Vídeo análisis de Twinkleby

Decora pequeños paisajes llenos de vida y encanto para atraer a una amplia variedad de vecinos en Twinkleby.

El desarrollador sueco Might & Delight nos trae un acogedor título en el que nos toca decorar pequeños escenarios flotantes para atraer la atención de futuros vecinos y cumplir con sus expectativas: Twinkleby. Disponible a partir de hoy, 23 de septiembre, para PC, Mac y Linux, con nuestro análisis podréis conocer en profundidad sus principales detalles y características.

Lo primero que queremos comentar es que este juego no cuenta con ningún tipo de historia, centrándose sus mecánicas solo en la decoración de variados escenarios con diversos artículos que vamos desbloqueando conforme avanzamos. El objetivo es muy simple, recoger la suficiente cantidad de esteliones, que funcionan como moneda, para desbloquear el acceso a la siguiente isla flotante, todo mientras cumplimos con los deseos de los habitantes que se muden a dichas islas.

Es un juego relajante, sin ningún tipo de presión por parte de cronómetros ni nada por el estilo. Comenzando por una pequeña isla, pronto descubriréis cómo decorar todo a vuestro gusto, pudiendo rotar y colocar casas, objetos de interior, exterior o darle un toque más personal cambiando los suelos, paredes y colores a determinados objetos según nuestros gustos. Esto a veces nos recompensa con esteliones, los cuales también aparecerán por el escenario al caer de los cielos.

Dichos esteliones son una parte fundamental de la aventura, ya que gracias a ellos podemos comprar diversos útiles en la tienda de antigüedades de Molligan al visitar su isla o bien desbloquear acceso a la siguiente zona al conseguir una determinada cantidad de ellos. Y atentos a las lluvias de esteliones, que proporcionan una gran cantidad de estos durante un tiempo determinado. Por si fuera poco, hay un segundo objetivo de esteliones a completar en cada isla, con el cual desbloqueamos nuevos extras de decoración.

Flotando por el cielo también encontraréis puntualmente algunos cofres que se dividen en tres tamaños: pequeño, mediano y grande. Estos requieren de llaves de sus respectivos tamaños para poder abrirlos, las cuales se consiguen en la tienda de Molligan o bien de otros cofres. Abrirlos os recompensará con extras interesantes como objetos de decoración (algunos de ellos exclusivos), esteliones o llaves, siendo más cuantiosos los regalos cuanto más grande es el cofre. Además, si conseguimos reunir el grupo de objetos de un conjunto, seremos recompensados con algún que otro regalo más.

Un detalle importante es que todo lo que vamos desbloqueando se mantiene siempre en nuestro inventario. Esto significa que, aunque usemos todo lo que tenemos en decorar una isla, volverá a aparecer en la siguiente para no limitar nuestras posibilidades. Es algo que agradecemos, sobre todo porque el tamaño de las islas cada vez es mayor y los vecinos cada vez son más numerosos.

Y hablando de vecinos, cada isla cuenta con un número máximo de vecinos a alojar. Estos irán llegando poco a poco en balsas voladoras y dejarán su maleta en un pequeño cajón del puerto, moviendo nosotros dicha maleta hasta la casa donde queremos que se alojen. Un detalle importante es que cada uno de estos vecinos cuenta con una serie de atributos y, al satisfacer sus deseos, podemos conseguir que alcancen la felicidad. Cuando la isla esté llena y todos sus habitantes sean felices, los vecinos cantarán una canción y seremos recompensados con fragmentos de mapa, los cuales sirven para desbloquear islas especiales en el archipiélago.

Un aspecto que no nos ha convencido es que los vecinos a veces tardan demasiado en llenar sus atributos de felicidad por culpa de su comportamiento aleatorio. No importa que abunden todas las cosas que les gusten para intentar llamar su atención, ya que en muchas ocasiones simplemente pasarán de largo. También hemos encontrado algún que otro bug que ha dejado flotando a un vecino fuera de una isla y sin su maleta, lo que nos ha impedido desalojarlo del lugar y cumplir con el objetivo de felicidad de todos los vecinos.

Como curiosidad, hay vecinos especiales que solo nos visitarán cuando se den las condiciones climatológicas para ello. Sí, porque podemos cambiar a placer entre el día y la noche, las diferentes estaciones, la climatología y los fondos del escenario, aunque para ello antes tocará desbloquearlos avanzando a través del archipiélago. Esto no varía la jugabilidad, pero se agradece el poder aportarle un toque diferente a cada zona.

En caso de que algo no os interese, ya sea una casa u objeto, podéis lanzarlo por la borda para que aparezca de nuevo en el inventario. Esto mismo se aplica a los vecinos, de los cuales solo tendréis que lanzar su maleta para que comprendan que no son bien recibidos y abandonen el lugar.

Por si fuera poco, contamos con un modo foto que nos permite hacer capturas de lo más interesantes. No hay demasiadas opciones más allá de pausar el movimiento de los personajes, elegir la profundidad de campo y el desenfoque, así como desplazar nosotros la cámara libremente, pero cumple.

La duración de la aventura no es muy extensa, pero conseguir todos los objetivos de felicidad, atraer a los vecinos únicos, desbloquear las islas especiales y obtener los conjuntos de objetos le aporta mucha rejugabilidad y vida al juego. Si a ello le sumamos la gran personalización que ofrece y que al completarlo se desbloquean nuevas ranuras para darle diferentes aspectos a cada isla, tenemos juego para rato.

El apartado gráfico también nos ha gustado mucho, utilizando un estilo minimalista para personajes y escenarios con un toque de dibujos animados que hace que resulte muy llamativo, simpático y acogedor, todo ello junto a unos efectos muy cuidados y una gran variedad de paisajes, funcionando siempre con fluidez. Es cierto que hay algún que otro bug molesto, aunque esperamos que sean solucionados en futuras actualizaciones.

Por otro lado, el sonoro sigue la misma tónica que el resto de la aventura, con melodías relajantes y que en ocasiones quedan en un segundo plano para que nos podamos centrar en decorar. Los efectos cumplen y los textos, disponibles en varios idiomas, se encuentran en español.

Twinkleby es, en definitiva, un título acogedor que se centra en la decoración y el cuidado de los vecinos, con posibilidades que se van ampliando a lo largo de nuestro viaje y muchas tareas optativas por cumplir que aseguran montones de horas de juego. En lo negativo tenemos el comportamiento aleatorio de los vecinos y pequeños bugs que estropean un poco la experiencia, si bien es algo que podría ser solucionado en futuras actualizaciones.

Con un tono desenfadado y un ritmo pausado que invita a la relajación, estamos seguros de que Twinkleby sabrá llegar a los jugadores por su sencillez y calidez a la hora de decorar los pequeños dioramas flotantes.

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