Vídeo análisis de Ghost of Tsushima: Director’s Cut

Busca tu particular vengaza contra los mongoles con la versión mejorada y ampliada del juego de samuráis de Sucker Punch, Ghost of Tsushima: Director’s Cut.

Tras su estreno en Julio del año pasado para PlayStation 4, Sucker Punch nos trae una nueva versión de su juego de aventuras samurái de mundo abierto y en tercera persona en el que podréis utilizar tanto el sigilo como la acción más directa para acabar con vuestros rivales, Ghost of Tsushima: Director’s Cut. Esta versión incluye el contenido que se lanzó con la edición Digital Deluxe, la expansión multijugador gratuita de Ghost of Tsushima Legends, la nueva y esperada expansión de Iki Island y diversas mejoras exclusivas para la versión de PlayStation 5, debutando el juego en esta plataforma.

Para aquellos que no la conozcan, la historia de Ghost of Tsushima nos lleva hasta el Japón feudal de 1274, momento en el que el imperio mongol ha arrasado con naciones enteras para conquistar el este, siendo la isla de Tsushima todo lo que queda entre el Japón continental y una enorme flota de invasión mongola liderada por el despiadado e ingenioso general Khotun Khan. Tras una batalla entre los pocos samuráis de Tsushima y la primera oleada de asalto de los mongoles, Jin Sakai, nuestro protagonista, emerge como uno de los últimos supervivientes de su clan. Decidido a hacer lo que sea necesario para proteger a su gente y recuperar su hogar, se desprende de las tradiciones que lo han formado como guerrero para forjar un nuevo camino, el del Fantasma, y librar una lucha poco convencional por la libertad de Tsushima.

Esta trama cuenta con una genial narrativa que nos hace sentirnos como si de una verdadera película de samuráis se tratara, donde trata temas como la venganza y el honor con unos personajes que desprenden carisma, se van desarrollando a lo largo de la aventura y siempre nos ofrecen datos interesantes de la situación del país, lo que nos invita a hablar con la mayoría de ellos. Se pueden tomar algunas decisiones en nuestro viaje que no afectan demasiado al transcurso de la historia, así como descubrir aspectos del pasado de Jin mediante ciertos flashbacks. Hay situaciones que no sorprenden demasiado, si bien cuenta con giros y algunos momentos impactantes que saben como mantener nuestro interés. Todo ello, además, con textos y voces en castellano.

En cuanto a la expansión Iki Island, tras naufragar, Jin se encuentra varado en la isla y sin la compañía de su caballo. Al avanzar unos metros, un grupo de asaltantes consigue derribarle y es llevado ante su líder. Aquí descubriréis a un enemigo que ha conseguido meterse en la cabeza de Jin para confundirlo, hacer que dude de su propio ser e intentar que se una a sus filas, viviendo algunos momentos surrealistas. Nuestro objetivo será poner fin a estos delirios mientras acabamos con la amenaza del lugar y vamos conociendo nuevos detalles del pasado de Jin, su familia y a otros personajes que nos ayudan con la causa. Es muy entretenida y, además, no requiere haber completado el juego principal para disfrutar de ella.

Comentar que para poder jugar a la expansión antes debéis completar el primer acto de Ghost of Tsushima y realizar la misión “Viaje al Pasado” que os llevará hasta la región. Es algo comprensible, ya que la dificultad de esta zona es considerable y requiere cierta habilidad a los mandos por parte de los jugadores, algo que conseguiréis tras las muchas horas de juego necesarias para avanzar hasta esta zona. Además nuestro barco se destroza nada más llegar, así que no podemos volver a la isla principal por un tiempo.

Al igual que en el juego original, nada más comenzar nos toca elegir la salida de audio, una de sus cuatro dificultades, o el tipo de experiencia que queremos vivir: Estándar, con doblaje en castellano; Subtitulado, con doblaje y textos en castellano; Inglés, con voces en inglés y subtítulos en castellano; Cine de Samuráis, con voces en japonés y textos en castellano; y el Modo Kurosawa, que utiliza un filtro en blanco y negro, algunos efectos y cuenta con voces en japonés y subtítulos en castellano, imitando el estilo de las clásicas películas del cineasta Akira Kurosawa.

