La editorial One or Eight y la desarrolladora Team EARTH WARS nos traen su nuevo RPG de acción en 2D de desplazamiento lateral, estilo anime y similar al género souls en el que tendréis que enfrentaros a poderosas criaturas mientras recorréis un mundo laberíntico, LOST EPIC. Lanzado para PC, PlayStation 5 y PlayStation 4, en este título encontraréis escenarios con multitud de caminos, batallas desafiantes y muchas opciones para desarrollar a vuestro personaje, entre otros detalles que descubriréis en nuestro análisis.

Su historia nos lleva hasta la tierra de los dioses, el Sanctum, un mundo exuberante lleno de bestias gigantes y deidades tiránicas que gobiernan a los mortales. Tras elegir el aspecto de nuestro caballero y su voz conocemos a Cecilia, quien nos encomienda la misión de enfrentarnos a seis gobernantes divinos y sus secuaces para traer de nuevo la paz al mundo y poder reconstruirlo. En la piel de un God Slayer nos toca recorrer cada uno de los rincones de los escenarios, combatiendo a montones de criaturas y recogiendo útiles mientras nos fortalecemos para hacer frente al desafío.

Es una trama sencilla y que apenas tiene un gran peso en la aventura, conociendo detalles de la misma al conversar con los pocos personajes que conocemos en el recorrido y mediante ciertos documentos escondidos por las localizaciones.

Las mecánicas de LOST EPIC son sencillas de comprender, pero dominarlas os llevará un tiempo. Aquí podemos desplazarnos lateralmente, realizar un doble salto, esquivar, ejecutar ataques fuertes y débiles para dar lugar a combos, activar habilidades divinas muy útiles para el combate, agarrarnos a salientes, descender por ciertas zonas y utilizar todo tipo de objetos, pudiendo llevar hasta cuatro equipados. Como es normal, los objetos son limitados y las habilidades divinas tardan un tiempo en recuperarse. Además, para que los combates sean más desafiantes tenemos una barra de resistencia que limita las veces que podemos atacar, esquivar o bloquear llegado el momento.

Por supuesto, encontraréis todo tipo de enemigos, ya sean terrestres, voladores e incluso acuáticos, cada uno con sus puntos débiles a descubrir que desbloquearán un ataque poderoso contra ellos. Aquí veréis que a veces aparecerán signos de admiración en rojo que nos avisan de un peligro inminente que no podemos bloquear y otros amarillos que podemos contrarrestar con una habilidad divina para dejarlos aturdidos momentáneamente, siendo un movimiento muy útil que tendréis que dominar. Pero los más complicados los dioses, que son más agresivos, difíciles de esquivar y cuentan con algunas transformaciones durante las batallas que los hace aún más peligrosos. Se agradece, eso sí, que podamos combatir con ellos una vez derrotados siempre que queramos.

Al acabar con los rivales y ciertos objetos obtenemos anima, que sirve como experiencia para subir de nivel y ganar puntos de habilidad a invertir en unas estatuas de diosas repartidas por el mundo. Estos puntos son muy importantes, ya que no solo permiten mejorar aspectos de nuestro personaje como la fuerza, salud o constitución, sino también algunas destrezas y habilidades únicas que amplían las posibilidades de exploración e incluso el poder equipar y fabricar más equipo. Es un amplio libro que os llevará mucho tiempo rellenar, teniendo además una serie de desafíos únicos para ir consiguiendo determinados bloques. Como suele ocurrir en los juegos de tipo souls, si nuestro personaje muere el anima permanecerá allí hasta que regresemos, aunque si muere otra vez sin recuperarlo se perderá para siempre.

Junto a las estatuas encontraréis a un bruja con la que podemos hablar, materializar objetos, equipo y armamento a través del anima y los mariales obtenidos o bien crear anima a partir de otros útiles que no necesitemos. Aquí también hallaréis una mochila en la que depositar objetos, misiones secundarias y una serie de objetivos a liquidar de manera optativa.

