Análisis de Loddlenaut

Viaja hasta el fondo del océano con tu equipo de limpieza para acabar con la contaminación y ayudar a las criaturas en Loddlenaut.

El desarrollador Moon Lagoon y el editor Secret Mode nos llevan a un viaje educativo hasta el fondo del océano para enseñarnos la importancia del reciclaje y la limpieza, todo mientras intentamos sobrevivir y criamos a adorables criaturas, con Loddlenaut. Ya disponible a través de Steam para PC y Mac, coge tus herramientas y únete a la lucha contra la contaminación, donde parte de los beneficios del juego irán destinados a la asociación benéfica Whale and Dolphin Conservation.

Su historia nos pone en el papel de un guardián interestelar, al cual le asignan la misión de limpiar un planeta oceánico contaminado llamado GUP-14 en nombre de una poderosa corporación conocida como GUPPI, que a su vez era la dueña del planeta y fue la encargada de su contaminación. Aquí tendrá que explorar, recoger basura y mejorar su equipamiento para poder llevar a cabo la tarea, todo mientras vigila su bienestar y el de unas pequeñas criaturas alienígenas parecidas a ajolotes llamadas Loddles.

Aunque el argumento de Loddlenaut peca de sencillez, deja un mensaje que intenta transmitir a las generaciones actuales y futuras, demostrando la importancia del reciclaje y la limpieza. Es algo que no solo nos afecta a nosotros, sino también a la flora y fauna acuática, por lo que creemos que merece la pena echarle un vistazo.

En sus mecánicas estamos ante un título que nos invita a manejar al guardián interestelar (que aquí es parecido a un buzo), pudiendo ascender, descender, impulsarnos o utilizar todo tipo de herramientas para recoger la suciedad, la cual reciclamos después en los diferentes contenedores y, con los objetos obtenidos, creamos nuevos útiles o mejoramos los ya existentes. Además contamos con un mapa para guiarnos y un escáner que nos permite localizar la basura de los escenarios, ingredientes, objetos importantes, a los Loddles y nuestra nave, la cual desbloquea el viaje rápido a medida que limpiamos zonas y en la que podemos almacenar objetos, ya que nuestro inventario tiene un espacio limitado.

Si bien es bastante simple, teniendo que cumplir los objetivos de una lista, siempre nos toca estar pendientes del medidor de oxígeno del traje, el cual se agota poco a poco y nos toca recuperar con burbujas de aire, al volver a nuestra base o con círculos de recarga. Junto a éste, tenemos el indicador de impulso que, a diferencia del de oxígeno, se recupera con el tiempo. Y cuidado con los microplásticos, que pueden llegar a obstruir los circuitos y no dejarnos ver nada de los medidores y el inventario.

Tal y como descubriréis al comienzo de Loddlenaut, no todas las zonas son accesibles desde un primer momento, teniendo que cumplir con las tareas que nos encomiendan para desbloquear nuevos útiles, como una mayor capacidad para el tanque de oxígeno, un traje mejorado que nos permite viajar a más profundidad o las herramientas, sin las cuales sería imposible recoger la suciedad, pero antes deberéis crearlas utilizando los objetos reciclados en la base.

Tenemos una pistola de burbujas con la que recoger objetos, romper otros o para limpiar un desecho tóxico llamado pegote, un aspirador de capacidad limitada con el que recoger microplásticos y que toca vaciar en su respectivo contenedor o una fregadora de charcas con la que limpiar los charcos de pegote. Al principio son bastante simples, pero podéis mejorarlas para ampliar su potencia, capacidad o su radio de acción para que el trabajo resulte más cómodo.

Pero no todo trata de limpiar. A lo largo de nuestro viaje también encontramos a unas criaturas llamadas Loddles, las cuales nos toca cuidar quitándoles pegote, jugando con ellas, alimentándolas y cumpliendo con ciertas necesidades, aunque nunca mueren. A medida que lo hacemos van evolucionando, pasando a ser de un mayor tamaño y algo más autónomas. No esperéis nada demasiado profundo en este sentido, pero hace que la aventura sea más agradable, teniendo que crearles juguetes y diferentes comidas a medida que recogemos ingredientes, aprendemos recetas y descubrimos los gustos de cada una.

El mundo de Loddlenaut es bastante amplio, con varias zonas a visitar que nos toca limpiar. Si bien al principio viajar entre ellas se hace algo pesado, a medida que desbloqueamos el viaje rápido al limpiar el 100% gana en comodidad. Además, hay ciertas mejoras que solo se desbloquean tras empezar una actividad, así que os tocará dar grandes paseos hasta la base.

En cuanto a duración, es un juego bastante cortito que da para unas cinco horas de juego, las cuales pueden ampliarse más si os dedicáis a cuidar y evolucionar a los Loddles. Más allá de eso, y algún que otro coleccionable en forma de insignias holográficas, no hay nada que nos invite a rejugarlo demasiado.

Comentar también que Secret Mode se ha asociado con la artista local británica Michelle Costello para un proyecto de arte especial de concienciación ecológica, en el que se han utilizado plásticos y materiales recuperados del océano para crear el arte principal de Loddlenaut. Será visible al público a partir de febrero de 2024, cuando se exhibirá como una instalación de arte temporal en el renovado WDC Scottish Dolphin Centre.

El apartado gráfico utiliza un estilo minimalista en 3D con un toque retro pixelado que le sienta realmente bien, utilizando colores intensos que llamarán la atención de jugadores. Hay varios lugares a visitar, pero es cierto que, quitando alguna que otra novedad por zona, muchos elementos se repiten a lo largo de la aventura, haciendo que a la larga pueda cansar. Eso no quiere decir que no sea atractivo en ciertos momentos, destacando aquí las zonas que limpiamos al completo.

En el sonoro tenemos unas melodías relajadas que acompañan bien nuestro viaje y suelen quedarse en segundo plano para dejar lugar a la ambientación, con el sonido de las aspas del ventilador de nuestro propulsor chocando contra el agua como mayor compañero. Los efectos están muy conseguidos y, aunque no hay voces, los textos nos llegan en varios idiomas, entre los que se encuentra el español.

Como conclusión, Loddlenaut es una aventura en la que destaca más la importancia del mensaje que deja que el propio juego en sí, donde casi siempre estamos explorando el escenario para recoger basura y crear nuevos útiles para la limpieza. Si bien es cierto que una vez nos hacemos al manejo resulta más entretenido, la poca variedad de situaciones puede llegar a cansar con el tiempo. Al menos se agradece la incorporación de los Loddles y poder hacer que evolucionen poco a poco.

Se trata de un juego que recomendamos jugar junto a los más pequeños de la casa, ya que gracias a él irán cogiendo valores que serán muy importantes para el futuro de nuestro planeta, como la importancia del reciclaje o la limpieza.

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