En sus mecánicas no hay grandes cambios, pudiendo desplazarnos libremente por su mundo, utilizar a nuestro caballo para viajar con más rapidez, un viento que nos guía hasta el siguiente objetivo marcado o usar el oído agudizado para averiguar la posición de los enemigos. Después podemos afrontar las batallas con sigilo ocultándonos tras los obstáculos, en la hierba alta, en zonas elevadas y pasando por ciertos recovecos para sorprender a los rivales por la espalda o bien pasar a la acción más directa, pudiendo incluso retar a los rivales a enfrentamientos uno contra uno para deshacernos de ellos de un solo golpe y encadenar varias muertes seguidas.

Con el sigilo podemos acabar con los rivales sin ser descubiertos sorprendiéndolos desde la espalda y, con la habilidad necesaria, seguir masacrándolos en cadena, contando para ello con diferentes herramientas como arcos o kunais para atacar a distancia, bombas de humo con las que escapar, otras para crear distracciones o incluso liberar animales para que ataquen a los enemigos de la zona y ganar algo de tiempo, por poner algunos ejemplos.

Si optamos por la parte de la acción, contamos con un botón de bloqueo con el que realizar desvios y contraataques si somos precisos, una esquiva para evitar las embestidas que no podemos bloquear, un ataque rápido y otro pesado con el que podemos romper la defensa del rival, estocadas y hasta cuatro posturas que vamos desbloqueando que ayudan contra cierto tipo de enemigos. Algo muy importante en este sentido son los puntos de determinación, los cuales nos permiten realizar movimientos más avanzados e incluso curarnos, rellenándose estos al acabar con los rivales, rematarlos o realizar buenas paradas, entre otros.

Por supuesto, a medida que vamos aumentando de nivel conseguimos puntos de técnica a invertir en diversas ramas del personaje, ya sean para la parte de Samurái con mejoras en los desvíos, evasiones, artes legendarias o la exploración, para desarrollar las habilidades de las diferentes Posturas o para la parte del Fantasma, que desbloquea nuevas armas y tácticas adaptativas.

Tan importante como todo lo demás es nuestro equipamiento, encontrando diferentes kits de espadas, talismanes, cascos, máscaras y armaduras con diferentes propiedades que las hacen únicas, pudiendo incluso mejorarlas en ciertas localizaciones utilizando los materiales que recogemos de los escenarios. La versión Director’s Cut incluye de serie el Skin Set Héroe de Tsushima, que se compone de una máscara dorada, un kit de espada, caballo y una montura, así como el Amuleto del favor de Hachiman.

Uno de los aspectos más destacados del juego es la exploración, encontrando un enorme mapeado lleno de tareas a realizar, ya sean principales o secundarias. Aquí encontraréis montones de misiones optativas y coleccionables que nos invitan a recorrer cada rincón y ofrecen recompensas jugosas. Para localizarlas, además de aparecer como puntos en el mapa cuando desbloqueamos una zona al conquistar un territorio mongol, nos toca seguir pistas visuales en forma de humo o animales como zorros y pájaros que revolotean por la zona, entre otros.

La expansión de la isla Iki aumenta aún más estas posibilidades, con un mapa que es más o menos una tercera parte del que encontramos en juego base y nuevas tareas a realizar, como desafíos de arquería, una arena en la que combatir a poderosos guerreros, zonas en las que meditar tocando la flauta a los animales haciendo uso del sensor de movimiento del mando o en las que conocemos partes del pasado de Jin con su madre al interactuar con unos ciervos. No están nada mal, destacando en este sentido las que se centran en el pasado de JIn.

