Vídeo análisis de Mayhem in Single Valley

Salva el mundo de un apocalipsis zombi con la trepidante aventura de acción y puzles Mayhem in Single Valley.

La editorial tinyBuild y la desarrolladora Fluxscopic nos traen una divertida aventura de acción vertiginosa y puzles que, tras su debut en PC en 2021, llega por primera vez a consolas, Mayhem in Single Valley. Se trata de un original y breve título que desprende mucho encanto, conservando todo lo bueno que tenía su versión original. Ya disponible para PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch, podéis descubrirlo en profundidad con nuestro análisis.

Su historia nos pone en el papel de Jack, un joven que pronto abandonará su hogar para irse a estudiar arte. Pero cuando se preparaba para partir, aparece un misterioso ser con un camión cisterna que vierte productos químicos en el embalse de agua, haciendo que todas las criaturas que beben de ella se transformen en zombis que atacan a otros seres y, a su vez, se vean también afectados por esta mutación. El problema es que uno de los personajes que aparece por el lugar culpa a Jack de lo sucedido, expandiéndose rápidamente este rumor por Single Valley. Ahora le toca viajar por diversas localizaciones para demostrar su inocencia mientras busca al culpable, una solución para lo sucedido y evita que la infección se extienda.

Dicha trama es bastante sencilla, pero se hace muy entretenida gracias a lo pintorescos que son los personajes que aparecen en ella y el humor del que hace gala, dando lugar a algunas situaciones un tanto absurdas que sabrán cómo sacaros una sonrisa. También encontraréis ciertos homenajes a películas, series u otros videojuegos, si bien están bastante camuflados.

Las mecánicas de Mayhem in Single Valley son accesibles, aunque quizás os lleve un tiempo habituaros a ellas. Desde una perspectiva aérea, podemos desplazarnos en cualquier dirección, saltar, esquivar, interactuar con determinados elementos de los escenarios, coger útiles que después podemos dejar o lanzar, agarrar objetos para moverlos, cambiar los zapatos que llevamos e incluso algún equipamiento especial que nos ayudará a progresar en determinados momentos de la aventura.

Aunque los controles pueden ser consultados en cualquier momento en la pantalla, nada más comenzar se os encomendará una serie de tareas para que os vayáis habituando a ellos, consiguiendo así que sea bastante llevadero para jugadores de todos los niveles. No resultan demasiado precisos a la hora de saltar o apuntar, pero os acabaréis acostumbrando.

Entre el equipamiento encontraréis un tirachinas para lanzar utensilios, comida o bichos a ciertos objetivos y enemigos o un paraguas que os permitirá aprovechar las corrientes de aire para desplazaros grandes distancias y planear. Pero también hay otros extras interesantes, como unas zapatillas que aumentan la velocidad de desplazamiento, una mochila para guardar útiles o tapas de cubo de basura que evitarán que muramos al instante cuando recibimos daño. Muchos de estos objetos se pueden mejorar al hacernos con cinta aislante que nos darán los clones de Jack que localicemos por los escenarios.

Al principio apenas podemos librarnos de los infectados, teniendo que crear distracciones o aturdirlos disparándoles con ciertos objetos, pero pronto descubriréis una cura que os permitirá lidiar con ellos. Esta cura se obtiene de determinados puntos de los escenarios, necesitando botes vacíos que después rellenaremos. Una vez conseguida, podemos acceder al inventario y combinarla con los diversos útiles que tenemos. Hay que tener en cuenta que cada criatura tiene unos gustos y que, para poder curarlos, tenemos que dar con la combinación perfecta para ellos, con una gran variedad de enemigos a conocer.

Gracias a la combinación de todos estos elementos se consiguen unos puzles bastante divertidos de resolver, ya sean basados en momentos de plataformeo, otros en las físicas o incluso cuando nos enfrentamos a diversas criaturas, por poner algunos ejemplos. Nunca se nos han hecho pesados y, tras pensar un rato, encontraréis la solución a los problemas con facilidad. Como no podía ser menos, también hay algunos enfrentamientos contra jefes que pondrán a prueba vuestro ingenio para poder derrotarlos, aunque no esperéis nada demasiado desafiante.

Quizás lo que menos nos ha convencido sean las zonas de plataformas. No porque estén mal planteadas ni sean poco interesantes, sino más bien por tener un sistema de salto que no es tan preciso como nos gustaría. Por suerte no es algo que abunde a lo largo de la aventura y, si algo sale mal, hay muchos puntos de control, haciendo que comencemos rápidamente desde un lugar cercano.

Lo que sí nos ha gustado son sus escenarios. Son variados, amplios y esconden muchos secretos en ellos, lo que hace que explorarlos sea una delicia. Muchas veces dan la sensación de ser más grandes de lo que realmente son, por lo que no tardaréis demasiado en dar con aquello que buscáis. En el caso de que os sintáis perdidos os recomendamos echarle un ojo a la lista de tareas o bien conversar con los personajes que os encontréis por el camino.

En cuanto a duración, estamos ante una aventura que dura poco más de dos horas, todo dependiendo del tiempo que estéis con sus puzles o buscando los coleccionables en forma de clones de Jack o cintas de música que cambian la banda sonora a lo largo del desarrollo. Más allá de todo esto, no hay ningún incentivo que nos invite a rejugarlo.

El apartado gráfico resulta muy atractivo gracias a la combinación de personajes y criaturas en 2D (cuyas animaciones y expresiones están muy conseguidas) con escenarios tridimensionales, haciendo que se pueda jugar con algunos cambios de cámara y ciertos efectos para darle un toque más actual, como un sistema de iluminación bastante logrado o los reflejos. Funciona con fluidez en todo momento para que la experiencia del jugador no se resienta, aunque hemos de decir que hay algún que otro bug que puede fastidiar nuestra partida. Por suerte, no es un título largo en el que moleste demasiado.

En el sonoro encontraréis una banda sonora bastante original que utiliza elementos chiptune mezclados con otros modernos para hacerla atractiva, junto con efectos de sonido que recuerdan a la época de los 8 bits. Las voces son representadas mediante pequeños ruidos, apareciendo todos los textos en bocadillos. Lo mejor de todo es que el juego incluye diversos idiomas, entre los que se encuentra el español.

Como conclusión, Mayhem in Single Valley es una aventura que mezcla genialmente momentos de acción, plataformeo, exploración y resolución de puzles, con una historia tan surrealista como divertida. Peca de ser bastante corto, tener algún que otro bug o un sistema de control que no es demasiado preciso a la hora de saltar o disparar con el tirachinas, pero cuando os acostumbráis a su manejo se hace mucho más llevadero.

Es un título perfectamente disfrutable, con mucha variedad de situaciones y que en ningún momento se nos ha hecho pesado, saliendo además a un precio reducido que se adapta muy bien a lo que ofrece. Sólo os podemos decir que os dejéis llevar por la situación para poder disfrutar del caos de Single Valley con Jack.

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