Análisis de Crash Bandicoot 4: It’s About Time

Crash Bandicoot 4: It's About Time aterriza en PS5, Xbox Series X|S y Nintendo Switch para seguir ofreciendo diversión por todo lo alto.

Tras su debut en PlayStation 4 y Xbox One, Crash Bandicoot 4: It’s About Time aterriza en las plataformas de nueva generación de Sony y Microsoft como versión gratuita para los poseedores del juego original en sus respectivas predecesoras o como compra individual, suponiendo además el debut del juego en Nintendo Switch. Desarrollado por Toys for Bob, estas nuevas versiones cuentan con un estilo gráfico mejorado y, en el caso de la híbrida de Nintendo, una adaptación más que notable, todo ello sin perder la esencia del juego de plataformas tridimensional que pudimos disfrutar en su momento.

La historia nos habla de dos villanos bien conocidos en la saga, Neo Cortex y el Dr. N. Tropy, quienes logran escapar de la prisión interdimensional dejando tras de sí un gran agujero en el universo e intentando conquistar todas las dimensiones. Para evitar que esto ocurra, nuestros protagonistas Crash y Coco emprenden una aventura que comienza en una playa que los seguidores de la franquicia reconocerán al instante.

Sin ser una trama demasiado original, cuenta con un desarrollo muy ameno para tratarse de un juego de plataformas, con personajes muy carismáticos cuyas expresiones resultan llamativas, mucho humor y escenas que le aportan frescura. Lo mejor de todo siguen siendo los guiños que encontraréis a pasadas entregas de la franquicia, aprovechando la compañía la ocasión para introducir algunos de otros juegos de Activision. Además, para que sea más sencillo de seguir, contamos con doblaje y textos en castellano. Como única pega en este sentido diremos que ha perdido el toque gamberro de los originales para llegar a un público más amplio.

En cuanto a sus mecánicas, se trata de un juego que toma como base las trilogía original creada por Naughty Dog para ofrecernos controles muy precisos, donde realizar saltos dobles. girar para golpear enemigos y romper objetos, deslizarnos para evitar obstáculos o agacharnos entre otros movimientos más avanzados. Otro elemento que regresa son las máscaras aku-aku, las cuales funcionan como protección ante los daños y, si conseguimos tres, obtenemos inmunidad durante un tiempo limitado, aunque esto no evita que las caídas y otras trampas puedan matarnos.

Otros elementos que regresan son las fases en las que utilizamos monturas avanzando, rompiendo cajas y evitando obstáculos, así como otras en la que nos toca huir de nuestros perseguidores, donde seguir el camino marcado por las frutas Wumpa puede salvarnos en más de una ocasión.

Pero Crash Bandicoot 4: It’s About Time no se limita a coger lo mejor de los tres primeros juegos, también incorpora algunas novedades que le sientan realmente bien. Hablamos de las máscaras cuánticas, las cuales otorgan poderes especiales en determinados tramos de los niveles, como cambiar el centro de gravedad, dar giros a gran velocidad para realizar grandes saltos y superar barreras, ralentizar el tiempo o cambiar entre dimensiones. Estas secciones están muy bien planteadas y son interesantes a la hora de ofrecer retos y puzles.

Otra de las novedades es poder manejar a otros personajes de la saga con sus propias habilidades en algunas fases dedicadas a ellos, aunque por desgracia no están igual de trabajadas que el resto. Sí, le aportan variedad al desarrollo y no deja de ser curioso manejar a Coco, Tawna, Dingodile o Neo Cortex, pero pensamos que se le podía haber sacado más provecho.

Los enemigos, por otra parte, están bien diseñados y cuentan con patrones de movimiento bien diferenciados, encontrando mucha variedad a lo largo del juego. En este sentido nos han decepcionado los jefes, los cuales pensamos que podrían estar más trabajados y ofrecer un desafío mayor, siendo bien escasos y poco originales.

Uno de los aspectos más destacados son los niveles, los cuales cuentan con un gran diseño en su mayoría y ofrecen diferentes pruebas para que nunca se han aburridos. Tenemos partes en la que simplemente avanzar derrotando enemigos y evitando trampas, otras que se desarrollan lateralmente, las de las monturas, las huidas, las de otros personajes… En la variedad está el gusto, pero lo que más nos gusta, sin duda alguna, son los desafíos opcionales que nos permiten desbloquear nuevos skins para los personajes. Los hay de romper todas las cajas de un nivel, localizar la joya oculta, los de superar un nivel sin perder cierta cantidad de vida o hacernos con una determinada cantidad de Frutas Wumpa, encontrando otros desafíos de bonificación y contrarrelojes cuando los completamos.

Se trata de una aventura realmente extensa, con varias dimensiones a recorrer divididas en diferentes niveles, cintas ocultas para desbloquear fases especiales en las que conocer detalles del pasado y montones de extras. Aquí lo más llamativo es el modo N. Versión, que permite jugar versiones alternativas de los niveles que introducen sus propias reglas, cristales y un estilo visual que hace que se sientan distintos.

Si todo esto os parece poco, Crash Bandicoot 4 incluye modos multijugador, si bien no son nada del otro mundo. En primer lugar veréis el modo cooperativo local Pasa y Juega en el menú de la campaña, en el que hasta cuatro jugadores participan pasándose el mando al morir o alcanzar puntos de control. Después está el modo competitivo Batalla Bandicoot, donde hasta cuatro jugadores pueden participar por ser los más rápidos en pasar por los puntos de control (Carrera de punto de control) o conseguir la mayor puntuación rompiendo cajas y haciendo combos, participando de uno en uno de manera local pasándose el mando (Combos y Cajas).

El apartado gráfico no ha variado demasiado respecto a lo visto en la versión original, pero hay detalles que hacen que sea más vistoso en PS5 y Xbox Series X|S, como el aumento de resolución, la mejora en algunas texturas, la iluminación, ciertas sombras y tiempos de carga más rápidos, funcionando siempre como mucha fluidez a unos estables 60fps. La versión de Switch funciona a menos resolución y ha recibido ciertos recortes gráficos, pero gracias a ciertos trucos técnicos se ve de maravilla en la híbrida de Nintendo, consiguiendo un aspecto más parecido al cell shading y funcionando a unos estables 30fps.

En el sonoro encontraréis montones de melodías tanto nuevas como reinterpretadas para la ocasión que gozan de una gran calidad, efectos de sonido trabajados y, sobre todo, un doblaje al castellano muy bueno, siempre acompañado de textos en el mismo idioma para quien los quiera activar.

En definitiva, estas nuevas versiones de Crash Bandicoot 4: It’s About Time conservan la gran calidad de las originales, ya sea añadiendo mejoras técnicas como en PS5 y Xbox Series X|S o cambiando un poco su estilo gráfico en Nintendo Switch. Con unos controles precisos y muchos contenidos que le añaden rejugabilidad y valor, estamos ante un gran aventura que sabrá manteneros enganchados durante un largo periodo de tiempo. Como únicas pegas diremos que los jefes no están al mismo nivel que el resto del juego, sucediendo algo similar cuando controlamos a otros personajes.

Un título que mantiene la grandeza de los títulos originales de la trilogía y que recomendamos, sin duda alguna, a los seguidores de la franquicia, siendo Crash Bandicoot 4: It’s About Time muy fiel a sus principales mecánicas pero añadiendo algunas ideas propias que le aportan más variedad a la aventura. No queremos olvidar que aquellos que tengan las versiones de PS4 o Xbox One podrán conseguir de manera gratuita las versiones digitales de sus respectivas sucesoras.

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