Análisis de Demon’s Souls (PS5)

Uno de los juegos que marcaron un antes y un después en la industria, Demon’s Souls, recibe un remake a la altura que hará las delicias de los poseedores de PlayStation 5.

Demon’s Souls es un juego de acción con tintes de RPG en el que exploraréis un mundo cargado de peligros con mecánicas que funcionan a la perfección hoy en día, un diseño de escenarios muy bien estudiado y una dificultad tan alta como satisfactoria. Desarrollado por Bluepoint, este remake del título creado por FromSoftware para PlayStation 3 conserva todo lo que lo hizo grande en su momento, incluida la localización de cada uno de sus enemigos, pero con un lavado de cara espectacular y ciertos ajustes que hacen que la experiencia en general sea mucho más satisfactoria.

Su historia nos lleva una vez más hasta Boletaria, donde su monarca, el rey Aliant XII, canalizó antiguas artes del alma y despertó al Anciano, un demonio tan antiguo como el tiempo. Esto hizo que una niebla incolora se extendiera por toda la región, liberando a temibles criaturas hambrientas de almas humanas que perdieron la cordura y atacan a todo aquel que la conserve. Aislada del mundo exterior, Boletaria es un lugar sin piedad en el que los caballeros que se atreven a adentrarse en la densa niebla para liberar la región desaparecen para siempre. Y aquí es donde entramos en juego nosotros, que afrontamos el desafío de intentar devolver al Anciano a su letargo.

Este argumento es muy interesante, aunque más que por la trama en sí por el universo que se creó alrededor de ella. Al igual que en otros juegos del género os tocará investigar a fondo para descubrirla, ya sea a través de otros personajes, de los propios escenarios o de las descripciones de los utensilios que encontramos por el camino. Eso sí, cabe mencionar que a diferencia de estos cuenta con escenas que facilitan el acceso a su historia, con algunas nuevas creadas para la ocasión. Además, el juego nos llega completamente doblado al castellano (con textos en el mismo idioma) para que sea más sencillo seguirlo.

Nada más comenzar la aventura veréis que hay dos modos de visualización: el Modo Cinemático, que limita los fotogramas a 30fps para añadir mejoras visuales, y el Modo Rendimiento, donde se sacrifican algunas de estas mejoras para alcanzar unos estables 60fps. Nosotros, sin duda, nos hemos decantado por el modo rendimiento al tener una mayor fluidez para los combates, además de no mostrar una diferencia demasiado notoria en lo técnico. Después encontraréis el creador de personajes. Como siempre, podéis ponerle un nombre, elegir una clase de las diez disponibles o seleccionar un obsequio inicial, si bien las opciones para personalizar su aspecto han aumentado enormemente. Es cierto que con los cascos y demás partes del equipamiento difícilmente veréis su rostro, pero se agradece el añadido.

En cuanto a mecánicas, siguen siendo muy similares a lo visto en el original, pero hay pequeñas mejoras en todos los ámbitos que hacen que la experiencia sea mucho más satisfactoria. Podemos movernos libremente, correr, subir escaleras, saltar obstáculos, utilizar un ataque fuerte y otro débil, rodar, defendernos, lanzar desvíos con nuestro escudo para contraatacar, magias a costa de maná, etc. Son muchas acciones que se combinan a la perfección para crear un sistema de combate que requiere una buena precisión y, a la vez, gestionar bien la barra de resistencia, dando lugar a enfrentamientos muy satisfactorios por pequeños que sean los enemigos.

Algo importante de esta entrega y que lo diferencia de otros juegos del género es el sistema de objetos, que nos permite acumular todo tipo de hierbas para curarnos siempre que lo necesitemos. También contamos con diferente equipamiento y armas que se desgastan con su uso, las cuales también podemos recuperar y mejorar visitando al herrero, o las tendencias, que alteran el mundo que nos rodea según nuestras acciones, ya sea cambiando la dificultad, los objetos disponibles o los personajes con los que hablar, entre otros.

Y hablando de su mundo, los escenarios son lineales en su desarrollo, pero encontraréis muchos caminos alternativos que ocultan valiosos tesoros y secretos que siempre nos invitan a explorarlos. Están genialmente diseñados, tanto es así que algunos de ellos siguen sirviendo como ejemplo para la creación de otros proyectos. En total encontraréis cinco mundos distintos a los que podréis acceder en el orden que lo deseéis, encontrando a montones de enemigos y a jefes que debéis superar para poder seguir avanzando. Para que sea más sencillo llegar hasta ellos hay algunos atajos que podemos desbloquear, si bien no son tan numerosos como en otros juegos.

