Abylight Studios y Dummy Dojo nos traen una nueva aventura runner de estilo arcade en 2D en la que, mediante sencillos controles, toca enfrentarse a diversos rivales mientras recogemos donuts para ganar poder: Ninja Chowdown: Glaze of Glory. Descubre este frenético viaje con nuestro análisis antes de su debut el 18 de julio para PC (Steam) y Nintendo Switch.

Su historia se centra en Donatsu, un ninja regordete que entrena en la donutería Dough-jo, un establecimiento de comida por el día y un dojo ninja por la noche. Mientras conversaba con su maestro, Dango sensei, el malvado Sushi Sam irrumpe en el dojo para llevarse el tesoro más preciado del lugar, el Sabiónut. A partir de este momento, comienza un viaje para recuperarlo, teniendo que enfrentarnos a multitud de enemigos y jefes por el camino.

Aunque no es un argumento demasiado elaborado, sí que cuenta con muchas dosis de humor que nos invitan a seguir avanzando para conocer a sus pintorescos personajes, los cuales están todos relacionados con el mundo de la comida.

En sus mecánicas, estamos ante un título de estilo runner en 2D, donde tan solo nos dedicamos a realizar un doble salto, apuntar para lanzar objetos a los enemigos y esquivar obstáculos, moviéndose nuestro personaje automáticamente. Si bien en los primeros compases puede ser sencillo, poco a poco empieza a complicarse la tarea con nuevos tipos de enemigos, jefes, trampas y niveles más largos. Nuestro personaje muere de un solo golpe, por lo que nos toca derribar tanto a rivales como proyectiles antes de que sea tarde, requiriendo en ocasiones bastante precisión.

El objetivo principal es llegar ilesos al final del nivel, pero para ello tenemos una ayuda importante. A medida que recogemos donuts un indicador se va llenando, realizando nuestro personaje el Doughjutsu al completarlo para conseguir invencibilidad temporalmente y la capacidad de impulsarnos por toda la pantalla para acabar con todos los rivales que salgan a nuestro paso. Para alargar ligeramente esta transformación, podemos seguir recogiendo los donuts que aparezcan.

Por otro lado, también encontraréis algunos potenciadores ocasionalmente, ya sea un escudo o un imán que atrae los donuts, funcionando estos de manera temporal.

En total encontraréis siete localizaciones a visitar con cinco niveles cada una, esperando en la fase final de ellas un poderoso jefe a derrotar. Estos, a diferencia del resto de enemigos, tienen puntos débiles a localizar para poder derrotarlos. No esperéis combates demasiado desafiantes, pero le aportan variedad al desarrollo. Lo que más os costará es conseguir el shuriken de oro de cada nivel, que consiste en obtener todos los donuts de las fases.

Para aportarle algo de rejugabilidad, a lo largo de la aventura obtendréis monedas que podréis gastar visitando la tienda de la donutería Dough-jo. Aquí encontraréis nuevos trajes para el protagonista, todo tipo de mascotas e incluso objetos arrojadizos. Son cambios meramente estéticos, echando en falta aquí algún elemento que le aportara más variedad a sus mecánicas jugables.

La duración de Ninja Chowdown: Glaze of Glory da para pocas horas, pero a ello hay que sumarle la rejugabilidad que ofrece por los distintos elementos cosméticos a adquirir y otros extras que se desbloquean al completar el viaje, los cuales le añaden algo más de dificultad. Además, junto a la historia, hay otros modos de juego, como el infinito, que nos invita a intentar completar todos los niveles sin morir.

El apartado gráfico nos ha gustado, con un estilo 2D pixelado muy colorido, realmente bueno y efectos que le otorgan un toque más actual. Los personajes están perfectamente recreados y animados, mientras que las localizaciones cuentan con muchos detalles a pesar de repetir elementos en cada nivel por zona.

El sonoro cuenta con melodías chiptune bastante animadas que le aportan frenetismo a nuestras partidas, siempre acompañadas de buenos efectos de estilo oriental muy acordes con la temática del juego. Además, todos los textos nos llegan en diferentes idiomas, entre los que se encuentra el español.

Como conclusión, Ninja Chowdown: Glaze of Glory es un título arcade con controles sencillos y cuya dificultad radica en intentar conseguir superar los retos secundarios que nos propone, como obtener todos los shuriken dorados. Es cierto que es un juego bastante breve, pudiendo superar los 35 niveles en poco tiempo, pero es muy rejugable por todos los coleccionables disponibles y los extras que se desbloquean tras completar el viaje.

Nos hubiera gustado que los elementos estéticos variaran ligeramente la jugabilidad para aportarle más variedad al desarrollo, pero aún con todo, resulta un título entretenido que podrán disfrutar todos sin importar su nivel de habilidad.