La desarrolladora y editorial Megapop Games nos trae, después de una década, una edición premium completamente renovada de su legendario título de defensa de torres, Trolls vs Vikings: Reborn. Estando ya disponible para PC a través de Steam, con nuestro análisis podréis conocer los principales detalles, características y novedades que se han incluido en esta versión.
Su historia comienza en un pacífico poblado troll, donde una joven llamada Emma vivía con su padre y sus hermanos, escapando una mañana a recoger flores de su parcela. Pero mientras se dedicaba a recolectarlas, escucha una conversación inusual entre un extranjero y un vikingo. Este misterioso personaje incita al vikingo a atacar el poblado para robar su oro, por lo que Emma corre de vuelta a casa para avisarlos a todos y así prepararse para la batalla que se avecina.

Esta trama es contada mediante imágenes estáticas, como si de un cómic se tratara, estando bien narrada, con buenas dosis de humor y algunos personajes conocidos de la mitología nórdica que harán acto de aparición en los momentos álgidos de la aventura. Si bien es un tanto simple, cumple con creces y nos ofrece un motivo para disfrutar de la guerra entre los trolls y los vikingos.

Sus mecánicas son bastante similares a lo visto en el juego original, donde nos toca colocar trolls con diferentes propiedades y características en las distintas líneas de defensa para enfrentarse a las hordas enemigas y evitar que lleguen hasta el poblado. Para poder invocar a nuevas unidades tenemos que hacer uso de piedras lunares, las cuales aparecen ocasionalmente por el escenario o son recolectadas por las unidades glotón que ponemos en el terreno. Cada tipo de troll, que tienen propiedades ofensivas, defensivas o de otras clases, tiene un coste de piedras lunares, por lo que la gestión de las mismas es muy importante para afrontar los desafíos que nos esperan. Además podemos acelerar las partidas para evitar largas esperas.

Por otro lado, pero también importante para las batallas, tenemos los hechizos. Podemos equipar hasta tres al desbloquear sus ranuras, siendo su uso muy limitado pero causando estragos en las líneas enemigas. A medida que avancéis en el juego desbloquearéis más usos, nuevos hechizos e incluso algún que otro objeto que os será útil en batalla.

Cada escenario trae nuevos desafíos, ya sea en forma de trampas, obstáculos o enemigos con diferentes propiedades a los que solo podremos tumbar con ciertas unidades, por lo que una buena planificación antes de comenzar la batalla es imprescindible. Existe un número limitado de plazas tanto para equipar trolls como para los hechizos, así que intentad que sea lo más equilibrado posible.

A lo largo de la aventura iréis consiguiendo nuevas unidades para abrir nuevas posibilidades estratégicas, ya sea desbloqueándolas al avanzar en la campaña o al invertir unos fragmentos que obtendréis para activar tótems de runas. Este lugar también permite adquirir mejoras y más cargas para los hechizos, algo que os ayudará a progresar cuando las cosas se pongan complicadas. Pero lo mejor es que, si en algún momento os interesa más una unidad o mejora que otra, podéis desactivar unas runas para conseguir sus puntos y activar las que convengan en ese momento.

Suena fácil, ¿verdad? Pues nada más lejos de la realidad, sobre todo cuando elegimos la dificultad difícil o la recién añadida brutal, que ofrece un desafío solo apto para los expertos en el género, por lo que recomendamos ir bien preparados. Además no siempre se dan las mismas condiciones en la batalla. A veces no permiten usar a glotón para recolectar piedras lunares, sino que aparecerán cada cierto tiempo por el escenario o nos ofrecerán una cantidad limitada para afrontar un nivel, por poner algunos ejemplos. Por si fuera poco, también nos esperan poderosos jefes por el camino capaces de aniquilar de un solo movimiento a algunas de nuestras unidades, siendo los enfrentamientos más intensos.

Todo esto da lugar a una campaña muy extensa y entretenida que ofrece mucha rejugabilidad por las distintas formas de afrontar un mismo desafío y las diferentes dificultades. Pero no es el único modo de juego disponible. Hay una serie de 35 Misiones Especiales que, además de ser complicadas, ofrecen unas condiciones únicas para aportarle aún más variedad a la aventura.

Por supuesto, tampoco podían faltar los niveles del Valhalla, los cuales traen batallas contra hordas infinitas que pondrán a prueba la resistencia de los jugadores y su habilidad para sobrevivir en el campo de batalla. Aquí hay que completar tres fases para subir de nivel y, en consecuencia, de dificultad, llegando cada vez enemigos más poderosos que pondrán a prueba nuestra destreza. Como ayuda, tenemos cofres cargados de piedras lunares que aparecen aleatoriamente y un indicador que nos permite realizar distintos ataques especiales según su nivel, como congelar a los rivales temporalmente, atacarlos con rayos o hacer que caiga una lluvia de meteoritos.

La duración de la campaña junto al resto de modalidades da para muchas horas de juego, sobre todo si tenemos en cuenta la gran rejugabilidad que ofrece por sus diferentes dificultades, la enorme cantidad de desbloqueables y los logros, que proponen algunos retos realmente complicados de conseguir.

El apartado gráfico, que ahora se muestra en alta resolución, resulta atractivo gracias a los geniales diseños en 2D tanto de los personajes y sus animaciones como de los escenarios, todo junto a unos buenos efectos. Además el juego funciona con mucha fluidez en todo momento. Nos hubiera gustado encontrar una mayor cantidad de localizaciones y que tuvieran algún tipo de animación para aportarles vistosidad, pero por lo general cumplen.
En el sonoro no hay demasiadas melodías, con versiones remasterizadas del juego original y alguna que otra incorporación nueva. En general, y a pesar de su escasez, nos han gustado y acompañan bien nuestras partidas junto a unos buenos efectos. Los textos llegan en varios idiomas, entre ellos el español, si bien hemos encontrado algún que otro sin traducir y pequeños problemas a la hora de ajustarlos en los bocadillos.

Como conclusión, Trolls vs Vikings: Reborn sigue siendo tan divertido como lo fue en su momento, con una dificultad muy bien medida, muchos coleccionables a desbloquear y una enorme rejugabilidad. Nos hubiera gustado que la campaña fuera algo más extensa y ver una mayor variedad de localizaciones, pero cumple gracias a lo adictivas que resultan las partidas, especialmente en las dificultades más altas y cuando proponen retos alternativos.
Si os gustan los juegos de defensa de torres, estamos seguros de que Trolls vs Vikings: Reborn os hará pasar grandes momentos mientras os enfrentáis a los dioses nórdicos.

