Thunderful Games y la desarrolladora Clockstone, en colaboración con LEGO Group, nos llevan a un colorido viaje lleno de bloques de construcción a través de diversos dioramas para resolver ingeniosos puzles mientras dejamos volar nuestra creatividad en LEGO Bricktales. Desarrollado por los creadores de la saga Bridge Constructor, esta aventura hecha totalmente con bloques de LEGO nos propone dar solución a rompecabezas utilizando su potente creador y un sistema de físicas muy trabajado, los cuales podréis descubrir a continuación en nuestro análisis.
Su historia comienza con una carta, la cual indica que el abuelo del personaje principal ha descubierto algo revolucionario, por lo que partimos hacia su laboratorio bajo el parque temático. Una vez allí conocemos a Rusty, un pequeño robot que nos hace de guía y echa una mano de vez en cuando con sus habilidades, además de presentar el abuelo un dispositivo capaz de crear portales hasta otras dimensiones. El diseñar este artilugio durante tantos años ha ocasionado que el parque esté hecho un desastre y que la alcaldesa amenace con cerrarlo y expropiar los terrenos. Por este motivo, Rusty crea un aparato capaz de arreglar este estropicio, aunque para ponerlo en funcionamiento necesita mucha energía. Así arranca nuestro viaje en busca de cristales de felicidad a través de diferentes mundos.
Esta trama resulta muy amena y entretenida gracias a las variadas situaciones que vivimos y a la simpatía que derrochan sus personajes. Es cierto que peca de ser algo simple, pero nunca se nos ha hecho pesada y en ocasiones nos ha llegado a sorprender con algún que otro giro inesperado.
En cuanto a mecánicas, LEGO Bricktales es una aventura de perspectiva isométrica con cámaras automáticas en la que debemos explorar escenarios en busca de sus secretos, accionar dispositivos, conversar con los personajes que allí encontramos y resolver los puzles que nos proponen, apareciendo estos en forma de icono con un martillo. Mientras recorremos las localizaciones no podemos saltar ni manejar la cámara, aunque esta se adapta perfectamente a los diferentes ángulos para mostrar solo lo que quieren enseñar.
Hay algunas zonas a las que no tenemos acceso en un primer momento y necesitaremos la ayuda de las habilidades de Rusty, así como de otros artilugios. Estas se desbloquean a medida que avanza la aventura y hacen que tengamos que volver a lugares ya visitados para descubrir el 100% de sus secretos. Por ello recomendamos dejar las tareas optativas para el final, cuando ya tengáis todas. Hay un látigo para alcanzar grandes alturas, un golpe poderoso para derribar ciertos obstáculos o un dispensador de agua, por poner algunos ejemplos.
Aunque la parte más interesante de LEGO Bricktales viene dada por sus puzles. Los hay de varios tipos, como replicar un objeto, crear caminos que nos permitan avanzar u ocupar una serie de espacios, entre otros. Siempre hay que cumplir con una serie de objetivos que se indican en todo momento, como que no se derrumbe, que mantenga el equilibrio o haber utilizado un mínimo de bloques. Aquí tenemos total libertad para manejar la cámara, pudiendo girarla, hacer zoom o alejarla. Eso sí, existe un número limitado de bloques para cada puzle, lo que hace que tengamos que pensar bien dónde ubicarlos. En este sentido hemos de decir que, si bien en general son sencillos, existe algún pico de dificultad que os hará pasar bastante tiempo ante ellos, sobre todo los relacionados con las físicas.
Una vez superados podemos volver a ellos siempre que queramos, ya sea para modificarlos ligeramente y así alcanzar algunos secretos o bien activar el modo libre, que nos da acceso a bloques ilimitados para crear una estructura práctica y a la vez vistosa. Nos ha gustado mucho poder diseñar libremente en ciertos lugares, así como tener que desbloquear estilos de bloques.
Para obtener estos bloques, así como ciertos elementos de personalización para la cara, cabeza, cuerpo o pies de nuestro personaje, tenemos que ir hasta la tienda de Bu escondida en cada mundo. Una vez allí podemos gastar la “moneda” que obtenemos en cada nivel, ya sean bananas, muslos de pollo o polos, entre otros. En cada localización cambia sus contenidos, por lo que recomendamos visitarlo siempre que podáis.
Por otro lado, hay una serie de templos con rompecabezas que tienen lugar fuera del creador y suelen estar relacionados con las habilidades de Rusty. En estas zonas no podéis cambiar entre las habilidades, sino que en su lugar hay una serie de dispositivos a descubrir que desbloquean una en concreto. Esto hace que sean bastante interesantes y le aportan un toque diferenciador al resto de la aventura.
También encontraréis una serie de tareas optativas, como localizar ciertos tipos de animales y criaturas repartidos por el mundo u otros secretos. Si queréis saber el porcentaje que lleváis completado de cada nivel siempre podéis visitar el parque temático, que actúa como menú principal. Como decimos, muchos de estos secretos sólo son accesibles al tener una determinada habilidad, así que es mejor dejarlo para el final.
En cuanto a duración, LEGO Bricktales no es una aventura realmente extensa, pero está muy cuidada en todos los sentidos. En total encontraréis cinco biomas temáticos a visitar, cada uno con sus propios puzles, monedas y extras a desbloquear. Además es muy rejugable, ya sea por descubrir sus secretos, completar las tareas optativas o bien personalizar cada una de nuestras creaciones en el modo libre.
El apartado gráfico resulta bastante atractivo al estar todo diseñado con piezas de LEGO y ser tan colorido. Los escenarios son presentados como dioramas con diferentes temáticas, como una jungla, un desierto o una isla pirata, entre otros, lo que le da un toque pintoresco y único. Los personajes son variados y están perfectamente recreados y animados al estilo de LEGO. A ello hay que sumarle unos buenos efectos.
En el sonoro tenemos una buena selección de melodías para cada mundo, aunque no son demasiado destacables y quedan relegadas a un segundo lugar para que podamos pensar en la solución a sus puzles. Los personajes no tienen voz y todo lo que dicen aparece en bocadillos. Los textos, por otra parte, llegan en varios idiomas, entre los que se incluye el español.
LEGO Bricktales es, en definitiva, un título que os encandilará por sus puzles y por la gran cantidad de personalización que hay en los mismos, haciendo que sea muy rejugable. A ello hay que sumarle unos escenarios que, aunque algo pequeños, esconden muchos secretos que solo podréis descubrir tras desbloquear una habilidad o artilugio en concreto. Como únicas pegas diremos que hay picos de dificultad bastante notables, casi todos relacionados con sus físicas, y que en el creador a veces cuesta poner algunos bloques, pero nada que no se solucione con la práctica.
Un juego que recomendamos a los amantes de los puzles, sobre todo si sois aficionados a los bloques de LEGO y su alto nivel de personalización.