Basado en los libros ilustrados de Hirofumi Kamigaki y el estudio IC4DESIGN, la editorial Pixmain y el estudio independiente de animación y desarrollo Darjeeling nos traen una aventura cargada de puzles y mucha simpatía, Labyrinth City: Pierre the Maze Detective. Prepárate para viajar a través de laberínticos escenarios dibujados a mano, llenos de personajes enigmáticos y montones de secretos que os atraparán desde un primer momento. Actualmente se encuentra disponible para PC y Nintendo Switch, además de tener planeado un lanzamiento para dispositivos móviles.
Su historia está protagonizada por Pierre, un joven detective que siempre cuenta con la compañía de su amiga Carmen. Todo comienza cuando el malvado Señor X, equipado con su característico sombrero, capa y antifaz, roba la Piedra del Laberinto del museo de Opera City, motivo por el que Pierre y Carmen parten para recuperarla. Esto nos lleva a través de varios escenarios diferentes y, aunque no es una trama nada compleja, está bien narrada, cuenta con un toque sencillo para que sea disfrutada por cualquier miembro de la familia, está cargada de humor y muchos momentos absurdos, siempre acompañada de textos en castellano.

Aunque las mecánicas de Labyrinth City: Pierre the Maze Detective en un primer momento puedan recordad al clásico “¿Dónde está Wally?”, se trata más bien de un título en el que debemos encontrar el camino correcto para poder avanzar por localizaciones laberínticas llenas de obstáculos, objetos y personajes con los que interactuar. El objetivo es simple, hay que localizar poco a poco a las figuras que nos van señalando a lo largo del recorrido, si bien llegar hasta ellas puede ser un poco más complejo de lo que pueda aparentar. Pierre se puede desplazar en cualquier dirección, interactuar con determinadas personas u objetos y alejar un poco la cámara para que podamos ver las diferentes rutas disponibles, aunque el control sobre el mismo es mejorable.

Tenemos caminos que no llevan a ninguna parte, otros que están bloqueados por elementos de decoración o personajes, objetos con los que tenemos que interactuar para poder avanzar o gente que nos bloquea el paso de frente pero no por su espalda, entre muchas otras. Para complicar un poco las cosas la cámara nunca muestra todo el mapa, sino una pequeña parte en la que se encuentra Pierre, y varios elementos decorativos se ocupan de ocultar las diferentes rutas, además de encontrar zonas que nos transportan a otros lugares. Pero no os preocupéis, encontrar el camino correcto no os llevará demasiado tiempo y hay varias pistas visuales en forma de flechas que os ayudan a localizarlo, pudiendo conversar con determinadas personas que nos ofrecen nuevas indicaciones.

Pero la mayor parte del tiempo la dedicaréis a localizar sus diferentes coleccionables, los cuales están bien ocultos por sus mapas. Tenemos cofres cargados de tesoros, documentos que a su vez nos dan cierta información importante, estrellas o minijuegos ocultos. En total encontraréis tres estrellas, cuatro documentos, cuatro tesoros y un trofeo por minijuego en cada nivel que os mantendrán ocupados la mayoría del tiempo, intentando siempre no coger el camino correcto para ver donde nos lleva el resto de rutas.

Lo que más nos ha gustado, sin duda alguna, es lo detallados que están cada uno de sus niveles. Hay montones de criaturas, vehículos, edificios, paisajes o personajes, entre otros, con los que podemos interactuar, y diferentes escenas ocurriendo en cada rincón que captarán vuestra atención, todos inspirados en las ilustraciones de los libros. A diferencia de otros juegos que se limitan a copiar y pegar personajes, se les ha dotado de mucha personalidad y son bulliciosos. Aunque lo mejor de todo es que hay multitud de referencias al cine, los videojuegos, la literatura o la historia, siendo una grata sorpresa cada vez que descubrimos alguna de ellas.

En cuanto a duración, se trata de una aventura que podéis completar fácilmente en unas 5 o 6 horas con todos los coleccionables. En total encontraréis diez niveles de dificultad ascendente y todo lo que hayáis encontrado por el camino puede consultarse desde el menú principal, ya sean los documentos del Sr. X o los recuerdos en forma de objetos y trofeos que se van colocando en las estanterías del desván. Si os dejáis algo por hacer, siempre podéis consultarlo e intentarlo de nuevo desde el menú de selección de niveles cuando los hayáis desbloqueado. Como veis no es un título demasiado largo, pero cada segundo que estamos con él lo hemos pasado en grande y no cuenta con relleno innecesario.

El apartado gráfico de Labyrinth City: Pierre the Maze Detective destaca gracias a unas ilustraciones animadas excelentes cargadas de detalles en cada rincón, buenas animaciones, varias localizaciones diferentes y muchos elementos interactivos que sorprenderán a los jugadores. Sabe muy bien como jugar sus cartas para intentar confundirnos con los caminos y, aunque en general se mueve dentro de la lógica, a veces se concede ciertas licencias para crear aún más caos. Además cuenta con muchas referencias en forma de personajes y objetos que han sido perfectamente recreados dentro del estilo artístico del juego. Comentar también que la historia es narrada como si de un cómic se tratara.
En el sonoro tenemos melodías adaptativas que sin ser demasiado llamativas acompañan bien nuestros viajes. Los efectos están muy cuidados y las pocas voces que encontraréis en el juego por parte de la narradora están en inglés. Los textos, como os hemos avanzado, están en castellano para no perderos ningún detalle.

Labyrinth City: Pierre the Maze Detective es, como conclusion, una grata sorpresa que nos ha encantado por alejarse de otros juegos similares del género, ofreciendo una jugabilidad sencilla pero original que destaca aún más gracias al increíble trabajo que se ha puesto en cada uno de los escenarios y la exploración. Aunque en general es sencillo avanzar, para conseguir todos los coleccionables tendréis que pensar un poco más, especialmente en los tramos finales. Y sí, es un título algo corto, pero se disfruta cada instante que pasamos con él.
Una aventura que sin llamar mucho la atención ha sabido engancharnos desde un primer momento y no hemos podido soltarla hasta finalizarla por completo, por lo que solo podemos recomendarla.

