Viaja hasta una adorable y colorida ciudad con el nuevo juego de Subliminal Gaming, Button City, una aventura narrativa en el que nos tocará salvar un salón recreativo de una malvada megacorporación. Con un estilo visual minimalista lleno de animales antropomórficos, se trata de un juego sencillo en el que, para avanzar, tenemos que ir cumpliendo una serie de tareas que se nos encomiendan, así como participar en los diversos minijuegos disponibles a lo largo de su desarrollo.
Su historia nos pone en el papel de Hinojo, un pequeño y tímido zorro que acaba de llegar a la ciudad junto a su madre Angélica. Aficionado a los videojuegos, le cuesta socializar con la gente y se pasa todo el verano encerrado hasta que, un día, Angélica lo manda a hacer unos recados por su falta de tiempo al estar muy ocupada con el trabajo. En el súper mercado descubre a dos jóvenes lugareños que hablan de un centro recreativo llamado Button City, por lo que decide viajar hasta el lugar. Cuando llega descubre un famoso título multijugador conocido como Gobabots en el que todos compiten por ser los mejores y, tras una serie de sucesos, consigue hacer un grupo de amigos. A partir de este momento comienza nuestra aventura, donde incluso tenemos que hacer frente a una megacorporación que intentará acabar con los recreativos por sus propios fines.

Es una trama sencilla inspirada en los 90, cargada de simpatía y mucho humor, donde también hay un claro mensaje sobre la inclusión, la amistad, la colaboración ciudadana, los problemas de la infancia o el reciclaje, entre otros, todo perfectamente integrado y sin forzar ninguna situación. Uno de los aspectos que más nos ha gustado es lo expresivos y carismáticos que resultan los protagonistas de esta aventura, que cuentan con sus propias ambiciones. Los textos, además, nos llegan en español para que podamos seguirla sin problemas, aunque se trata de la versión latino americana.

En cuanto a mecánicas, estamos ante una aventura narrativa en la que podemos mover libremente a Hinojo por los escenarios desde una perspectiva isométrica, interactuar con diversos objetos de los escenarios y conversar con los personajes que encontramos. Se trata de un juego en el que tenemos que ir haciendo todas las tareas que se nos encomiendan viajando por un mundo dividido en zonas muy similares a dioramas, además de tener que participar en diversos minijuegos de Button City u otros que aparecen a lo largo del viaje.

Dentro de esta simpleza se esconde un desarrollo bastante variado, como tener que preparar limonada o disfrazarnos para infiltrarnos en la base enemiga, con muchas tareas secundarias a realizar. Aunque la verdadera gracia del juego se esconde en los recreativos y los minijuegos que ofrece al tener que ganar partidas para conseguir amipuntos que después podemos canjear por diferentes premios.
Como título más destacado tenemos Gobabots, en el que se enfrentan dos equipos de cuatro jugadores por intentar hacer un batido y gana el equipo que consiga echar más gobabayas en la batidora. Para ello, cada personaje cuenta con bots únicos de diferentes propiedades y características, pudiendo acabar con enemigos para devolverlos a su base, quitarles sus bayas o incluso utilizar habilidades especiales al rellenar su medidor. Pero también hay otras opciones que le añaden algo más de profundidad, como poder rescatar a compañeros caídos antes de que tengan que volver a la base, pilas que recargan vitalidad o incluso pequeños robots que nos roban las bayas, lo que le aporta un toque estratégico interesante. No esperéis nada demasiado complejo, ya que suele ser bastante fácil ganar y solo permite competir contra la IA.

Después tenemos rEVolución en el Camino, un juego de carreras 1 contra 1 en el que tenemos que derrapar para llenar el medidor de potenciador y después usarlo para ganar un gran impulso e intentar dejar atrás a nuestro rival. Solo hay un circuito y el control no es todo lo cómodo que nos gustaría, pero cuenta con diversas ayudas a conseguir a lo largo de la aventura que le aportan algo de variedad.

En último lugar tenemos Prisma Beats, una máquina de baile en la que tenemos que pulsar los botones que aparecen en pantalla cuando llegan al marcador. Cuanto mejor llevemos el ritmo y más precisos seamos, más puntos recibimos. Hay diferentes dificultades y canciones entre las que elegir, lo que hace que sea entretenido. Eso sí, hemos encontrado un bug que hace que normalmente sea injugable, aunque esperamos que en la versión final esté corregido.

Además de conseguir amipuntos nos dan dinero que podemos invertir en objetos para cumplir ciertas misiones, otros que desbloquean opciones en las recreativas, diferentes accesorios para personalizar a Hinojo o elementos para decorar nuestra habitación. Es algo que acaba enganchando y siempre estamos desafiando a jugadores de todo su mundo para intentar comprarlo todo.
La ciudad no es demasiado amplia, pero siempre ofrece misiones que nos llevan a explorar los diferentes escenarios a fondo. En total la duración de la aventura da para unas 5 horas, con algo más si os dedicáis a completar todas sus misiones secundarias y conseguir los extras. Y no os preocupéis si os dejáis por hacer alguna tarea, ya que tras finalizar el juego os dejan realizarlas.

El apartado gráfico de Button City utiliza un estilo minimalista muy colorido que le sienta fenomenal a su mundo y le aporta mucha simpatía. No esperéis nada demasiado espectacular, si bien el diseño de los personajes, sus animaciones y expresividad reflejan muy bien sus estados de ánimo. Los escenarios tampoco están nada mal y cuentan con varios lugares en los que podemos entrar. Como pegas diremos que nuestro personaje se mueve un poco lento y que hemos encontrado algunos bugs, siendo estos últimos un problema que seguramente se vaya corrigiendo de cara al lanzamiento.
En el sonoro encontraréis melodías que concuerdan que el estilo del resto del juego, con una banda sonora donde la mayoría de los temas cuentan con un toque alegre y efectos sencillos que le sientan fenomenal. Los personajes no tienen voz, aunque los bocadillos, como os hemos avanzado, cuentan con textos en español latinoamericano.

Button City es, como conclusión, una aventura que sabe como entretener de principio a fin sin demasiadas pretensiones, con controles sencillos, varios minijuegos disponibles y una historia que, dentro de su simpleza, está llena de humor y deja varios mensajes importantes. Cuenta además con un nivel de accesibilidad bastante alto que hace que sea disfrutable por cualquier tipo de jugador. Hay detalles mejorables, como el manejo del personaje, la cámara automática o ciertos bugs, aunque para tratarse de un equipo de desarrollo pequeño está bastante bien.
Un viaje que se disfruta mucho en compañía de la familia, con valores importantes escondidos sutilmente en la aventura para que lleguen a los jugadores. Además se lanza a un precio reducido que lo hace más apetecible.

