Koei Tecmo y la desarrolladora Omega Force, con lanzamiento físico en consolas por parte de Koch Media, nos traen una nueva entrega de su querida saga de acción uno contra mil, incorporando esta versión elementos bélicos tácticos y estratégicos que le dan un toque diferente en Dynasty Warriors 9: Empires. Viaja a través de diferentes periodos y descubre las principales características de este título con nuestro análisis.
Una vez más, su historia está basada en la clásica novela del Romance de los Tres Reinos, donde nos toca conquistar la antigua China reescribiendo con nuestras acciones algunos de los eventos históricos que allí aparecen, tales como La rebelión de los Turbantes Amarillos, la batalla de Chibi, la de Guandu o La campaña del norte. Aunque hay momentos interesantes, de sobra conocidos por los seguidores de la franquicia, le falta profundidad en este sentido, donde incluso algunos eventos se repiten entre campañas.
Dynasty Warriors 9: Empires divide su jugabilidad en dos apartados bien diferenciados, la parte de gestión estratégica y táctica, y la de la acción. La de gestión es la principal de esta entrega, donde tras seleccionar un oficial tenemos que seguir las directrices del gobernante tanto con objetivos de invasión como con los políticos, aunque se pueden proponer otros nuevos u oponerte a algunos. Llegado el momento incluso llegas a convertirte en el nuevo gobernante y dar las directrices.
Durante la gestión podemos tratar asuntos interiores como recaudar fondos y comida, otros militares, mejorar los recursos humanos enviando a exploradores para reclutar nuevos oficiales, probar con la diplomacia, llevar a cabo invasiones, pasear para mejorar nuestras relaciones y recomendar nuevos comandantes con el fin de incrementar el poder de nuestro ejército, comprar o descansar. Cada uno de estos apartados tiene muchas opciones que varían según el rango del personaje, gastando cada acción un mes y teniendo unos cinco meses antes de empezar una batalla para conseguir méritos por completar objetivos. Por supuesto, dependiendo de vuestras acciones la reputación aumenta en unos apartados u otros para que los seguidores nos vean como alguien valiente, dominante, audaz, elocuente, benévolo o malvado.
Cuando pasamos a la acción, podemos movernos por un amplio mapa para intentar acabar con los rivales combinando ataques fuertes y débiles, saltar, realizar ataques activadores que funcionan como habilidades especiales, ejecutar un ataque Musou cuando se rellena su indicador o llamar a nuestro caballo para movernos con rapidez, así como combinar fuerzas con nuestros compañeros. Por otro lado hay diferentes cartas que conseguiréis a lo largo de las campañas, dividiéndose en varios niveles de rareza y pudiendo llevar hasta cuatro de ellas encima para activar sus habilidades una vez se recarguen. También hay unos cristales a equipar que aportan habilidades pasivas a los personajes.
Un detalle a tener en cuenta es que hay tres tipos de unidades militares (infantería, caballería, y arqueros), ofreciendo estas ventajas e inconvenientes unas sobre otras que debéis tener en cuenta si queréis salir victoriosos en las dificultades más altas. Es un título que, a pesar de conservar la esencia de los musou, tiene un toque más estratégico a la hora de hacernos con bases, catapultas o derribar oficiales, donde incluso se pueden llevar a cabo planes secretos para intentar sorprender al rival con diferentes estrategias que elegimos antes de comenzar la batalla. En caso de ejecutarlo el enemigo, nos toca intervenir antes de que se lleve a cabo, siendo en este sentido muy similar a las tareas secundarias de otros juegos. Una vez cumplidos ciertos objetivos, podemos incluso utilizar un gancho para invadir la fortaleza rival e intentar abrir sus portones y comenzar la batalla decisiva.
Las batallas se dividen en dos grupos: batallas de invasión, en la que nosotros visitamos la base enemiga para acabar con su comandante, y batallas de defensa, que se centran en proteger al comandante aliado, ya sea evitando que lo maten o acabando con el del rival. Al ganar, nuestro personaje va ganando experiencia y subiendo de nivel, con lo cual mejoramos sus estadísticas generales, su rango y desbloqueamos nuevas ranuras para cristales. También hay muchas armas a conseguir que vendrán mejor o peor según tipo de oficial.
En cuanto a modos de juego no encontraréis mucha variedad. Aquí tenemos el Modo conquista, que se divide en varias campañas diferentes (con hasta 94 oficiales y montones de personajes de otros rangos diferentes entre los que elegir) y una extra conocida como Una reunión de héroes, en la que podéis utilizar el personaje que hayáis creado en el Modo Edición, eligiendo entre multitud de elementos estéticos y estilos de combate. Además hay un Tutorial que nos explica los conceptos básicos del juego. Como extra tenemos una Galería y una Enciclopedia donde consultar detalles sobre personajes, los eventos, la línea de tiempo, ver escenas, los modelos con distintos trajes, escuchar los sonidos del juego o incluso cambiar el fondo de pantalla, entre otros.
El apartado gráfico cumple a pesar de pensar que puede dar mucho más de sí. Los escenarios, aunque amplios, están limitados a una zona por misión, con ciertas texturas mejorables, tearing, popping y alguna ralentización puntual, mientras que los personajes reciclan modelados y animaciones del anterior juego. En consolas de nueva generación encontraréis dos modos de visualización: Modo Escena, que prioriza la resolución, y Modo Acción, que se centra en el rendimiento. No esperéis grandes diferencias entre ambas, pero al tratarse de un título de acción es preferible el modo acción por funcionar con más fluidez.
El sonoro es bastante mejor, con una gran selección de melodías cañeras que le sientan fenomenalmente a la acción y otras más pausadas para las partes de gestión. Las voces nos llegan tanto en inglés como en japonés, siendo para nosotros mejores estas últimas. Los textos están disponibles en castellano para que sea más sencillo comprender sus mecánicas y moverse por los menús.
Dynasty Warriors 9: Empires es, como conclusión, un spin-off que ha dado más prioridad a la parte de la gestión que a la de acción, haciendo que esta última esté más simplificada y cobre importancia la estrategia. A pesar de incorporar algunas opciones interesantes, se han visto muchos recortes en otros apartados del juego que le quitan profundidad a la aventura y consiguen que con el paso de las horas se vuelva monótono.
Aún con todo ello, se trata de un título disfrutable si os atraen sus opciones de gestión y la saga Empires en general.