumentos de salud, tintes o cofres de reliquias al encontrar a la comerciante Manuela Billetes, aunque si caemos en combate las perderemos todas para la siguiente partida. Pero tranquilos, para hacer que el sistema de progresión sea satisfactorio contamos también con ascuas, las cuales podemos invertir al llevárselas a Expo para desbloquear hasta cuatro armas (espada, arco, lanza y maza), aprender movimientos y mejorarlos, o puntículas, que sirven para conseguir prodigios como aumentar la salud, el daño al atacar y conseguir otros extras al visitar a Craana entre partidas.

Los escenarios, a pesar de repetir salas por zonas, se generan aleatoriamente, por lo que cada partida contará con sus propias rutas, tesoros, enemigos, subjefes y eventos. Siempre hay algún personaje que aparece, como Manuela Billetes con su tienda, pero hay otros como Don Picón cuyos desafíos son al azar y nos proporcionan extras interesantes dependiendo de nuestra suerte. Por otro lado, también hay premios a costa de vitalidad o útiles a equipar que proporcionan mucho poder a cambio de cierta debilidad. De nosotros depende discernir si merece la pena en ese momento. Lo único que no cambia nunca son los jefes, los cuales nos esperan, en su mayoría, al final de cada ubicación. En total hay cuatro biomas a visitar, cada uno con su propio estilo y criaturas.

Entre partidas viajamos hasta el Santuario, una especie de basurero que nos sirve como base. Aquí encontraréis a todos los personajes que rescatéis, pudiendo cambiar la apariencia de Alejandra y Fortunata, adquirir armas y mejorarlas, obtener prodigios o descubrir el contenido de fragmentos de memoria recuperados, entre otros.

No es un título largo, dando para una duración de unas cinco horas que dependerán de la habilidad de los jugadores. Eso sí, Lost in Random: The Eternal Die cuenta con muchos eventos, personajes y objetos que solo descubriréis tras jugar muchas partidas, teniendo que liberar a todas las almas consultando el diario para desbloquear el final bueno, lo que aumenta el tiempo de juego de manera notable. Además, tras completar el juego se desbloquean nuevos extras, como sellos del infortunio y decretos corrompidos que aplican nuevas reglas para aumentar la dificultad considerablemente.

El apartado gráfico nos ha gustado mucho, conservando la estética oscura y tétrica del anterior juego y que recuerda por momentos al estilo de Tim Burton. Los biomas están bien diferenciados entre sí, mientras que los personajes y enemigos están genialmente animados y son muy expresivos. A todo ello hay que sumarle unos geniales efectos visuales y mucha fluidez para que la jugabilidad no se resienta. Nos hubiera gustado ver más localizaciones, pero por lo general cumple.
En el sonoro no encontramos demasiadas melodías, pero las que hay están muy cuidadas. Tenemos unas tranquilas para la exploración y otras más cañeras cuando empiezan los combates, ganando en potencia en los enfrentamientos contra jefes. Los efectos están cuidados, mientras que las voces nos llegan con una buena interpretación en inglés y textos en español.

Como conclusión, Lost in Random: The Eternal Die es un título que se centra más en la parte de acción que la narrativa, siendo un roguelite realmente entretenido que va desvelando sorpresas cuantas más horas le dedicamos. Los controles son muy intuitivos y responden a la perfección, mientras que el sistema de progresión resulta satisfactorio. Quizás nos hubiera gustado ver más localizaciones y tipos de enemigos, ya que con el paso de las horas se vuelve un tanto repetitivo, pero lo compensa con una genial dirección artística. Además, el propio azar del juego hace que sea imprevisible saber cómo nos irá en cada partida.
Si os gustan los títulos de estilo roguelite y os atrae su estética, estamos seguros de que le dedicaréis muchas horas, donde el reino de Azar os aguarda con numerosas sorpresas.

