KOEI TECMO Europe y la desarrolladora Omega Force nos traen una nueva entrega de la afamada franquicia de acción táctica de estilo musou, en la que volvemos a adentrarnos en la era de Los Tres Reinos, Dynasty Warriors: Origins. Ya disponible para PC, PlayStation 5 y Xbox Series X|S, con nuestro análisis podrás descubrir en profundidad las novedades incluidas en este título de acción uno contra mil.
Su historia nos lleva 150 años después de la fundación de la dinastía Han del Este, donde las sequías y un clima anormal han causado hambrunas devastadoras. Lejos de ayudar a la población, los gobernantes aprovechan la situación para imponer fuertes impuestos y cometen fraudes que causan el malestar en la gente. Aquí entra en juego nuestro personaje, un artista marcial amnésico que, junto a unos desconocidos, se opone a los opresores. Estas acciones crean un movimiento conocido como el Camino a la Gran Paz, que recibe un inmenso apoyo al ayudar a la gente que sufría y oponerse la dinastía Han. Al utilizar telas amarillas como símbolo de unidad, este grupo fue después conocido los Turbantes Amarillos, pasando entonces a ser conocido su movimiento como la Rebelión de los Turbantes Amarillos y comenzando aquí nuestra aventura.
Esta trama está mucho mejor narrada que lo visto en anteriores episodios de la franquicia al centrarse en un único personaje, el Viajero (al cual podemos renombrar como nosotros queramos). Se basa nuevamente en el Romance de los Tres Reinos y, aunque no abarca la historia en su totalidad, podemos ver los momentos más destacados desde la Rebelión de los Turbantes Amarillos hasta la Batalla de Chi Bi, todo de una manera bastante resumida pero muy bien narrada que nos adentra en el conflicto. Además no faltan los personajes icónicos de la época y unas cinemáticas llenas de acción que hacen que todo resulte mucho más épico. Lo que no nos ha acabado de convencer es la historia del Viajero, la cual es original pero predecible, no destacando dicho personaje en ningún aspecto más allá de lo visual.
En sus mecánicas la novedad más destacada es el mapamundi, que nos permite desplazarnos por su mundo para conversar con personajes, recolectar recursos, aceptar misiones o visitar ciudades para acceder a diferentes tiendas, entre otros, dándole un toque rolero que le sienta realmente bien y que ayuda a ubicar mejor las zonas de los diferentes conflictos. Además los desplazamientos resultan muy ágiles, encontrando incluso puntos de viaje rápido a desbloquear.
Una vez pasamos a las batallas, estamos nuevamente ante un título de acción en el que realizamos ataques fuertes y débiles que combinados con nuestros movimientos y saltos dan lugar a combos, ejecutamos defensas, esquivas, artes gastando parte de su respectivo medidor, usamos objetos, movimientos musou al rellenar el indicador, damos órdenes tácticas, llamamos a nuestro caballo o desatamos todo nuestro poder al rellenar la barra de rabia. Ser precisos con las esquivas, defensas y ciertas artes también es importante, ya que os permitirá lanzar contraataques imprescindibles en determinadas situaciones al romper el escudo de los enemigos más poderosos.
Lo que sí hemos notado es un mayor peso en la parte táctica, donde cada uno de nuestros movimientos y acciones tiene una consecuencia directa en la batalla, cobrando especial importancia el adelantarnos a los rivales para aumentar la moral de nuestro grupo conquistando bases, derrotando oficiales y mucho más. Como ayuda, ahora contamos con una visión especial que nos permite localizar enemigos ocultos y otros objetivos.
El sistema de progresión de Dynasty Warriors: Origins nos ha gustado mucho, basándose en el uso de las diferentes armas. Al usarlas, poco a poco ganamos destreza con ellas y, al subir el nivel de rango, obtenemos un punto que mejora las estadísticas del personaje, desbloquea árboles con diferentes extras o nuevas habilidades para el personaje. Al cumplir objetivos tras los combates también conseguimos puntos de habilidad a invertir en los árboles que hemos desbloqueado. Esto hace que siempre estemos probando los distintos tipos de armas que hay, teniendo cada una sus propias peculiaridades, estilo de pelea y distintas rarezas que proporcionan ayudas para el combate. Junto a ellas, podemos equipar gemas (las cuales creamos en las posadas con el Piroxeno conseguido), accesorios que ofrecen mejoras a la hora de realizar ciertas acciones o ejecutar habilidades y diferentes tipos de caballos, los cuales tienen propiedades únicas e irán subiendo de nivel con su uso. No solo sirven para desplazarnos con rapidez en las batallas y el mapamundi, sino también para arremeter contra grandes grupos.
Comentar que, aunque estamos ante una aventura que se centra en un único personaje, de vez en cuando podemos seleccionar a un héroe o heroína para que nos acompañe a la batalla, pudiendo manejarlo temporalmente al rellenar su medidor musou y realizar alguna que otra habilidad conjunta. Además, antes de su marcha realizará un ataque muy poderoso que limpiará gran parte de los enemigos en pantalla.
A lo largo de nuestro viaje por el mapamundi encontramos tres tipos de misiones: las principales, secundarias y escaramuzas, recomendando nosotros hacer todas las posibles para ir subiendo de nivel y obtener nuevas armas. Además encontraréis algún que otro personaje principal con el que podréis conversar para obtener tareas secundarias a realizar durante los combates, las cuales ofrecen muchos puntos de habilidad, y mejorar nuestra afinidad con ellos. El objetivo es elevar el nivel de paz de las diferentes localizaciones, lo cual nos aportará diferentes beneficios e incluso regalos por parte de la población, aunque esto no pasará de manera notable hasta acabar con el jefe de la región.
La duración de Dynasty Warriors: Origins, que se divide en cinco capítulos, da para unas 25 horas de juego, ampliándose enormemente si queremos cumplir todas las tareas secundarias, descubrir los diferentes caminos de la historia y su final secreto, que se decidirá según la ruta elegida más o menos a la mitad del viaje. Además es uno de los títulos musou más desafiantes, encontrando tres niveles de dificultad a elegir para que se adapten a vuestras preferencias.
El apartado gráfico ha mejorado notablemente respecto a lo visto en otras entregas de la franquicia, con personajes más detallados y mejor animados, escenarios amplios y variados, efectos de calidad y mucha fluidez. Sí, todavía hay margen de mejora, sobre todo en ciertas texturas, expresiones o algunas sombras, pero ver a tantos personajes en pantalla realizando diferentes acciones es puro espectáculo.
En el sonoro, que tampoco se queda atrás, encontraréis canciones que siguen el estilo visto en la saga, lo que le aporta mucho ritmo a las partidas. Las voces, tanto en inglés como en japonés, gozan de una gran interpretación y calidad, mientras que los textos se encuentras en español.
Como conclusión, Dynasty Warriors: Origins encantará a los seguidores de la franquicia y del género de los musou, con enfrentamientos a gran escala muy épicos, una dificultad muy bien ajustada, un ritmo genialmente medido, un sistema de progresión satisfactorio y una duración extensa. Quizás se eche en falta el poder manejar a otros personajes, pero lo compensa bien con las diferentes armas y habilidades. Lo que no nos ha acabado de convencer es su protagonista, al que le falta carisma.
Si os encanta la acción y sentir un poder abrumador en vuestras manos, seguro que disfrutaréis mucho con este título, donde os esperan enfrentamientos épicos.