Vídeo análisis de Snow Bros. Wonderland

La franquicia de Snow Bros. ha vuelto, conservando su lado arcade pero con un toque más de acción y plataformeo, en Snow Bros. Wonderland.

La desarrolladora TATSUJIN y la editorial especializada en títulos clásicos Clear River Games traen de vuelta una de las franquicias arcade más queridas, convertida en un juego de acción y plataformas en 3D, con Snow Bros. Wonderland. Ya disponible para PlayStation 5, PlayStation 4, Nintendo Switch y PC, prepárate para volver al pasado con una entrega que reinventa la saga y que podréis descubrir con nuestro análisis.

Su historia tiene lugar 10 años después del último juego, donde el malvado Atchich ha vuelto para conquistar Tierra Nevada aprovechando la ausencia de los antiguos héroes. Lo que no se esperaba es que los hijos de los Snow Bros, Nick Jr. y Tom Jr., visitaran el lugar en busca de la fuente de poder de sus padres. Tras encontrarla, ambos lo recuperan y se preparan para partir en un viaje para devolverle la paz a Tierra Nevada.

Esta trama está bastante más elaborada que la de los juegos originales, donde solo se nos daba una excusa para avanzar por los diferentes niveles. Si bien tampoco destaca demasiado, se le ha dado un sentido a nuestro viaje a través de los diferentes mundos, encontrando personajes, enemigos y jefes conocidos con un nuevo estilo que os agradará ver. Además, hay muchas referencias a la franquicia.

En sus mecánicas, Snow Bros. Wonderland ofrece nuevamente un juego de acción y plataformas, pero todo desarrollándose en 3D desde una perspectiva aérea, poniendo algo más de énfasis en los saltos y con pequeñas dosis de puzles, así como otros momentos que le aportan algo de variedad a la aventura. Aunque los niveles son cortos, esta vez no saltaremos directamente de uno a otro hasta dar con el jefe, sino que recorremos diferentes mundos divididos en seis niveles hasta llegar a ellos. Esta entrega no ha perdido su esencia multijugador, donde ahora pueden participar hasta cuatro jugadores de manera local.

Sus controles funcionan bien y se ha intentado que sean lo más fieles posible a los títulos originales. Aquí podemos desplazarnos libremente por los escenarios, saltar, esquivar, lanzar bolas de nieve a los enemigos para transformarlos en bolas que después podemos patear para golpear al resto y cogerlas para tirárselas a los que estén situados en lugares altos o activar interruptores. Eso sí, esta vez contamos con un indicador que limita las veces que podemos disparar de manera continua (aunque se puede recargar) y una barra de vitalidad, por lo que no moriréis de un solo golpe. En el caso de caer en batalla, podemos invertir cien monedas para resucitar desde el último punto de control, a excepción de los niveles de los jefes. También aprenderéis otros movimientos avanzados según progreséis en la aventura.

Vuelven una vez más los potenciadores clásicos, como ganar velocidad, más potencia de disparo o un mayor alcance, pero solo funcionan temporalmente. Se agradece que, para compensar el cambio, se hayan añadido mejoras permanentes que podemos comprar con la moneda del juego entre niveles tras desbloquearlas, aunque solo podréis equipar tres de ellas. Por supuesto, al contar esta vez con una barra de vitalidad, también encontraréis algunos objetos para recuperarla.

En cuanto a las fases, suelen tener una duración corta para darle ese toque arcade que buscan. Cuentan con muchas rampas, objetos que nos hacen rebotar, trampas, enemigos y pequeños puzles a resolver para dar con la salida. Nuestro objetivo es conseguir unas llaves que van abriendo el acceso a unos portales y así salir de la zona en cuestión. Para ello hay que cumplir una serie de requisitos, como acabar con todos los enemigos del lugar, terminar con los destacados, sobrevivir un tiempo o conseguir ciertos objetos, por poner algunos ejemplos.

En cada nivel están ocultos regalos con diferentes premios, los cuales suelen ser más complicados de conseguir, y poco a poco se introducen nuevas trampas y objetos para darle algo de profundidad. También encontraréis sushi y, al igual que en anteriores entregas de la saga, unos billetes que nos compensan por ser creativos a la hora de acabar con grandes grupos de rivales, convirtiéndose todo lo que hayamos obtenido a lo largo de las fases en dinero.

Este dinero se puede invertir en el mapamundi para comprar nuevos objetos para personalizar a los protagonistas, potenciadores o elementos de la galería, tales como ilustraciones, sonidos o vídeos. Comentar que para comprar algunos de ellos, antes tendréis que desbloquearlos cumpliendo una serie de requisitos o consiguiendo su respectivo tesoro en los diferentes niveles.

Los enemigos están bien diseñados y los fans de la franquicia podrán reconocerlos rápidamente, con algunas novedades que a veces pasan desapercibidas. Los hay de una mayor o menor resistencia a nuestras bolas de nieve, pero las batallas más interesantes, como no podía ser menos, son con los jefes, que tienen un número mayor de patrones de ataque y una mayor vitalidad, teniendo que localizar sus puntos débiles para poder alcanzarlos.

Es una pena que lo que a priori parece funcionar, se vea estropeado por pequeños detalles mejorables . Esto se nota especialmente en lugares de plataformeo o al activar interruptores lejanos, donde el estilo artístico del juego y la perspectiva no siempre dejan ver bien la profundidad a la que se encuentran algunas plataformas, provocando que no demos con la distancia necesaria para alcanzar nuestro objetivo.

En cuanto a duración, la campaña de Snow Bros. Wonderland da para varias horas de juego, a lo que hay que sumar los numerosos extras en forma de regalos escondidos en cada nivel y todos los añadidos disponibles para comprar en la tienda, ya sean elementos de personalización, potenciadores o de la galería.

El apartado gráfico es algo dispar. Los personajes están bien modelados y animados, con diseños parecidos a los originales y un toque de dibujos animados que le sienta bien, mientras que los escenarios son variados y cuentan con varios detalles, aunque podrían estar más trabajados. A ello hay que sumarle el problema de la cámara y la sensación de profundidad, que a veces puede provocar confusiones. Además, hemos notado alguna que otra caída de fotogramas de manera puntual.

En el sonoro encontraréis adaptaciones de las melodías originales y otras nuevas creadas para la ocasión, siendo algunas mejores que otras. Los efectos están bastante conseguidos, con sonidos que despertarán vuestra nostalgia, y las voces y textos del juego se encuentran en español.

Snow Bros. Wonderland es, en definitiva, un título divertido que ha intentado conservar la esencia de la franquicia llevándola a escenarios tridimensionales, con algún que otro añadido para potenciar la exploración, los puzles y la estrategia. La parte de acción funciona bien, pero debido al diseño del juego y la colocación de la cámara puede provocar problemas en las zonas de plataformeo, a lo que tampoco ayuda un pequeño retraso en la respuesta del salto. Lo que sí os gustará es la gran cantidad de elementos a desbloquear para personalizar a los protagonistas y los extras de la galería.

No es un juego perfecto y, en ocasiones, puede ser algo frustrante, pero regresar a la franquicia siempre es motivo de celebración para los jugadores más nostálgicos.

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