El equipamiento también es muy importante en el juego. Podemos llevar dos armas y dos subarmas para cambiar entre ellas rápidamente, una armadura, dos accesorios y cuatro objetos. Pero cuidado, todo ello tiene un peso y superar el límite que marque vuestra constitución hará que os mováis con lentitud. Este se puede obtener de los enemigos caídos, de los escenarios o al fabricarlo, pudiendo mejorar muchos de ellos mediante anima e incluso evolucionarlo. Comentar que cada arma tiene sus propias habilidades divinas, por lo que tendréis que ir cambiando entre unas y otras para aprender las nuevas. También podemos equipar dos ornamentos diferentes y el cuerpo del caballero elegido al obtener otros a lo largo de la aventura, pero son cambios meramente estéticos.

Uno de los aspectos más destacados del juego es la exploración. Los escenarios son enormes y ofrecen muchas rutas a recorrer. Como buen metroidvania, cuenta con muchas zonas bloqueadas a las que solo podemos acceder tras obtener una habilidad concreta o herramientas, como poder derribar ciertos muros o respirar bajo el agua permanentemente. Pero también encontraréis caminos que solo podréis atravesar tras resolver puzles o activar mecanismos. Estas localizaciones son tan amplías que para poder viajar con rapidez entre zonas debéis desbloquear atajos o bien utilizar las estatuas de las diosas para teletransportaros entre ellas.

En cuanto a duración, LOST EPIC es un título extenso que os durará más o menos tiempo según la dificultad que elijáis, ya que puede convertirse en un paseo o en una auténtica tortura. Por suerte hay unos puntos en el mapa que os permitirán cambiarla para ajustarla a vuestro gusto, así como la posibilidad de que alguien nos ayude con el multijugador online. Si a ello le sumamos las tareas secundarias, el cocinar, pescar, unos portales con desafíos para obtener habilidades únicas en unos monumentos y la rejugabilidad que ofrece por probar las distintas armas y el New Game+, tenemos juego para rato.

Pero no es oro todo lo que reluce. Tenemos mapas cuyos diseños a veces hacen que sean muy confusos, pocos enemigos que se repiten en exceso cambiando algún elemento, puntos de control a veces demasiado alejados, estilos de armas que no están al mismo nivel que otras, un manejo sobre el personaje que a veces se no es del todo satisfactorio (especialmente bajo el agua) o un sistema de progresión que requiere demasiado anima para mejorar nuestras armas.

Lo que sí nos ha gustado es su apartado gráfico. Utiliza personajes en 2D que están genialmente animados y cuyos diseños resultan muy llamativos junto a los diferentes efectos. Los escenarios también están a un gran nivel, aunque es cierto que en sus respectivas zonas repiten algunos elementos y, junto a los enemigos, pueden hacerse repetitivos con el tiempo. Por otro lado, los jefes están mucho más trabajados y tienen un tamaño descomunal.

En el sonoro tenemos una amplia variedad de melodías que se adaptan bastante bien a lo que sucede en pantalla, siempre con un toque de epicidad que se asemeja a lo que quiere ofrecer la aventura. Los efectos están muy cuidados, mientras que las voces, en japonés, cuentan con una buena interpretación. Los textos nos llegan en coreano, español, portugués brasileño, alemán y francés, disponibles hoy en Steam y próximamente en PlayStation (que por ahora solo cuenta con textos en inglés).

Como conclusión, LOST EPIC es una aventura larga y desafiante en la que destacan la exploración de escenarios, su apartado audiovisual y los elementos para personalizar al personaje y sus habilidades, adaptándose así a cualquier estilo de juego. Hay mucho por ver, pero peca de abusar de algunos elementos de los escenarios, ciertos enemigos, secundarias simples o resultar un tanto confuso en ocasiones, haciendo que a la larga se vuelva monótono.

Pero tranquilos, si lo que más os gusta es explorar en busca de secretos y encontrar un nivel de dificultad en los combates a la altura, LOST EPIC sabrá satisfacer vuestras necesidades, especialmente en los enfrentamientos contra jefes.