Blizzard unió las fuerzas de Teb Reedy y Leo Kaliski, renombrados compositores de la banda sonora de Diablo IV, como un regalo a los seguidores de la saga que podrán vivir el juego dentro y fuera de las pantallas gracias al poder de la música y su capacidad envolvente de trasladarnos a los oscuros reinos de Santuario incluso cuando no estamos delante de la pantalla. Se unen a esta misión la cantante Halsey, y el miembro del grupo BTS, SUGA, para reflejar el carácter de la antagonista Lilith, y su descenso a la oscuridad.

El esperado Diablo IV regresó el 6 de junio de 2023, la obra maestra infernal se ha desatado sobre el mundo de los videojuegos, disponible en PC a través de Battle.net, Xbox y PlayStation.

El mundo de Diablo IV es un lugar oscuro y traicionero, donde los jugadores navegan por un paisaje siniestro lleno de fuerzas demoníacas y horrores retorcidos. Uno de los elementos clave que permite a los jugadores sumergirse en este inquietante reino es la cautivadora banda sonora del juego. Entre bastidores, Ted Reedy, compositor principal II de Diablo IV, y Leo Kaliski, compositor principal de Diablo IV, trabajan incansablemente para crear una experiencia sonora que complemente a la perfección la atmósfera y la narrativa del juego.

“La música de Diablo IV tiene varias funciones: establece el tono de las distintas regiones y crea paisajes sonoros únicos que mejoran la inmersión del jugador”. Ted explica que la mayor parte de la música del juego es ambiental o atmosférica, y que se adapta dinámicamente a los acontecimientos del juego. Leo señala que a menudo se basan en el arte conceptual para guiar sus decisiones a la hora de determinar dónde añadir música dentro de un área concreta.

Para captar la esencia de la antagonista central del juego, Lilith, Ted y Leo utilizaron un enfoque diligente. La música de Lilith se creó cuidadosamente para reflejar su complejo carácter y el papel que desempeña en la historia. 

Su tema, un sencillo motivo de cuatro notas, la representa como la madre de Santuario y encarna el descenso a la oscuridad. A medida que avanza el juego, la música de Lilith evoluciona, mostrando su naturaleza polifacética y atrayendo a los jugadores hacia su enigmática presencia.

Ted Reedy

Crear un ambiente acorde con la experiencia deseada por el jugador es un aspecto crucial del diseño de la música del juego. Ted y Leo describen su proceso como un proceso de descubrimiento, en el que exploran diferentes sonidos y combinaciones para evocar emociones como la oscuridad, la desolación y la locura. La música ayuda a los jugadores a sumergirse en la atmósfera inquietante y pesada de Diablo IV. De hecho, como subraya Leo, no hay victorias limpias en el juego, y la música refleja esta constante sensación de oscuridad y lucha.

Las opciones musicales de Diablo IV están estrechamente entretejidas con la narrativa, guiando a los jugadores a través del siempre cambiante mundo de Santuario. La música no solo reacciona a los acontecimientos en pantalla, sino que también mejora la narración, sumergiendo a los jugadores en el inquietante ambiente de cada región. Leo cita el ejemplo de Fracture Peaks, donde la ciudad parece normal, pero la música añade una capa inquietante, insinuando la oscuridad subyacente. Cada región del juego tiene su propia paleta de sonidos, que incorpora una variedad de instrumentos y elementos que capturan la esencia de su entorno.

Los encuentros con jefes en Diablo IV brindan a Ted y Leo la oportunidad de explorar un tono diferente: “Al usar la orquesta con moderación a lo largo del juego, se crea un marcado contraste durante estas intensas batallas, aumentando el impacto de estos momentos cruciales. Cada uno de los jefes tiene su propio sonido distintivo, que enfatiza su naturaleza demoníaca y contribuye a la inmersiva experiencia de juego.”

En la transición de Diablo III a Diablo IV, Ted y Leo buscaron un equilibrio entre la oscuridad de los juegos anteriores y la infusión de elementos nuevos e inspiradores en la banda sonora. Su objetivo era evocar sentimientos de repugnancia, nostalgia y esperanza, asegurándose de que Diablo IV tuviera su propia partitura individual en lugar de limitarse a imitar a su predecesor. Para ambos compositores, trabajar en Diablo IV es un sueño hecho realidad, ya que la serie les inspiró durante sus años de formación como músicos y jugadores.

A medida que los jugadores se embarquen en su viaje por el mundo de pesadilla de Diablo IV, la banda sonora meticulosamente elaborada les servirá de guía sonora. La dedicación de Ted Reedy y Leo Kaliski a la creación de una experiencia musical envolvente y emocionalmente evocadora transportará a los jugadores a los oscuros reinos de Santuario, garantizando que las inquietantes melodías permanezcan con ellos mucho tiempo después de que apaguen sus pantallas.

Diablo IV ya disponible en PC a través de Battle.net, Xbox y PlayStation.

Puedes acceder a la Banda Sonora Original de Diablo IV en Spotify y Apple Music.