Vídeo análisis de Alex Kidd in Miracle World DX

El legendario Alex Kidd in Miracle World regresa con una remasterización del juego de Master System que añade mejoras y conserva su esencia.

El estudio de desarrollo español Jankenteam y la editorial Merge Games nos traen Alex Kidd in Miracle World DX, una recreación del clásico de Master System de 1986 que incluye nuevos gráficos en HD, mejoras jugables, todos los niveles clásicos y otros nuevos creados para la ocasión que amplían su trama. Un título pensado tanto para los veteranos como para aquellos que quieran disfrutarlo por primera vez gracias a sus nuevas opciones, aunque es algo de lo que os hablaremos más adelante.

Su historia nos lleva hasta el planeta Aries, donde el joven Alex entrenaba día y noche para dominar la disciplina marcial Shellcore. Aunque nuestro protagonista no era consciente de que en esos momentos la Región de Radaxian sufría la amenaza de Janken el Grande y sus secuaces. A partir de este momento comienza nuestro viaje, con Alex enfrentándose al ejército de Janken el Grande y a todo tipo de peligros para intentar recuperar la normalidad.

Este argumento ha sido ampliado respecto al original, añadiendo además algunas escenas basadas en ilustraciones para que se entienda mejor. Son cambios bastante ligeros, así que podéis esperar la misma trama sencilla que en el juego de Master System, pero algo mejor explicada y conservando toda su simpatía.

Pasando a sus mecánicas, en Alex Kidd in Miracle World DX básicamente os dedicaréis a saltar, atacar, agacharos y nadar en las zonas acuáticas, acabando con los enemigos que salgan a vuestro paso mientras rompéis bloques con estrellas para conseguir dinero, otros con una interrogación de donde pueden aparecer vidas, accesorios o fantasmas que os matarán si no los dejáis atrás y los que directamente tienen una calavera, que dependiendo del color explotan o sueltan a estos entes si entráis en contacto con ellos. Comentar que el personaje morirá de un solo impacto si le alcanzan los enemigos o alguna trampa.

Los accesorios son muy útiles y facilitarán vuestro viaje temporalmente con ataques a distancia, barreras que os protegen de un ataque o un bastón sobre el que podréis subir para volar, entre otros. Se consiguen tanto de los bloques mencionados anteriormente como al comprarlos en las diferentes tiendas con el dinero obtenido.

En estas tiendas también encontraréis los clásicos vehículos como motos con las que avanzar a toda velocidad destrozando todo a nuestro paso, una especie de helicóptero que nos permite desplazarnos por el aire con pequeños impulsos y disparar, e incluso una lancha con la que viajar por la superficie del agua. Pero id con cuidado, ya que hay objetos que pueden acabar con ellos y solo se pueden utilizar en determinados tramos.

El control sobre el personaje ha mejorado notablemente, siendo ahora bastante más preciso que en el original, si bien pensamos que todavía tiene un pequeño margen de mejora al realizar algunos saltos. Aún con todo ello, funciona de manera correcta para ofrecer un desafío a la altura del clásico con tan solo tres vidas para completar cada nivel. Para los que nunca hayan jugado también incluye en las opciones un modo de vidas infinitas que rebaja bastante su dificultad, siendo muy recomendable para la primera partida.

En cuanto a niveles, estos están bien diseñados y algunos cuentan con varias rutas y secretos a descubrir en ellos. En general son los mismos que los del juego de Master System, pero hay algunos añadidos que le aportan algo de frescura y concuerdan a la perfección dentro de su mundo. Como es habitual, están llenos de muchos enemigos diferentes y trampas a superar, así como los clásicos jefes.

Los jefes nos invitan a jugar a rondas de piedra, papel o tijera, y quien gane dos rondas gana la partida, siendo algunas de ellas totalmente aleatorias. A partir de ese momento os tendréis que enfrentar a la mayoría de ellos. Comentar que también hay otros jefes con los que solo tendréis que luchar.

Para los más nostálgicos, un aspecto que nos ha gustado mucho es que en cualquier momento podéis pulsar un botón para cambiar entre los gráficos y el sonido actual por los clásicos, lo que permite comparar la evolución del juego. Aquí se nota el gran esfuerzo que ha puesto la compañía en rediseñar todos los personajes, escenarios y añadirle efectos más actuales, todo sin perder la esencia del Alex Kidd original.

Por otro lado, la duración de la aventura dependerá de lo hábiles que seáis a los mandos y si tenéis activadas las vidas ilimitadas, ya que es un juego que puede completarse en pocas horas si conocéis todos sus detalles. Pero no os engañéis, es un título de bastante dificultad que en más de una ocasión requiere mucha precisión, además de tener algún que otro secreto que le añade rejugabilidad. Comentar que, como curiosidad, podéis cambiar el alimento de final de nivel, encontrando onigiris, hamburguesas, fish & chips o tortillas de patatas.

También cuenta con dos modos que se desbloquean al completar la campaña:  el Modo Clásico, con el que podéis vivir la aventura original de Master System con sus carácterísticas de antaño, y la modalidad Solo Jefes, que como su nombre indica nos enfrenta a todos los jefes de manera consecutiva en una especie de teatro. No son demasiado originales, pero se agradece su añadido.

Para finalizar, el apartado gráfico nos ha gustado mucho, con una dirección artística muy buena que hace que todo destaque mucho más. Los personajes cuentan con un diseño y animaciones vistosas, mientras que los escenarios están muy cuidados, son coloridos y tienen mucha variedad de biomas. Además, los efectos como la iluminación hacen que resulte más llamativo. Pero lo mejor de todo es poder cambiar de la versión actual a la de 8 bits para ver instantáneamente los cambios que ha recibido.

Lo mismo sucede con el sonoro, que incorpora melodías reinventadas, otras remasterizadas al pasar a los 8 bits e incluso las originales en el modo clásico. Esto hará las delicias de los jugadores junto con unos efectos que no están nada mal y, aunque no cuenta con voces, textos en perfecto castellano.

En definitiva, Alex Kidd in Miracle World DX ofrece todo lo bueno que tenía el juego original, con unas fases bien diseñadas, una dificultad que ofrece un desafío a la altura y una experiencia que, si bien no es demasiado larga, resulta muy entretenida. Si a todo esto le sumamos un apartado audiovisual rediseñado que le da un aspecto más actual pero sin perder su esencia y los nuevos añadidos, tenemos un producto que encantará tanto a los veteranos como a los nuevos jugadores por igual. Como pegas diremos que los combates no siempre son muy justos, que hemos encontrado pequeños bugs y que los saltos no son todo lo precisos que nos gustaría, si bien no son problemas demasiado graves.

Alex Kidd in Miracle World DX es un producto pensado para los aficionados del juego de Master System, con un gran mimo y cariño puesto en cada detalle, pero que también disfrutarán los recién llegados a la franquicia.

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