Como no podía ser menos, en este lugar hallaréis también un nuevo tipo de enemigo que potencia a los rivales, más talismanes, nuevas habilidades como la embestida de nuestro caballo, armas o armaduras, entre otros extras. Es una de las partes más complicadas de todo el juego, así que recomendamos ir bien preparados, especialmente en las dificultades más altas. En total completar esta isla os llevará más o menos lo que un acto de la aventura principal, así que hay diversión para rato.

Tampoco queremos olvidar que la Director’s Cut incluye, además de un mini libro de arte digital o los comentarios del director, Ghost of Tsushima Legends, un modo cooperativo para hasta cuatro jugadores independiente de la historia principal y que cuenta con su propio sistema de progresión. Aquí cuatro Fantasmas, con diferentes clases a elegir, tendrán que proteger la isla de una invasión sobrenatural, utilizando para ello nuevas técnicas y habilidades especiales que le aportan un toque muy distintivo de la aventura original. Se tratan de misiones lineales que se dividen en dos tipos: Historia (2 jugadores) y Supervivencia (4 jugadores). Es muy entretenido, así que recomendamos darle una oportunidad. Además se puede acceder desde el menú principal o diversos puntos del mapa de la campaña.

Pasando a las mejoras de la versión de PlayStation 5, hay dos modos de visualización: Rendimiento, que se centra en ofrecer los 60fps de manera regular, y Resolución, que opta por los 4K y una tasa de fotogramas que no es tan estable. No esperéis grandes cambios respecto a la versión de PS4 ya que esta lucía estupendamente en su momento, motivo por el que recomendamos priorizar el rendimiento.

El cambio más notable lo encontraréis en unas cargas casi inexistentes y en el DualSense que, si bien no llega al nivel de AstroBot, aprovecha bastante bien las capacidades del mando para que, por ejemplo, podamos sentir las peleas con las espadas o el trote de nuestro caballo con la vibración háptica y el uso de arco o del garfio con los gatillos adaptativos. Como en el caso de PS4, también se usa el altavoz para ciertos momentos de la aventura y, por si fuera poco, contamos con sonido 3D para ganar en inmersión en el caso de PS5.

El apartado gráfico sigue siendo espectacular, con personajes genialmente modelados y animados, unos escenarios amplios, variados y muy detallados, y efectos como la iluminación, la climatología o las partículas que dejan estampas de gran belleza. Pero lo más destacado, al igual que en su momento, es su increíble dirección artística, la cual consigue que muchas veces nos quedemos embobados mirando sus paisajes. Para sacarle aún más provecho, tenemos un modo foto que, en esta versión, ha incluido todavía más posibilidades y extras.

El sonoro tampoco se queda atrás, con una gran variedad de melodías dinámicas que utilizan instrumentos de la cultura japonesa y nos ayudan a sumergirnos en su mundo. Los efectos están muy cuidados, más aún con el sonido 3D, y las voces, como ya hemos comentado, nos llegan en varios idiomas, recomendando para esta ocasión las japonesas con subtítulos en castellano, habiendo mejorado un poco la sincronización labial.

En defintiiva, Ghost of Tsushima: Director’s Cut ofrece todo lo bueno que tenía el juego original, haciendonos sentir como auténticos samuráis con combates sencillos pero que ofrecen muchas posibilidades, la opción de utilizar el sigilo para acabar con ellos, un sistema de progresión muy bueno, mucha libertad y un increíble apartado audiovisual que os encandilará en muchos momentos. La expansión Iki Island amplia notablemente la duración del juego e incluye algunos elementos de la historia interesantes y novedades que le aportan más variedad. En cuanto a la versión de PS5, nos ha costado encontrar diferencias técnicas con la de PS4 más allá de la fluidez, pero resulta más inmersiva por el mando, el audio 3D y las cargas instantáneas.

Un título que ya disfrutamos mucho en su momento y que nos ha hecho revivir esas sensaciones, siendo un imprescindible para aquellos que no lo hayan probado y recomendando la expansión Iki Island para los que ya lo conozcan.

Salir de tu cuenta
Accede a tu cuenta