Los jefes son quizás uno de los aspectos que peor han envejecido de todo el juego. Estos cuentan con patrones de movimientos sencillos y, una vez se descubren sus puntos débiles, son más fáciles de derrotar que lo visto en otros juegos más actuales del género. No queremos decir que no sean desafiantes, pero es cierto que aquellos que ya conozcan sus debilidades no tardarán mucho en derrotarlos.

Otra característica que regresa son las opciones del multijugador, con montones de manchas de sangre que nos permiten ver cómo murieron otros jugadores, mensajes que pueden ser de ayuda, la posibilidad de invocar a otros jugadores para que nos echen una mano e incluso invadir o que nos invadan otros jugadores, con el requisito de tener que desprendernos de nuestro cuerpo físico para poder visitarlos. Estos combates contra otros jugadores funcionan mejor que nunca al contar el juego con servidores dedicados que evitan que haya un pronunciado lag, aunque ya os avisamos de que siguen estando un tanto descompensados y que, cuando son realmente justos, las partidas pueden alargarse en exceso. Al menos se agradece que las tendencias del mundo ya no puedan ser controladas por otros jugadores.

Como veis, muchos de estos aspectos son muy similares a lo visto en el juego original, pero se han mejorado las animaciones, las físicas o los movimientos de nuestro personaje para que los combates resulten más fluidos y justos, siendo ahora más sencillo, por ejemplo, llevar el timing para realizar los desvíos cuando un enemigo cercano nos ataca o esquivar rodando en cualquier dirección. Pero esto no es todo. Encontraréis montones de ajustes y novedades que lo hacen un título más redondo, como misiones que han sido ligeramente retocadas, bugs que han desaparecido, nuevos anillos y eventos o restricciones en el número de hierbas que podemos llevar, entre muchas otras. Enumerarlas todas nos sería prácticamente imposible, pero aquellos que disfrutaron del original encontrarán un producto que mantiene su esencia y ha mejorado enormemente en la calidad de vida.

Por su parte, las características del DualSense se han usado para recrear cada impacto que damos con nuestra espada o recibimos con el escudo, así como con otros pequeños detalles, siendo la retroalimentación háptica bien aprovechada en este sentido. Lo que no han utilizado son los gatillos adaptativos, que le hubieran sentado muy bien a ciertos tipos de armas.

La duración de la aventura es bastante extensa, aunque todo dependerá de vuestra habilidad y lo que conozcáis el juego original. Hay multitud de secretos y tesoros ocultos (con algunos de ellos completamente nuevos que os harán investigar a fondo), un mundo fracturado que nos permite jugar en modo espejo, más eventos, nuevos trofeos y más extras que harán que el viaje sea muy rejugable.

Del apartado gráfico sólo podemos decir que se ha hecho un trabajo soberbio a la hora de respetar la mayoría de diseños y mejorar todo lo visto en el juego original, con personajes y criaturas genialmente modealdos y animados, efectos muy cuidados y, por encima de todo, unos escenarios que resultan tremendamente vistosos al contar con texturas altamente detalladas y mejoradas, más elementos en pantalla, una iluminación muy realista (que resalta más con el uso del HDR) y la estupenda estructura que ya tenía el original. Además ahora los tiempos de carga brillan casi por su ausencia, comenzando rápidamente la partida de nuevo tras morir. Comentar que se han añadido diversos filtros para hacer que la experiencia cambie visualmente, incluido uno que asemeja el color a lo visto en el juego original de PS3, y un modo foto muy completo que os permitirá capturar vuestros mejores momentos en la aventura.

En el sonoro encontramos una espectacular banda sonora reorquestada que le aporta aun más epicidad a la aventura junto con la coral, una ambientación de lujo en la que se han añadido montones de efectos, un excelente uso del audio 3D para saber la posición de los enemigos y el doblaje en castellano, cuya interpretación nos ha parecido buenísima. Como pega diremos que algunos temas han perdido parte de su esencia original y no están bien usadas en determinadas partes del viaje, pero no es algo demasiado preocupante.

Este remake de Demon’s Souls es, en definitiva, un título que no se limita sólo a mejorar el apartado audiovisual, sino que actualiza montones de pequeños detalles del juego original y añade otros nuevos para hacer que la experiencia sea mucho más satisfactoria a los mandos. Se nota además el gran empeño que han puesto en mantener toda su esencia conservando la estructura de los niveles o el posicionamiento de los enemigos, todo tratado con un gran cariño que demuestra el buen hacer de la compañía.

Un sueño hecho realidad para los aficionados que, después de ver el gran trabajo realizado por Bluepoint con este remake, estarán deseando ver qué será lo próximo que hará el equipo de desarrollo.

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